
El ex policía, Alejandro Domínguez Hernández, involucrado en el asesinato de los cineastas Serment y Rosique no pasó los exámenes de control de confianza y por eso fue despedido de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) local “desde hace tiempo”, afirmó el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
“Hace mucho tiempo, precisamente el estándar de confianza es el que lo excluyó de la corporación […] Sí fue elemento, pero hace tiempo y obviamente, con los controles de confianza y con lo demás estaría imposibilitado”, dijo Mancera.
El mandatario local dijo que las autoridades no han acreditado que la otra imputada, Sarahí Navarre sea elemento de la corporación, aunque admitió que sí fue captada con uniforme de la policía preventiva.
“Tiene una fotografía como policía, pero hasta donde yo sé, no es elemento”, respondió en una entrevista que ofreció ayer por la tarde.
Hace un par de días, el juez de control, José Guadalupe Aviña, determinó vincular a proceso a Benjamín Serment, hijo de los cineastas, y a Pamela Soto Miranda, novia de éste, así como al hombre y mujer que fueron contratados -según sus propias declaraciones- para cometer el asesinato.
Los cuatro imputados obtuvieron prisión preventiva, por lo que los dos hombres deberán permanecer en el Reclusorio Norte, mientras que las mujeres esperarán la decisión del juez en el penal de Santa Martha Acatitla. Todos enfrentarán cargos por homicidio calificado en pandilla.
El juez determinó que ambas partes tendrán hasta cuatro meses para presentar pruebas, por lo que la próxima audiencia se llevará a cabo el 5 de febrero del 2017.
El pasado miércoles, el representante del Ministerio Público precisó que Benjamín no quería a sus papás porque no le ponían atención desde pequeño; incluso, señaló que el joven manifestó en varios ocasiones que quería matar a sus padres.
En tanto, el imputado, es decir, el ex policía, reconoció haber pertenecido a la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México. Explicó que en mayo se reunió en la estación Miguel Ángel de Quevedo con el resto de los inculpados para acordar el homicidio.
“El dinero se los iban a dar después de cometido el homicidio, refirió que él fue quien ejecutó a la víctima, pero Benjamín y su novia planearon el asesinato. Le dijeron que fingiera una pelea o que simulara un asalto”, explicó el fiscal.
La Procuraduría de Justicia local fue la que aportó pruebas en contra de todos los sujetos. La corporación, a cargo de Rodolfo Ríos Garza, informó la semana pasada que Benjamín fue captado por videocámaras mientras fue asesinado su padre, León Serment. Días después, fue captado cuando salió de su casa y dejó las puertas abiertas para que asesinaran a su madre y se aparentara un suicidio.
Copyright © 2016 La Crónica de Hoy .