
Luego del lanzamiento de su quinto álbum de estudio, la banda Franz Ferdinand anunció el inicio de su Always Ascending Tour, con el cual ha ofrecido más de 50 conciertos por Asia, Europa, Oceanía hasta llegar a América, gracias a la cual, México tuvo la oportunidad de agendar tres fechas. Ayer se cumplió el plazo de esa confirmación, después de ofrecer grandes presentaciones, en el Festival Roxy y en el Pal’Norte, el pasado fin de semana.
Finalmente, la premura generada por la expectativa de la presentación en solitario de la banda, dentro de las instalaciones del Pepsi Center WTC, así como el recuerdo del legendario concierto que realizó en el Teatro Metropólitan hace poco más de 13 años, el cual dejó una marca en el recinto de varios asientos destrozados, provocaron que las entradas se agotaran rápidamente.
Tras una breve espera, a las 21:40 horas subieron al escenario Bob Hardy, Julián Corrie, Paul Thomson, Dino Bardot y Alex Kapranos para escender la noche con el tema con el que iniciaron sus dos pasadas presentaciones en la ciudad, “Always Ascending”. Continuaron con “No You Girls” y “The Dark of the Matinée”, seguidas de palabras de agradecimiento y dedicación que Alex dirigió al público. No dejó pasar la oportunidad, entre cada canción, para interactuar con la gente asegurando sentirse muy emocionado de encontrarse en México.
Le secundaron temas como “Glimpse of Love” y “Walk Away”, siendo este último en el que el guitarrista destacó su dominio en su instrumento, al entonar así el ritmo que puso a bailar a los asistentes.
Pero si de bailar se trata, uno de los temas que se llevó la noche fue “DoYou Want To”, para el cual Alex declaró: “Me siento muy afortunado, México es afortunado”, y así al ritmo de la canción los pasos ochenteros acompañaron la sensual voz de Kapranos a la par que el público entonaba a capela el coro de la canción.
Otros de los temas que dedicó al público mexicano fue “Finally”, en el que los sintetizadores y la batería lucieron. Pero no faltaron los temas que bajaron la energía y embriagaron el ambiente de melancolía como “Slow don’t kill me Slow”, con el que el escenario se iluminó de tonos azules y rojos, justo el momento para que Alex tomara su guitarra y la hiciera llorar durante el puente musical de la canción.
Así, la noche continuó con grandes temas como “Take me Out”, con el que los músicos se alinearon y el público enloqueció entonando la letra y hasta tarareando el ritmo de la guitarra.
Hasta el cierre de esta edición el concierto aún no finalizaba.
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