Academia

Inclusión de indigenismos en el español anticipó la Independencia de México

Entrevista. “Voy a demostrar con documentación histórica y con ejemplos del primer periódico mexicano, que fue la Gaceta de América, de 1721, que en el siglo XVIII comienza a ocurrir un proceso de sustitución de léxico español por léxico indígena”, dice la doctora Concepción Company

Retrato de la Dra. Ana María Cetto
Retrato de la Dra. Ana María Cetto Retrato de la Dra. Ana María Cetto (La Crónica de Hoy)

En el siglo XVIII el español que se hablaba en México experimentó un proceso de transformación, debido a la incorporación de una gran cantidad de indigenismos en el uso cotidiano de la lengua. Ese fenómeno, vinculado a la gramática, constituye un síntoma de la liberación de ideas que ocurría en la Nueva España durante las Reformas Borbónicas y que impulsaron el movimiento de Independencia de México.

Así reflexiona la doctora Concepción Company Company, lingüista, filóloga y profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), además de integrante de El Colegio Nacional.

La doctora Company coordinará desde el miércoles 23 de enero el ciclo de conferencias Educando con gramática. Contribuciones a la lengua e historia de México, que está integrado por cinco conferencias a realizarse cada miércoles, a las 19:00 horas en la sede de El Colegio Nacional, en la calle Donceles 104, del Centro Histórico de la Ciudad de México. La primera sesión lleva por nombre Indigenismos e Independencia, y justamente se refiere a la manera como las palabras provenientes de culturas indígenas mexicanas sirvieron como uno de los sedimentos para construir una gramática de la lengua española en México.  

“Cuando más indigenismos entran a la lengua española es en el siglo XVIII, aunque todo mundo piensa que fue en el siglo XVI, cuando ocurrió el encontronazo cultural.  En el siglo XVIII los escritores dejan de explicar lo que significan las palabras indígenas, por ejemplo dicen Tezontle, sin explicar que son unas piedras rojas, volcánicas, que se usan para la construcción.

“Entonces, voy a demostrar con documentación histórica y con ejemplos del primer periódico mexicano, que fue la Gaceta de México, de 1721, que en el siglo XVIII comienza a ocurrir un proceso de sustitución de léxico español por léxico indígena. Por ejemplo, los mexicanos preferimos ‘apapachar’ que ‘mimar’; preferimos ‘tlapalería’ a ‘ferretería’. Y esa sustitución se nota, se ve y se palpa en la documentación del siglo XVII y no antes”, explica la Doctora en Lingüística Hispánica y ganadora del Premio Universidad Nacional en Investigación en Humanidades 2012.

“Esta sustitución e inclusión de indigenismos significa que la gramática anticipa procesos de independencia. O sea, estamos orgullosos de nuestra lengua y no necesitamos que vengan de España a decirnos cómo usar la lengua. La sustitución del léxico español de origen latino por cientos de indigenismos es notoria”, dice a Crónica la investigadora mexicana.

Al mismo tiempo que existe este proceso gramático hay otros hechos culturales e históricos que están modificando el lenguaje en esos años, por ejemplo, las grandes migraciones de indígenas a las ciudades pues, debido a las Reformas bormónicas, muchos indígenas quedan sin tierras pues al acabar con la distinción entre pueblos indígenas y pueblos españoles, que era una consideración que había hecho leyes la dinastía de los Austrias, muchos pueblos indígenas fueron despojados.

“Lo que se ve es que la gramática prevé procesos de independencia que van a tener lugar 70 años después. Los mexicanos se sienten orgullosos de su lengua; se sienten desvinculados de los Borbones, no quieren someterse al centralismo impositor y controlador de los Borbones, y en la lengua se ve un anticipo de la independencia política y administrativa de España que ocurriría entre 1810 y 1821”, agrega.

La profesora e investigadora explicó que durante las próximas cinco semanas se analizarán diferentes aspectos de la manera como la lengua y la historia se entrelazan en el recorrido mexicano por el tiempo. Siendo la segunda conferencia La identidad lingüística de los mexicanos. El siglo XVIII.

GRAMÁTICA Y ESTRUCTURA. La doctora Company dice que en las próximas conferencias intentará explicar que la lengua es un constructo biológico, pero la gramática es un constructo mental —exceptuando el mundo de los sonidos, que son el soporte físico o fisiológico—. Y realmente la esencia de la gramática no es para hablar o escribir bien. Eso es una consecuencia de un constructo para estructurar el mundo y para tomar decisiones.

“En cada acto de habla hay millones de conexiones neuronales y en la gramática lo que está ocurriendo es un proceso de toma de decisiones y de construcción del mundo. La gramática sirve para estructurar la cabeza. El que uno hable o escriba correctamente es la consecuencia. Es como en el caso de las matemáticas: uno no estudia matemáticas sólo para hacer bien las compras en el mercado, sino para entender muchas cosas con números. En ese sentido, la gramática y las matemáticas se parecen porque estructuran el cerebro y lo que se hace con ellas es la consecuencia. Por eso, en las pruebas PISA, lo que se mide, justamente, es matemáticas y gramática, porque tienen base biológica, tienen la capacidad de estructurar el cerebro y ayudan a que los seres humanos podamos tomar decisiones adecuadas y tengamos conciencia de por qué tomamos una decisión y no otra”, dijo a los lectores de Crónica Concepción Company.

Copyright © 2019 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México