Cultura

La Señora de la sonrisa de jade fue posiblemente parte de la élite maya

ANÁLISIS. Los estudios realizados a esta mujer señalan que tenía entre 30 y 45 años y una dieta que incluía pulque y tabaco/ Es uno de los personajes que hemos encontrado con la mayor cantidad de modificaciones corporales, añade Jorge Archer.

Cráneo humano con una piedra preciosa en la boca
Cráneo humano con una piedra preciosa en la boca Cráneo humano con una piedra preciosa en la boca (La Crónica de Hoy)

La mujer entre 35 y 40 años de edad, con un diente de jade, cuyos restos se hallaron en el barrio oaxaqueño de la antigua ciudad de Teotihuacan, Estado de México, fue una mujer de la élite, posiblemente del área del Petén, con un cráneo deformado y con una dieta que incluía pulque y tabaco. Así lo revelan los recientes estudios hechos a la dentadura de este personaje conocido como la Señora de la sonrisa de jade.

“Este descubrimiento se realizó en el barrio oaxaqueño de Teotihuacan, lo conocemos como Tlailotlacan, identificado por René Millon y en donde encontraron una gran cantidad de cerámicas procedentes del Valle de Oaxaca. A lo largo de los años se han hecho varias excavaciones, en 2008 y 2014 se realizó un proyecto dirigido por Verónica Ortega”, detalló el arqueólogo Jorge Archer Velasco.

En 2014, los investigadores encontraron un entierro particular: no había una tumba, sólo estaba una fosa rectangular, acompañada de 20 piezas de cerámica colocadas a lo largo del cráneo hasta la pelvis.

“Al hacer los estudios supimos que era una mujer entre 35 y 40 años y es uno de los personajes que hemos encontrado con la mayor cantidad de modificaciones corporales, la más visible es una modificación intencional cefálica del tipo tabular oblicua con compresión frontal-occipital, la cual es más común para el área maya, en el sur de Mesoamérica”, indicó Archer Velasco.

Además, la mujer presentaba modificaciones en los incisivos centrales con incrustaciones de piritas, también comunes para la zona maya, y para las cuales utilizaron técnicas de taladrado.

“Lo más importante es que sus incisivos centrales fueron reemplazados por un diente de piedra verde y, por la evidencia que hemos analizado, se fijaba con algún tipo de fibra de agave o quizá de algodón. La mujer tuvo ese diente de piedra hasta que fue enterrada. Esto es un rasgo muy particular ya que no se ha reportado algo igual en otros lugares”, explicó el arqueólogo.

Otro dato relevante es la datación de los restos óseos: entre el 600 y 700 d.C., esto es, en los años del abandono de Teotihuacan.

Al respecto, el arqueólogo Emiliano Melgar explicó que la Señora de la sonrisa de jade fue una mujer de élite y posiblemente maya, hipótesis que se refuerza con la manufactura de la pieza dental de jadeíta, misma que coincide con la manufactura lapidaria del Petén central y de las tierras bajas del sur, sobre todo hacia Guatemala.

“La pieza de piedra verde fue identificada como jadeíta y su tecnología es maya. Pero ¿por qué tenemos a alguien de este origen en Teotihuacan? También es interesante que tenga una pieza de jadeíta en Teotihuacán ya que si revisamos la cantidad de jadeíta podemos ver que antes de la entrada militar teotihuacana o la llegada de extranjeros, en 378 d.C., la jadeíta desaparece y el contexto más tardío de una jadeíta demostrada es con esta mujer”, afirmó.

En años posteriores, del 400 d.C. hasta la época del abandono de Teotihuacan, no se juntan más de 20 piezas de jadeíta en todos los contextos reportados y registrados, añadió Emiliano Melgar.

“Analizamos los micro restos vegetales en sus dientes, tomamos muestras del sarro dental de los molares. Se encontraron fibras de lo que es agave pulquero y se tomaron muestras de gente que bebe pulque actualmente y se determinó que eran casi similares (las muestras). Esta mujer pudo haber estado bebiendo agua miel o pulque y parte de las fibras pudieron provenir de la sujeción del diente de jade”, precisó.

Otros elementos hallados en sus dientes fueron restos de amaranto, calabazas, rúcula, tomate, maíz y fibras de algodones.

“Esta mujer es el primer caso reportado para Teotihuacan con restos de tabaco en los dientes, no sabemos si se usaba como algún tipo de infusión, si era masticado o fumado”, comentó Archer Velasco.

Actualmente, los investigadores están en espera de los resultados de los estudios del ADN hechos a la Señora de la sonrisa de jade.

“También se encontraron drenajes con ofrendas, principalmente de infantes; también presencia de huesos de cánidos, en algunos casos hubo evidencia de que fueron consumidos y después fueron ofrendados, y en otros casos hay evidencia de que fueron ofrendados como entierros. Tenemos tipos de cerámica común de los valles centrales de Oaxaca, la construcción de tumbas estilo zapoteco en donde se ven con su pequeña antesala y el acceso o cámara principal, que fueron reutilizadas durante muchas ocasiones”, señaló Archer Velasco.

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