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"Primero quisimos que se le quitara la etiqueta de que sería una comedia, luego mostrar un retrato serio sobre las crisis a partir de la perspectiva de la clase alta, como nunca se había hecho en México", expresó en conferencia de prensa la directora Alejandra Márquez Abella, cabeza del proyecto de Las niñas bien, que llegó al Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), donde recibió una ovación.
El filme llega al país luego de haberse presentado con éxito en el Festival de Toronto. Inspirado en el libro homónimo de Guadalupe Loaeza, nos traslada a 1982, cuando una gran crisis económica golpea a México. La elegante, encantadora y perfecta Sofía (Ilse Salas), líder del grupo de amigas del club de tenis, se enfrenta a lo inimaginable: su caída social. Sofía intentará mantener las apariencias, pero su derrumbe, además de ser inevitable, dará cuenta de qué es lo que se pierde cuando se pierde el dinero.
“Es importante voltear a ver a esa élite que estaba muy cómoda y pensaba que no iba a pasar nada con ellos, y me pareció interesante hacerlo desde una perspectiva seria”, expuso la cineasta en rueda de prensa tras la proyección del filme a los medios.
“Cuando pensamos en hacer esta película pensé que era un reto extraño; nunca imaginé llevar a la pantalla estas historias y me parecía interesante hablar de la élite y de la desigualdad social”, agregó Márquez Abella.
El filme compite en la máxima categoría del festival a la Mejor Película Mexicana de Ficción, cuyo jurado es presidido por la cineasta Lynne Ramsey. Ha sido uno de los filmes con mejor recibimiento del filme.
“Las niñas bien es de esas películas que te da orgullo que existan y contribuyen al cine mexicano que queremos tener. El cine de época te profesionaliza y debes ser muy honesto en mostrarlo, representa un reto muy interesante para todas las áreas y te obliga a ser muy preciso”, comentó en su momento Rodrigo González, productor del filme.
Por su parte Ilse Salas, protagonista del filme, quien ha participado en películas como Güeros y Cantinflas, destacó que Las niñas bien se aleja de géneros como la comedia romántica que en la actualidad están de moda: “Nos podríamos seguir riendo —como hacemos muchas veces— del clasismo que tenemos como sociedad, tatuado de muchas generaciones... y cuando vi el tono que le querían dar, me emocioné muchísimo”, dijo.
“Me pareció muy raro que me ofrecieran un personaje de niña bien, por lo poco que yo había leído de las crónicas de Guadalupe, y si alguien me conoce o conoce mi trabajo, pues no sé si hubieran pensado en mí como primera opción; sin embargo, el tono en el que querían abordar la película me pareció muy interesante desde el principio”, añadió.
Finalmente, la realizadora explicó el reto que significó recrear una época tanto en lo visual como en lo argumental: “Siempre que haces algo que se refiere al pasado, es una oportunidad para reflexionar qué tanto hemos cambiado o no y qué tanto seguimos igual. Una de las cosas que a mí me llamaba mucho la atención del título del libro que compilan las crónicas que conforman ‘Las niñas bien’, era que se les dijera ‘niñas’. Esta infantilización de una persona, significa que no puede tomar sus propias decisiones”, dijo.
Además de Ilse Salas, el elenco está compuesto por Cassandra Ciangherotti, Paulina Gaitán, Johanna Murillo y Flavio Medina, entre otros. El diseño de vestuario estuvo a cargo de Annai Ramos, la fotografía de Dariela Ludlow, la edición de Miguel Schverdfinger, el sonido de Alejandro de Icaza y Anuar Yaya, la música de Tomás Barreiro, y la dirección de arte de Claudio Ramírez Castelli.
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