
Ésta no es una extensión de aquel desenchufado realizado en 1995, es la confirmación de la prolífica trayectoria de una de las agrupaciones más icónicas del rock nacional, desde aquella presentación en el bar El hijo del Cuervo el 27 mayo de 1989, hasta el futuro Foro Sol.
“El año pasado, cuando nos propusieron hacer este segundo unplugged, ya se había barajeado el acercamiento que íbamos a tener con las canciones, porque para el primero solamente teníamos dos discos, así que fue fácil; pero en el caso del segundo ya eran 25 años de carrera que contenían siete discos más”, compartió con Crónica Enrique Rangel Arroyo.
“Para hacer la selección tomamos en cuenta dos aspectos importantes: la experiencia que adquirimos tras trabajar con la filarmónica de Los Ángeles hace un par de años en el auditorio Disney; y la sesión en vivo que hicimos para una estación de radio pública de Washington durante la gira por Estados Unidos, hace dos años, para la que armamos un set acústico con las canciones del último disco Jei Beibi (2016), eso nos dio una pauta de los temas que servían para este formato”, explicó.
La experiencia de estos 30 años llevó a Café Tacvba no sólo a recurrir a algunos ecos sonoros de su origen, sino a experimentar con ellos y llevarlos a otro nivel, uno que hiciera justicia tanto a las composiciones como a la entrega de un segundo acústico, algo que fuera digno de un proyecto con su trascendencia más allá de la melancolía por las glorias pasadas, y al mismo tiempo, que fuera justo con el público expectante ante la posibilidad de un comparativo.
“No habíamos tenido oportunidad de recrear algunas canciones del Jei Beibi durante la gira, con los elementos que nos hubieran gustado, como ‘Vaivén’, que tiene una marimba, así que el unplugged era el pretexto perfecto para hacerlo; al mismo tiempo, ‘Muerte chiquita’, era una canción que hace tiempo no tocábamos y que podía complementarse con el sonido de la marimba al que hace referencia la versión original”, indicó el bajista, respecto a la selección de 40 canciones que inicialmente contemplaron para el especial, de las que eventualmente eligieron 18.
De este modo, el nuevo Café Tacvba MTV Unplugged hace historia desde su fecundación, convirtiendo al cuarteto sateluco —gentilicio de Ciudad Satélite, al noroeste de la capital del país— en la primera banda latinoamericana y la segunda a nivel global —después del grupo estadunidense R.E.M (1991 y 2001)—, en realizar dos conciertos acústicos para el canal.
Su primogénito fue prematuramente concebido el 15 de mayo de 1995, en las inmediaciones de los estudios Post Edge en Miami (Estados Unidos), lejos de casa, de su gente, y en el marco de la promoción del Re (1994), considerado hasta hoy como “el mejor disco de estudio” de la agrupación mexicana, el cual ocupa la primera posición de Los 10 mejores álbumes de rock latino de todos los tiempos de la revista Rolling Stone, destacando junto a discos como Fabulosos Calavera (1997) de Los Fabulosos Cadillacs, Sueño Stereo (1995) de Soda Stereo, Infame (2003) de Babasónicos, Clandestino (1998) de Manu Chao o Abraxas (1970) de Santana.
“Cada álbum que el cuarteto mexicano lanzó después de éste es igual de bueno, pero Re fue el que redefinió las reglas del juego. Estaba bien burlarse de las raíces norteñas de México, siempre que el guiño fuera tan cariñoso e inspirado como su éxito ‘La Ingrata’. Era válido abrazar la influencia extranjera del rock & roll y el punk, siempre y cuando se mezclara con auténticos sonidos latinos. Un sentimiento de entusiasmo temerario impregna las 20 pistas de Re: la sonrisa de una joven banda que descubre los grandes logros de los que fue capaz”, menciona la publicación hecha en 2012.
La industria noventera no estaba preparada para un fenómeno como Café Tacvba, el proyecto que, adelantado a su tiempo, tomó a la cultura popular mexicana y sus tradiciones —contra todo prejuicio malinchista— como estandarte para exportarla a lo largo y ancho del continente y posteriormente, del mundo.
24 años después, la segunda entrega, engendrada el pasado 5 de marzo en el seno de uno de los foros más emblemáticos de la Ciudad de México, la Sala Nezahualcóyotl de la Universidad Nacional Autónoma de México, vio una luz esencialmente orquestal, acompañada de una banda oaxaqueña de ocho elementos con instrumentos de aliento y percusión, un cuarteto de marimbas, dos músicos cubanos (percusionista y trompetista) —quienes aportaron un aire caribeño— y un organillero; con importantes colaboraciones bajo el brazo, de artistas de la talla de David Byrne (exlíder de Talking Heads), Gustavo Santaolalla —con quien tienen una extensa relación musical y fraternal— y Catalina García (vocalista de Monsieur Periné).
“Recurrimos a David Byrne, porque es una influencia importante para nosotros. Él se a cercó a nosotros en el 95 para invitarnos a hacer un dueto en la recopilación Red Hot + Latin; posteriormente lo invitamos a cantar en Avalancha de Éxitos (1996) para la versión de ‘No controles’. Y cuando salió la sugerencia de tener invitados pensamos en él para ‘El Outsider’”, comentó.
De modo que las reversiones expuestas en el presente material —que será lanzado en su formato físico este viernes 1 de noviembre— responden al mundo de referentes reconstruidos de las vidas de cuatro músicos que han persistido en la industria pese a los cambios de ésta, siempre dando de qué hablar, siempre tacvbos.
Para finalizar con manteles largos la celebración de su trigésimo aniversario —la cual arrancó durante la pasada edición del festival Vive Latino—, el próximo 7 de diciembre ofrecerán un concierto en el Foro Sol.
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