Cultura

Los mexicas relacionaban a los escarabajos del estiércol con el Mictlán

El inframundo era húmedo, oscuro y fétido, lugar de descomposición y a la vez de regeneración, dice Mario Favila. El hallazgo del insecto confirma la ruta de comercio del Pacífico mexicano hacia Tenochtitlán

Bola de resina de copal y escarabajo del estiércol encontrados en la Ofrenda 141
Bola de resina de copal y escarabajo del estiércol encontrados en la Ofrenda 141 Bola de resina de copal y escarabajo del estiércol encontrados en la Ofrenda 141 (La Crónica de Hoy)

Sacerdotes mexicas colocaron un escarabajo necrófago de color verde incrustado en una bola de copal en la ofrenda 141 de la zona arqueológica Templo Mayor, es decir, al pie de la pirámide principal del recinto sagrado. El análisis de ADN de este insecto que representa al inframundo, confirma la existencia de una ruta de comercio de las costas del Pacífico mexicano hacia Tenochtitlán.

“En 2011 arqueólogos descubrieron en la ofrenda 141, al pie de la pirámide principal de Tenochtitlán y en el interior de una caja de piedra, una bola blanquecina de 6 centímetros de alto por 3.2 centímetros de ancho y con un peso de 48 gramos, que tenia incrustado un escarabajo verde de unos 7.7 milímetros de longitud por 4.7 milímetros de ancho”, explicó el biólogo Mario E. Favila.

El también ecólogo señaló ayer durante el tercer día del coloquio internacional Los animales y el recinto sagrado de Tenochtitlán, celebrado en El Colegio Nacional, que ese escarabajo de época prehispánica corresponde a una hembra de la especie Canthon cyanellus, o mejor conocido como escarabajo rodador de estiércol.

“Por su aspecto y coloración cuando me lo presentaron pensé que podría tratarse de Canthon cyanellus, liberamos la masa de su cabeza y lo confirmé. Nos preguntamos si este insecto había caído casualmente en la bola de copal o había sido colocado ahí de forma intencional”, comentó.

Los mexicas colocaron al escarabajo con la parte más vistosa hacia arriba, es decir, la parte verde de su torso resaltaba porque sus patas y cabeza fueron escondidas en la bola de copal.

“Da la impresión de que alguien la hubiera colocado sobre la superficie de la bola y la hubiera empujado suavemente con el propósito de que quedaran las patas y la cabeza hundidas en el copal, pero los pronotos (tórax) y élitros (alas) estuvieran expuestos”, indicó Favila.

Esto sería significativo, dijo, porque podría evocar a la hembra que es transportada por el macho sobre una bola de estiércol o carroña. Es decir, los mexicas reprodujeron parte del comportamiento de estos insectos ya que el escarabajo macho es quien mueve la bola de estiércol y la hembra se coloca encima de la bola y ayuda al macho en terrenos accidentados.

Otro hallazgo importante hecho por el biólogo Favila en este escarabajo fue que el ejemplar conservó durante más de 500 años su ADN, por lo que el experto procedió a su estudio.

“El ADN del escarabajo se conservó y logramos amplificarlo. Los resultados muestran que la hembra perteneció a este linaje, Canthon cyanellus, que es exclusivo de la región del Occidente de México, de Oaxaca y Guerrero”, señaló.

Este escarabajo, agregó, pudo haber sido capturado en época de lluvias durante el día, es decir, entre las 09:00 y 15:00 horas en un día soleado y “probablemente fue atrapada cuando estaba rodando en la bola o durante el proceso de enterramiento de la bola de carroña”.

 Además, el estudio de ADN corroboró la existencia de una ruta comercial entre las costas del Pacífico y Tenochtitlán.

“Es el primer estudio molecular que corrobora la existencia de una ruta de comercio de las costas del Pacifico mexicano al imperio mexica. Entonces planteamos que la hembra fue intencionalmente colocada sobre la bola de copal y en la Ofrenda 141”, dijo.

“En las fuentes históricas del siglo XVI se ponen en relieve la naturaleza hedionda del escarabajo, naturaleza que no es que sea hedionda sino que es un desarrollo adaptativo que tienen estos animalitos, que les permite sortear la depredación y la competencia. Sucede que machos y hembras liberan sustancias defensivas y olores desagradables como fenol y el guayacol”, detalló.

Los informantes indígenas de Fernandino de Sahagún plasmaron que estos escarabajos tienen una orina fétida, pero “en realidad no es una orina, son los compuestos defensivos que producen en sus glándulas”, precisó Favila.

El experto también comentó que de acuerdo con Fray Juan Torquemada, las almas de la gente común se convertían en escarabajos hediondos cuando llegaban al Mictlán.

Entonces, a nivel arqueológico es interesante que la bola de copal estuviera en el extremo poniente de la caja de la ofrenda, destacó Favila.

“El poniente es el rumbo de ocultamiento del Sol y es el lugar de su recorrido nocturno por el mundo de los muertos; además, la bola de copal con el escarabajo se encontraba asociada a la caja de ofrendas con símbolos de la muerte y del inframundo”.

 Por lo anterior, el biólogo propone que los sacerdotes mexicas colocaron la bola de copal en la caja de ofrenda para representar a este animal apestoso sobre la bola de estiércol o carroña en un contexto simbólico relacionado con la muerte y el más allá.

Copyright © 2018 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México