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Por su sabor, el limón mexicano combina con un sinnúmero de platillos y bebidas en el mundo, posiciona al país como el segundo productor mundial y busca nuevos mercados como los de Arabia Saudita, Polonia y Ucrania.
Ya sea “persa” o “mexicano”, la producción de este fruto que requiere un ambiente cálido y abundante agua aumentó en la última década “más del 200 por ciento”, resaltó el director general de Fomento a la Agricultura, Santiago Argüello Campos.
Tan sólo en 2015 la cosecha cerró en 2.3 millones de toneladas, pero “lo más importante, aún cuando el mercado interno también ha crecido, hay mucho por producir, por sembrar, y sobre todo una demanda en el exterior”.
El funcionario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) detalló, que los estados con mayor producción del fruto son, entre otros, Veracruz y Michoacán.
Estados que al mismo tiempo cuentan con puertos que contribuyen a satisfacer la demanda hacia las costas Este y Oeste del principal cliente: Estados Unidos, con cerca del 90% de la exportación.
Pero “no solamente dependemos de Estados Unidos”, aseguró por su parte el presidente del Sistema de Producto de Limón Persa, César Cortés Bello, ya que los productores se han venido preparando desde hace 15 años y cuentan con mercados en Europa y Asia.
Además, en una renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), “Estados Unidos le tiene que pensar muchísimo para decir: no recibo limones persas”, variedad apreciada en el extranjero por no ser tan ácida y con ventajas de exportación, ya que no tiene semilla.
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