
Finalmente mañana se hará oficialmente público que Canal Once transmitirá la señal de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, con lo cual regresará a la normalidad la aspiración de millones de televidentes de poder seguir la justa deportiva más importante del mundo. Según alcanzo a ver no ha sido fácil la negociación. Pero tenía que darse porque era la única solución para los involucrados.
Particularmente para Grupo Carso y una de sus subsidiarias, Claro Sports, el camino para cumplir con sus compromisos de transmisión de televisión abierta con el Comité Olímpico Internacional y las leyes mexicanas, tenía que pasar por el canal del Instituto Politécnico Nacional, ya que en nuestro país, sólo hay tres opciones que podían ofrecer alcance nacional gratutito: Televisa, Televisión Azteca y el Once, aunque lo dos primeros estaban fuera de la jugada por las razones casi de dominio público que han separado los intereses de Carlos Slim, Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas.
El cuello de botella que se generó tenía que ver con muchas restricciones, una de ellas, quizá la más importante, es que Canal Once es un canal permisionado, no concesionado, la gran diferencia pues, entre las tres cadenas, es que estos últimos no tienen licencia para vender comerciales como lo hacen los otros, a pesar de que si puede aceptar patrocinios. Y Claro (Claro Sports/América Móvil) tenía que recuperar su inversión, y no puede, de ninguna manera, implementar una campaña publicitaria que incluya ofrecer espacios comerciales en Once TV.
Las largas sesiones de negociación que se han dado, terminaron por abrir la puerta a un universo de transmisión que no podría haber alcanzado Canal 22, que fue el primero en arreglarse con Claro, y cuya cobertura parte, desde el nombre de la empresa, Televisión Metropolitana, que tiene alcance “nacional” sólo a traves de las plataformas que ofrecen los sitemas de cable y satelitales del país. Aunque también está el truco de la famosa Red de radiodifusoras y televisoras educativas y culturales de México, donde se suben todos los canales estatales y educativos, aunque no se retransmite el total de la programación, sino que por diferentes acuerdos se ceden o intercambian producciones.
El Once no es más de lo mismo. Desde hace un tiempo, y exceptuando por la terrible equivocación que fue haber nombrado directora a Enriqueta Cabrera y su anacrónica visión, el canal del IPN se ha destacado por ser vanguardista. Tiene un espacio de opinión que ya quisiéramos ver en los canales que se llaman “independientes” y abrir sus puertas al deporte, algo que por razones más que extrañas no se había dado, habla de que las cosas están cambiando y que la cultura y el deporte no están peleados de ninguna manera.
Hace un par de meses, luego de que Arturo Elías Ayub diera una entrevista donde anunciaba, más el hecho de que Azteca y Televisa no transmitirían que la noticia misma de que si lo haría el 22, poque el 11 no estaba confirmado, hubo muchas versiones. Desde los solones que decían que los “grandotes” no transmitían porque no les interesaba, hasta los que reconocieron que el ingeniero Slim había dado un palo de vuelta entera con las bases llenas, pues dejó de ladito a la otrora todopoderosa OTI y sus socios eternos Azcárraga y Salinas Pliego. Bueno hubo hasta un diario que señaló que al no transmitir JO, serían más sanas las finanzas de los dos gigantes televisivos mexicanos, ¡hágame usted el favor!
Estoy seguro que Río 2016 no va a ser negocio por el momento para Claro, América Móvil y cualesquiera que sean las empresas de Carlos Slim que sean las legales y reales tenedoras de derechos de los Juegos. Pero están sembrando. Sólo lamento, en medio del enorme gusto que me da que el Once si transmita, que todo se haya resuelto apenas 8 días antes del inicio “informal” de los Juegos la próxima semana. Un poco más de planeación y de visión de Elías Ayub y su equipo y el asunto hubiera sido de dimensiones espectaculares.
Yo creo que en el Casco de Santo Tomás se están trabajando horas extra para poner en pantalla este importantísimo evento, particularmente la directora de la estación, Jimena Saldaña, que sabe de muchos temas y eso incluye a los deportes, lo celebro porque con ello se muestra y se demuestra que los mexicanos no teníamos que ver siempre lo mismo en el mismo lugar. La apertura se ha dado y muchas cosas van a cambiar.
Desde la concepción en las negociaciones de este tipo de eventos, hasta la transmisión de los mismos. Porque una cosa le garantizo, ni en el 22 ni en el 11, vamos a ver a chavitas en minifalda que enseñan que no saben nada, excepto enseñar cuerpo, y que las bromitas locales con gente que nada tiene que ver con el deporte, van a quedarse a un lado.
La cobertura tendrá ahora alcances similares a los que hubieran ofrecido las televisoras marginadas, pues además del Once y el 22, ESPN y FOX ofrecerán cobertura del evento, lo cual vuelve el asunto aún más plural.
Entiendo que Javier Solórzano es el ancla de la cobertura de Claro Sports según dijo Elías Ayub, y es además el conductor estelar de los noticieros del Once, y me muero de ganas por saber cómo se solventará este asunto. Además eso sí, de que mi estimado Javier es de los pocos, muy pocos, que sí le saben al deporte y a las noticias. Así que habrá Juegos Olímpicos para todos, y esta decisión de los involucrados seguramente no caerá muy bien en algunas partes, pero entre los que amamos al deporte, y particularmente los Juegos es algo extraordinario. La SEP, el IPN y el Once (en el orden que les corresponda) pusieron el pecho a las balas y merecen más allá de un diez de calificación…
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