Escenario

Pentatonix entrega su magia al Metropolitan

El grupo a capela más famoso del mundo aterrizó en el Teatro Metropolitan para asombrar, emocionar y cautivar a todos los presentes con un espectáculo irrepetible

(La Crónica de Hoy)

Pentatonix es un proyecto único, poquísimas bandas o grupos a capela han trascendido y obtenido un éxito mediático que los haya catapultado a escenarios internacionales. El grupo fundado por Scott Hoying, Mitch Grassi y Kirstin Kirstie Maldonado ha conquistado al mundo a través de interpretaciones únicas de canciones emblemáticas para la cultura pop.

Su primera vez en México hacía de esta noche algo sumamente especial y desde el minuto uno demostraron porqué.  La banda inició con una de sus canciones más populares “Daft Punk” que, como su nombre lo indica, es una especie de popurrí al legendario dúo parisino. Le siguió “High Hopes” cover a Panic At The Disco! y "Havana", una reversión de la popular Camila Cabello.

Sobre el escenario cada melodía es irreprochable, cada voz y cada matiz está perfectamente ensayado para que el público no extrañe la presencia de la parte instrumental en cada canción, sumado a coreografías espectaculares en algunos números, hacen que el concierto de hoy sea una experiencia única.

Además de las aclamadas reversiones a canciones icónicas la agrupación interpretó éxitos de su propia autoría como: "Evolution of Pentatonix" , "Happy Now" e "In My Way Back Home" , todas con una emoción distinta donde se nota la capacidad de la banda por dejar en claro que pueden subsistir con sus propias composiciones.

A modo de pausa Kevi Olusola, interpretó un solo de violonchelo que puso a modo a los miles reunidos está noche para la siguiente gran canción. “Bohemian Rhapsody” arrancó alaridos de todo el Metropólitan que por un momento parecía tambalearse desde sus cimientos, la memoria del legado de Freddy Mercury está más presente que nunca en el mundo actual y esta versión del clásico de Queen dejó a propios y extraños al borde de las lágrimas.

Para el broche de oro la agrupación decidió guardarse su canción más emblemática, “Hallelujah”, el clásico compuesto por el mítico Leonard Cohen fue con la que Pentatonix se despidió de un Metropólitan rendido a sus pies que se llevó una experiencia irrepetible de un espectáculo que en su primera visita a México dejó  en claro que su reputación no es en vano.

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