
"Yo no me voy a achicar", se dijo a sí mismo el actor mexicano Marco de la O cuando en una escena de su más reciente película, tenía que compartir el rodaje de una secuencia con Sylvester Stallone: “Me agarra contra la puerta y me empuja, me tenía que espantar y después me daba un golpe, pero en cambio me le quedé viendo firme y desafiante... Enseguida dijo ‘corte’”, recuerda el actor en entrevista con Crónica.
Tras ese repentino momento, De la O se quedó esperando instrucciones hasta que Stallone se acercó y le dijo: “Marco, vas muy bien pero no me mires a los ojos... Soy Rambo”, recuerda y afirma “claro que tenía razón por el personaje, pero en el momento quería mostrarme firme”.
Y es que el nuevo desafío de Marco de la O, tras el éxito de la serie de El Chapo para Netflix, es el de utilizar el impacto mundial que tuvo para probarse en nuevos horizontes, es su participación en el final de la franquicia de Rambo: The last blood: “No voy a negar que cuando llegué al set y vi a Stallone me dio algo de nervios, pero también llegó la seguridad de haber protagonizado una serie de calidad internacional”, mencionó.
Rambo regresa a la acción para enfrentar a un grupo de narcotraficantes mexicanos, luego de que su nieta desaparece: “Soy el papá biológico de la hija adoptiva de Rambo, yo la abandoné y eso desemboca en todo el problema, es importante porque ella me va a buscar para que le explique por qué la abandoné, pero se entrelazan muchas cosas y cae en manos de gente mala”, dijo Marco.
En un principio “hice casting para ser el antagonista pero no me quedé porque Stallone quería que fuera mucho más alto y fuerte, luego me ofrecieron un personaje más pequeño y yo dije ‘no importa, lo quiero’. Así llegué al proyecto”, agregó, sobre el filme que se rodó en Bulgaria y Tenerife (donde se filmaron las escenas que representan a México).
Cabe decir que no sólo se trata de un reto actoral simple, también su inclusión en el filme es el resultado de un desafío personal tras un incidente que vivió cuando trabajo en El Chapo: “En una première de la primera temporada en Los Ángeles, llegó un periodista que me hizo preguntas en inglés, y yo no hablaba inglés, no quería decir palabra, porque además en un tema tan complicado como el narcotráfico se podía malinterpretar algo que dijera mal”, contó.
“Me sentí pésimo, me fui al hotel y le dije a mi esposa: ‘Yo quiero hacer una película en inglés y dar entrevistas en inglés’. Después de terminar la tercera temporada de El Chapo me fui a Canadá a aprender, más preparado llegué a Los Ángeles, donde conseguí un agente, de ahí a la Ciudad de México y después de 40 castings llegué a Rambo”, añadió.
Ahora está experiencia junto a Stallone, en la que también participan muchos mexicanos, le confirmó que las producciones nacionales de cine y televisión están a la altura de cualquier otra en el mundo: “Descubrí que en México hacemos las cosas muy bien. Los actores de acá no les pedimos nada a los americanos. Estamos a la altura de EU en calidad, nuestras series le pueden competir a House of Cards o Game of Thrones... Y en Hollywood lo saben”.
Además, formar parte de estos proyectos le permite a Marco de la O, alejarse de su papel más icónico hasta el momento: “Me han propuesto volver a hacer personajes de narcotraficantes y he dicho que no, aunque a veces lo pienso y digo que si me ofrecen un personaje de narco completamente diferente sería un gran reto. Al final quiero darle un descanso y sacudirme a El Chapo, para que la gente me conozca cómo Marco de la O”.
Finalmente, el actor adelantó que también está por iniciar un proyecto de serie y película: “Vengo de Durango donde mi esposa y yo estamos hablando de un proyecto de serie sobre un personaje importante de la historia de México”.
El actor es invitado de honor del Baja California International Film Fest (BCIFF) que culmina esta noche. En este lugar Marco de la O impartió un taller de actuación junto a su esposa, Susana Buitrago.
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