
En los últimos años el tema del narcotráfico se ha convertido en recurrente del cine y la televisión. Algunas producciones con más o menos polémica, han sido blanco de críticas y quejas sobre el abuso de las figura del narcotraficante como protagonista de las historias, al respecto el actor brasileño Wagner Moura, quien da vida a Pablo Escobar en la aclamada serie de Netflix Narcos explica que son indispensables para conocer la historia:
“Entiendo a los colombianos, porque es un país que se reconstruyó rápidamente, porque no tiene nada qué ver la Colombia de hoy con la que mostramos en la serie, pero creo que es muy saludable hablar de lo que pasó en su historia. Creo que una de las funciones del arte es esa, ser un reflejo de la vida, eso es saludable, les purifica y sana”, expresó Moura, en conferencia de prensa, realizada para presentar la segunda temporada de Netflix, que se estrenará el próximo 2 de septiembre.
“Una de las cosas que más me importaban como latino fue que fuéramos lo más respetuosos posibles con la historia de ese país. Lo más próximo a la imagen de héroe es el personaje del agente pero no lo es. Lo más cercano para mí es la misma gente de Colombia que sobrevivió, por eso me da orgullo estar en la serie porque no es una serie en la que los gringos son los buenos y van a salvar un país de un malo sino que llegamos a un punto de complejidad que nos saca de ese nivel”, añadió.
El actor protagonizó la primera y exitosa temporada que llegó a ser nominada a Mejor Serie Dramática y Mejor Actor en la pasada edición de los Globos de Oro, y será gran parte protagonista de esta segunda, en la cual el director, José Padilha, reconocido por su trabajo en filmes como Tropa de élite y Robocop, ha decidido explorar el camino en el narcotráfico que ha seguido la cocaína. A propósito, el actor explicó que en los nuevos episodios se verá el momento más fuerte con su personaje como Pablo Escobar, que es su muerte.
“La escena más fuerte emocionalmente para mí fue donde muere Escobar. Marca el final de una parte de mi vida. Y eso nos pasa siempre a los actores. Esa escena la hicimos en el mismo sitio donde lo mataron. Fue un momento decisivo y tenso”, explicó.
“Dediqué mucho de mi vida: engordé, aprendí el español y viví con mi familia en Bogotá mucho tiempo (…) Al terminar mi rol con el personaje no sólo fue perder la panza y los kilos, fue más que eso, fue quitarme un peso porque lo que hacemos los actores es algo que pasa en nuestros cuerpos. No es que uno lleve el personaje a su casa. Pero en mi caso yo lidiaba con un personaje con muchas cosas malas y eso fue duro”, comentó el actor.
En esta primera etapa se mostró la parte de Escobar pero también abrió la puerta a otros personajes como los líderes del cártel de Cali, que llegarán a los nuevos episodios de los cuales uno de ellos (Gilberto Rodríguez Orejuela) será encarnado por el mexicano Damián Alcázar, quien también estuvo en la charla con los medios junto a la también mexicana Paulina Gaitán y el chileno Pedro Pascal.
“Yo estoy en el proceso contrario al de Wagner, ahora empiezo a entrar en el personaje. En la segunda temporada tengo ocho escenas. Existe mucha información respecto a los dos hermanos, Miguel y Gilberto, quienes ahora están en la cárcel en Estados Unidos y si salen de la cárcel será cuando tengan 90 y tantos años”, dijo Damián Alcázar, quien ha formado parte de diferentes filmes en torno al narcotráfico, como los filmes de Luis Estrada.
“Es muy diferente el narco colombiano al de México, lo vimos en la película El infierno, de Luis Estrada, se plantea este problema en México. Colombia es un país pequeño y son sólo dos grupos muy fuertes, el de Medellín y el de Cali. Y en México abarcan todo el país y han sido súper violentos desde el principio. En Colombia fue dándose poco a poco la violencia”, comentó.
El actor también habló de la necesidad de mostrar este tipo de historias que están en boga en la actualidad no por vanagloriar la crueldad de los personajes sino como un acto de reflexión que no se puede ignorar: “(Pablo Escobar) No es un animal ni una bestia, es un ser humano. Está cabrón lo que somos capaces de hacer los seres humanos
“En este caso, estamos tratando un asunto al cual no hay que cerrar los ojos porque como mexicano, me gustaría realizar una película sobre los 43 jóvenes normalistas desaparecidos (de Ayotzinapa) o sobre los gobernadores, los cuales muchos han transgredido la ley, que son tan deleznables como la parte oscura de Pablo Escobar. Se eligió este tema porque es brutal y sigue siendo terrible (…) No veo porqué debemos cerrar los ojos al problema y meter la basura debajo del tapete, hay que hacer de todo”, enfatizó.
Por su parte el actor chileno Pedro Pascual, quien da vida al agente de la DEA Javier Peña, explicó que una de las virtudes de la serie es la complejidad de sus personajes y que el asunto de hablar de personas malas ha existido siempre: “Lo más importante de la serie es que no tiene sólo un tono blanco y negro, sino que no es tan fácil identificar quiénes son los héroes y los villanos”, dijo.
“Creo que Colombia y México, hoy en día, uno se cansa de estar identificado con este tipo de historias de la violencia y narcotraficante, porque hay tanto más que contar, pero dedicarnos a encontrar la textura, los detalles y contradicciones y verlo en una forma lo más auténtica posible, es complicado, porque también la gente se fascina mucho con violencia, con este cuento de poder y reyes como Pablo Escobar, que ya aparecían en las tragedias griegas y obras de Shakespeare y eso seduce mucho. Por el lado de la serie reflejamos más de la vida que no es blanco y negro sino gris”, concluyó.
La segunda temporada contará con 10 episodios, bajo la producción ejecutiva de José Padilha y Eric Newman (Hijos de los hombres). Esta temporada se de-
sarrolla entre la fuga de Escobar de La Catedral, en julio de 1992, al momento de su muerte en diciembre de 1993.
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