
El sexting consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos) producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles y se ha convertido en un serio problema con enormes riesgos para quienes lo practican.
En niños y jóvenes los padres deben estar pendientes de lo que sus hijos hacen, mandan, reciben a través de las redes sociales, sacarse una foto pornográfica, y mandarla aunque sea a una sola persona, en ese momento se pierde el control del pudor, y del material que se está enviando.
La mayoría de los videos y fotos las mandan los adolescentes durante la noche, desde la intimidad de su recámara por lo que poner límites en el uso de dispositivos y hablar con los hijos e hijas es fundamental para protegerlos.
Nadie puede obligar a otra persona a exhibirse sexualmente, además de que está penado por la ley, porque no tienen derecho a destruir la identidad y integridad de otra persona cualquiera que sea la edad.
Hay chicas y chicos que por querer exhibirse suben a las páginas sociales fotos provocativas, en poca ropa, bikinis o desnudos, sin darse cuenta del riesgo enorme que corren con ello.
- Primero: No lo produzcas: Si te sacas una fotografía erótica y se la envías a alguien mediante un móvil o Internet, pierdes inmediatamente el control sobre dónde podrá acabar algún día. Y si se la sacas a alguien, asegúrate de tener su permiso y de las implicaciones que podría tener perderla o que te la robasen. Y, por supuesto, tener permiso para sacar una foto a alguien para uso privado ¡no significa que tengas permiso para difundirla!
- Segundo: No lo transmitas: Si te llega una foto o vídeo de algún/a conocido/a, no colabores en su expansión pues podría tener consecuencias graves tanto para él/ella como para ti.
- Tercero: No lo provoques: No le solicites a nadie ese tipo de fotografías puesto que aunque tú no tengas malas intenciones, alguna tercera persona podría hacerse con ellas y haceros mal a ti o a tu novio o novia.
Luis Castro, experto en internet básico, comenta que al existir mayor disponibilidad de dispositivos móviles entre adolescentes, existe una mayor probabilidad de que practiquen sexting adolescentes menores de 16 años de edad, con todo y los riesgos que esto implica. Desafortunadamente los desnudos y semidesnudos de personas comunes y corrientes (o al menos así lo hacen parecer) abundan en la red, lo que juega un rol de influencia muy grande en mentes jóvenes, que aún no aprenden a calcular las consecuencias que pudiera tener la publicación de fotografías de este tipo.
Como dato curioso: un estudio hecho en 2012 arrojó que aproximadamente 2 de cada 5 personas habían hecho sexting, a pesar de que no asociaron sus acciones a el término “sexting”. Esto quiere decir que durante esta década el intercambio de fotografías sexualmente explícitas llegó a ser más común de lo que la sociedad admite.
Existen varios riesgos que usualmente no se toman en cuenta al hacer sexting, estos riesgos son particularmente ignorados por la gente más joven:
¿Qué pasa si una fotografía explícita sale del dispositivo en que fue tomada? Es una creencia común el que se piense que la fotografía estará segura en el dispositivo móvil en el que fue tomada, siendo que hay varias cosas que podrían salir mal, desde perder el dispositivo hasta que alguien la pueda ver. Estos riesgos existen aún con aplicaciones que supuestamente borran las fotografías
Qué pasa cuando se envía una fotografía explícita? La persona que la recibió pudiera publicarla o enseñarla a otros una vez que la relación termine. Una fotografía de este tipo pudiera cambiar dramáticamente la vida de una persona, independientemente de la edad.
Se puede caer en chantajes (e éste se le conoce en específico como sextorsión) o también se pudiera caer en ciber-acoso (cyber-bullying). Ambos casos pudieran tener consecuencias graves.
El problema aquí es que este tipo de fotografías fueron tomadas o por la persona misma que aparece en la fotografía (selfie) o con su consentimiento, por lo que las acciones legales suelen complicarse, dependiendo de la jurisdicción.
¿Quieres hacer sexting a pesar de todo? Aquí está lo que debes considerar
Lo que se publica en Internet se queda ahí para siempre. Es increíble la cantidad e páginas en Internet que están dedicadas 100% a publicar material que alguna vez una pareja compartió con románticas intensiones. En el momento que enviaste la foto, ya no tienes control.
Desnudos + minoría de edad = delito. Ya sea tomar las fotografías, enviarlas o poseerlas.
A pesar de que las leyes te protegen, las consecuencias sociales son abrumadoras. Por ley, las imágenes de una persona no pueden publicarse sin su permiso, especialmente las de este tipo. Sin embargo, mientras se resuelven disputas, el daño está hecho, ya sea frente a tu familia o tus amistades. Cuando el sexting deriva en humillación y acoso, la víctima sufre un daño muy grande, con niveles de estrés que han llegado a culminar en tragedia.
Sexting + infidelidad es una bomba esperando a explotar.
¿Cómo prevenir sexting en los adolescentes?
Éstas son algunas recomendaciones que hacen fuentes especializadas de protección a menores en Internet:
Hacer hincapié en la privacidad. Sexting es un fenómeno que se acentúa con la pérdida de claridad de las fronteras de privacidad, especialmente con lo intrusivas que pueden llegar a ser las redes sociales. Se recomienda que los padres de familia tengan conversaciones con sus hijos sobre la importancia de la privacidad, que va desde los datos personales hasta fotografías íntimas.
No dejar que el menor pague su propia cuenta del móvil. Se ha descubierto que si un menor paga su cuenta del dispositivo móvil, se siente merecedor de autonomía y le da una falsa sensación de adultez.
Evitar que los menores tengan computadoras portátiles o en su habitación. El poner una computadora en un área pública previene comportamientos derivados del exceso hormonal e influencia de páginas de contenido explícito. Poner límites de tiempo, evitar que durante la noche los chicos y adolescentes tengan acceso a sus dispositivos móviles.
Hablar con los menores sobre cómo al enviar información, se pierde control sobre la misma, siendo imposible saber de antemano el alcance que tendrá. Para los adolescentes es fácil hacer sexting con sus parejas, ya que sienten plena confianza con esa persona.
Hablar con los menores sobre mantenerse al margen de sexting, ya que aun cuando no sean ellos los que toman las fotografías, podría llegar a sus manos una fotografía de un tercero que algunos casos pueden ser personas dedicadas a la trata y ese problema puede agravarse de por vida. Si es el caso, lo mejor es abstenerse de reenviarlas. Igualmente lo mejor es evitar solicitar imágenes explícitas y es una buena idea el hacerles ver los riesgos que existen si la fotografía de su novio o novia cae en las manos equivocadas.
Hacerles ver que en algunas jurisdicciones el intercambio de fotografías explícitamente sexuales donde aparecen menores de edad es considerado como pornografía infantil y, por tanto, es penado por la ley. Esto es independientemente de si las fotos fueron tomadas con consentimiento o no de la persona que aparece en ellas; el intercambio, el reenvío de las fotos de este tipo es considerado un delito.
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