
Actualmente en la dieta de las familias no puede faltar una deliciosa pasta, pero es mejor conocer sus propiedades nutritivas para disfrutarla sin culpa, ya que contiene carbohidratos.
Se dice que la pasta fue introducida en Italia por Marco Polo en algunos de sus numerosos viajes a Oriente, sin embargo, su origen pudo haber estado en muchas civilizaciones, ya que en su elaboración, se utilizan granos triturados mezclados con agua, cociéndolos posteriormente y obteniendo así una pasta comestible. Lo que si está claro es que la combinación entre la pasta y la salsa de tomate.
Las pastas son los productos obtenidos pro desecación de una masa no fermentada, elaborada por sémolas, semolinas o harinas procedentes de trigo duro, semiduro o blando y mezcladas con agua. Son muy conocidos los deliciosos fideos, macarrones, espaguetis, así como las pastas de los raviolis, canelones o lasagna.
Entre los ingredientes opcionales están:
Existen distintos tipos de pastas según materia prima utilizada en su elaboración, o bien por la adición a ésta de otros componentes o de sus formas y tamaños.
Las pastas presentan una gran variedad de formas: largas, cortas, cabello de ángel (Capelli d´angelo) ideal para caldos, en forma de lenguas (linguine), las más solicitadas son los espaguetis, (spaghettini), el bucatini o espaguetis con agujero, los bucatoni, que son más gruesos, los fusilli lunghi o resortes largos, el fettuccine, las tagliolini, los maccheronis o macarrones y muchas otras más, todas muy combinables, en sopas, con verduras de todo tipo, rellenas o con diferentes salsas o carnes.
También se han elaborado con diferentes verduras para darle diferente color, con jitomate, espinaca, azafrán, remolacha, albahaca, champiñón..., hasta pastas de color negro por la tinta de calamar utilizada en la mezcla.
Lo más importante de la pasta es su valor nutritivo, ya que contienen fibra, vitaminas y minerales, que se incrementa según el alimento con que se complemente o combine.
Los hidratos de carbono (almidón) son los nutrimentos más abundantes. La proteína más importante de la pasta es el gluten que le confiere su elasticidad típica. Las pastas contienen baja cantidad de grasa, y esto lo incrementan solamente con los alimentos que se le adicionan.
Su consumo de pasta no debe ser diario, se recomienda por lo menos una vez a la semana, alternando con otros platos como legumbres y arroz. Entre uno y tres días si se consume como sopas o como plato principal (a condición de no enriquecerlas demasiado con grasas ya que doblarán su valor energético) o como guarnición de un segundo plato.
Por su elevado contenido en almidón, las pastas son alimentos de alto valor energético. Esta característica hace que este alimento sea recomendable en la dieta habitual de cualquier persona, y especialmente de quienes necesitan un mayor aporte energético, como ocurre en la niñez, la adolescencia y en personas con profesiones de gran actividad o desgaste físico. Asimismo, en determinadas enfermedades y en situaciones de convalecencia, hace falta aumentar el aporte energético y las pastas son un buen alimento para conseguirlo.
Una de las marcas más consumidas de pasta es Barilla, elaborada con los mejores trigos duros, con más proteínas, carbohidratos y no incluyen ningún aditivo. Su proceso de fabricación, evita que la pasta desprenda harina durante la cocción, por lo que conserva todos sus valores nutrimentales y ayuda a tener una mejor digestión y en su consumo no se debe preocupar por subir de peso porque contienen únicamente 1.5% de grasa y es libre de colesterol.
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