Escenario

Tenemos la carne, una alucinante y perversa representación de México

La ópera prima de Emiliano Rocha Minter continúa causando polémica, por su alto contenido de violencia y sexo, esta vez, en el Festival Internacional de Cine de Morelia

Jóvenes sonrientes
Jóvenes sonrientes Jóvenes sonrientes (La Crónica de Hoy)

El cineasta Emiliano Rocha Minter fue uno de los pocos mexicanos que representaron a México en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes, al presentar su ópera prima Tenemos la carne en las Galas de Boold Window, una de las secciones paralelas del encuentro cinematográfico. A partir de entonces el filme ha brillado por la polémica que ha generado debido a su alto contenido de violencia y sexo.

El filme llegó a México para estrenarse en la competencia al Mejor Largometraje Mexicano del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), precedido de tener el récord de más personas que han abandonado un filme en el festival de cine fantástico y terror SITGES, el más importante del mundo, y un fenómeno parecido en otros importantes como FrightFest, Neuchâtel y Bruselas.

El filme que cuenta con el respaldo público de los directores Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, y Carlos Reygadas, cuenta la historia de dos hermanos (María Evoli y Diego Gamaliel), que encuentran refugio en uno de los últimos edificios en pie de la Ciudad de México, tras un devastador conflicto. Adentro, conocen al enigmático e inquietante Mariano (Noé Hernández), quien los libera de las ataduras morales de una sociedad en ruinas. 

“Es una alegoría de México, es una película que aborda el imaginario de lo que pasa en la mente de un diputado que se queda dormido en un curul y el sueño que tiene es muy loco. No se trata de una crítica, sino explorar ese imaginario desbordado para entender México, al menos la historia reciente”, expresó el realizador Emiliano Rocha Minter, en conferencia de prensa.

“Quería hablar del México profundo, que está muy presente en la cotidianidad mexicana, siempre hay como unos abismos muy misteriosos, en lugares o miradas, si vas en la calle hay muchos tiempos pasando en el mismo espacio y un poco el chiste era mostrar cómo estos personajes se encuentran como en un viaje temporal. Como que en esa cueva se encuentra la sangre del narcotráfico y la herencia prehispánica. Como que todos los tiempos se empiezan a mezclar, el viaje al pasado es un viaje al interior”, añadió.

Egresado de la Escuela Nacional de Arte y Grabado, Rocha Minter dirigió en 2003 el cortometraje Dentro el realizador presenta una historia alucinante y que muestra al límite las fantasías sexuales y perversiones, en un filme difícil de digerir. Con esta historia el cineasta buscaba  hablar sobre el lado oscuro o malvado del ser humano a través de una metáfora sobre viajar en el interior de las personas para encontrar un lugar en el que se vale romper las reglas morales: “El resultado es una película que se trata sobre los interiores, es una cueva que ellos construyen con sus manos que se vuelve como un útero o una especie de cráneo en el que se puede explorar la mente del personaje principal”, comentó.

El filme es protagonizado por María Evoli, Diego Gamadiel y Noé Hernández, este último quien habló de su experiencia: “Emiliano me mandó el guión y no lo pude entender. Hasta la fecha sigo sin hacerlo y la verdad es que no me interesa entenderlo. Tenemos la carne no es una película para explorarla racionalmente, no es para alguien que quiera entenderla aristotélicamente con un inicio, desarrollo y desenlace. Hay que sentirla más que entenderla. Cuando leí el guion llegó un momento en que me removían cosas y esa fue en un principio la premisa por la que le dije a Emiliano ‘Ok, vamos a hacer la película’”, concluyó.

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