Opinión

Granadazo. ¿Venganza de huachicoleros?

Atentado Automóvil donde viajaba el fiscal general de la FGR en Tamaulipas. (Especial)

La ejecución del delegado de la Fiscalía General de la República en Tamaulipas, Ernesto Vázquez, fue leído en la frontera como la furiosa respuesta de las bandas dedicadas al huachicol fiscal, ante los operativos del gobierno federal que les han causado pérdidas millonarias.

Se trata de un asunto de la mayor importancia. La delincuencia organizada que opera en Tamaulipas tomó la decisión de responder con fuego al gobierno federal por afectar sus negocios. Para emprender el análisis hay que partir del hecho de que el atentado contra el delegado se registró en una concurrida avenida de Reynosa, el bulevar Hidalgo, ante docenas de personas que atestiguaron atónitas un nuevo episodio de violencia extrema en esa localidad que hace frontera con Texas en Estados Unidos.

El comando agresor, según testigos, usó granadas y fusiles de asalto. Circulan en las redes videos en los que se aprecia que el funcionario federal logra salir de su camioneta solo para ser rematado en el suelo. Su sangre mancha el asfalto. Ni policías locales ni agentes de la fiscalía estatal dieron muestras de querer hacer su trabajo. Un civil en short negro se tomó la molestia de alejar el cuerpo de Neto Vázquez del auto en llamas.

Una vez que la ejecución se consumó comenzaron, como suele ocurrir, las condolencias y las ofertas de investigación. La prensa local dijo que se trató de un operativo hecho por profesionales de alto nivel y ubicó el atentado en el marco de los golpes del gobierno federal al huachicol fiscal que por años se llevó a cabo sin que nadie obstaculizara sus operaciones.

Apenas el pasado 26 de julio, el delegado de la FGR encabezó un operativo en la colonia La Escondida de la misma ciudad de Reynosa en el que se logró el decomiso de casi dos millones de litros de huachicol y nueve tractocamiones, además de casi 40 tanques de almacenamiento. Según analistas hay señales de asociación entre los sicarios tamaulipecos y los integrantes de La Barredora en Tabasco. Peor, imposible.

La comunidad empresarial de la ciudad reaccionó de inmediato diciendo que ese tipo actos no solo son una grave amenaza para la seguridad individual sino para el tejido social y económico de la región. La presidenta Sheinbaum dijo que será el Gabinete de Seguridad quien proporcione información sobre el caso y el papel que desempeñará el gobierno federal toda vez que la víctima era un funcionario federal de alto nivel.

Como existen varios videos del momento del ataque los investigadores, si hay interés en llegar al fondo del asunto, tienen tela de dónde cortar. Se conocen las características de los vehículos utilizados e imágenes de los posibles atacantes, así como las rutas de escape. No puede soslayarse que el bulevar Hidalgo es una de las principales arterias de la ciudad Reynosa y por lo mismo está plagada de cámaras de videovigilancia. Si hay voluntad política de esclarecer el crimen, puede lograrse.

Glifos

Israel Vallarta, presunto líder de una banda de secuestradores, recuperó su libertad después de un proceso que mostró todas las miserias del sistema judicial mexicano. Casi dos décadas en prisión sin recibir sentencia. Vallarta, ya en la calle, se asume a sí mismo como una suerte de líder social y ya incluso pidió una entrevista con la presidenta Sheinbaum, lo que resulta francamente desorbitado.

Hubo errores graves en el proceso, pero no se le declaró inocente por la sencilla razón de que el proceso nunca concluyó. Sin embargo, los testimonios de las víctimas de la banda de secuestradores ahí están y no han sido desmentidos. Tan grave como detener a un inocente es permitir que un culpable no solo esté libre, sino que se quiera posicionar como dirigente social para sacarle raja financiera a su historia. Hay que irse con cuidado.

Tendencias