
Que un artículo original en el que eres el autor responsable sea resaltado en la portada de una revista de alto nivel es algo que cuando ocurre, te llena de mucha satisfacción. He sido profesor visitante en varias universidades en Estados Unidos y, cuando te entrevistas con investigadores del grupo al que visitas, puedes ver que algunos de ellos tienen en su oficina un cuadro con una portada de una revista, que con frecuencia contiene imágenes histológicas. No tienes que preguntar. Sabes que esa portada en el cuadro es porque fue un artículo original de la persona con quien estás platicando y escogieron una imagen para la portada. Recuerdo la primera vez que una fotografía de un artículo de mi mentor Steve Hebert fue elegida para la portada de una revista. Lo puso en un cuadro en su oficina. En enero de 2023, el Journal of the American Society of Nephrology utilizó la figura final de un artículo nuestro para la portada. Por supuesto, el cuadro está en mi oficina.
Esta revista que conocemos como JASN, por sus siglas, la vi nacer hace 35 años y fui testigo de cómo se fue posicionando para convertirse en una de las revistas más influyentes en el mundo de la nefrología, junto con el Kidney International, que nació dieciocho años antes, en 1972. El JASN es hoy una revista en que todo investigador en nefrología quisiera publicar alguna vez. Es difícil y complejo, pero no es imposible. Hemos publicado algunos artículos en JASN a lo largo del tiempo, el primero fue en 2003 y el último (de nueve) en 2025.
En un trabajo previo, también publicado en JASN (doi: 10.1681/ASN.2017111155), observamos que, en la nefrona distal, la activación de un receptor de membrana que censa el calcio modula la actividad del cotransportador de sal que, a su vez, define cuánta sal llega a la orina final y con esto regula la presión arterial. Si se activa el receptor por calcio, aumenta la función del transportador, con lo que disminuye la cantidad de sal en la orina y aumenta la presión. Luego aprendimos por un trabajo de otro grupo que, en presencia de azúcares, como la glucosa o la fructosa, el receptor se activa con menos calcio y esto nos llamó la atención porque, en la nefrona distal, la llegada de glucosa o fructosa en condiciones normales es nula, pero hay dos condiciones que se asocian con hipertensión arterial y en las que llegan en forma anormal estos azúcares a la nefrona distal, que son la diabetes mellitus y la ingesta exagerada de fructosa (v.gr. refrescos azucarados).
En el trabajo elegido para la portada (doi: 10.1681/ASN.2021121544) mi alumna Jessica demostró en células en cultivo, en ratones y en humanos que, si llega glucosa o fructosa a la nefrona distal, se activa el receptor de calcio (sin que haya cambiado la concentración de calcio) y eso aumenta el transporte de sal, lo que podría ser parte del mecanismo para el desarrollo de hipertensión en los pacientes que viven con diabetes o que toman muchos refrescos azucarados.
Jessica hizo un gran trabajo y logró la aceptación del artículo después de lidiar con cinco revisores. Cuando leí las galeras antes de su publicación, me di cuenta de que, en el mismo número, se publicaría un editorial para resaltar los resultados de nuestro trabajo, lo cual me dio mucho gusto. Pero nunca esperé recibir un correo indicando que la figura final de nuestro trabajo sería la portada de ese número. Para agregarle medallas a Jessica y su trabajo, hace unos meses recibió el premio Weizmann 2024 a la mejor tesis doctoral en ciencias naturales que otorga la Academia Mexicana de Ciencias.