Opinión

Adán Augusto, golpeador designado

El presidente López Obrador llegó a la conclusión de que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, le sirve más como golpeador designado que como conciliador. Por eso lo lanzó a la primera línea de combate contra la oposición.

Adán Augusto López, Secretario de Gobernación, durante el evento “Unidad y Movilización para que siga la Transformación”

Adán Augusto López, Secretario de Gobernación, durante el evento “Unidad y Movilización para que siga la Transformación”

Cuartoscuro

Lo raro es que Adán Augusto se posicionó rápido como secretario de Gobernación, al grado de que AMLO lo metió al Top 3 de corcholatas preferidas para la sucesión, porque buscó un diálogo respetuoso con todas las fuerzas políticas para abonar a la gobernabilidad y a la vida democrática.

Eso le sirvió en su primer año como responsable de la política interior, pero ahora, de unas semanas a la fecha, trae los guantes puestos. Suelta descontones sin medir consecuencias, como ese disparate de que los tabasqueños son más listos que los norteños. No parece.

La verdad es que Adán Augusto asumió su papel de golpeador sin estar bien entrenado. Hasta para pegar hay que preparar los epítetos. Sostener que hay más violencia en los estados gobernados por mandatarios surgidos de un partido de oposición, es dar por hecho que son de la oposición los gobernadores de Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Sonora, Colima, por mencionar estados con problemas graves, y no es cierto, todos ellos son morenistas.

El presidente quiere vender a Adán Augusto como un hombre fuerte, que prefiere mil veces un buen pleito a un mal arreglo. Acaso eso va más con su verdadera personalidad política y, además, ojo, deja libre todo el flanco de la negociación y los buenos modales a Claudia Sheinbaum, la corcholata preferida que es la primera opción de AMLO rumbo al 2024, siempre y cuando no encuentre, de aquí a un año, una forma de quedarse él mismo en Palacio Nacional.

Lo que parece es que López Obrador quiere darle un perfil diferente a cada corcholata, como quien diseña un grupo pop. Claudia es la única con formación progresista que puede darle una vuelta de tuerca a la 4T. Adán Augusto es el hermano en quien se puede confiar y que será un dique contra cualquier ataque en contra de AMLO y su familia. Marcelo es político pragmático, que le saca provecho a cualquier situación, y que tiene un diálogo fluido con los centros de poder real dentro y fuera del país.

En el cálculo del presidente Adán Augusto peleará sobre todo contra el PAN, MC y el puñado de integrantes del Grupo Plural, además de una parte, pequeña, del PRI, porque la otra parte del PRI, al parecer mayoritaria, ya integra el grupo de autodefensa de la 4T. El secretario de Gobernación arrancó un road show por todo el país para apoyar en los Congresos estatales las iniciativas de su jefe el presidente. Es una forma ingeniosa de hacer campaña a costa del erario, tratando de tomarle el pelo a los organismos electorales, que son por cierto las siguientes víctimas de ese monstruo político que responde al nombre de PRIMOR.

¿Los tabasqueños también se creerán más listos que los chilangos? De ser así, de seguro el grupo de Adán Augusto pensará que tiene más posibilidades de quedarse con la nominación presidencial de Morena que el grupo de Claudia Sheinbaum, compuesto en su mayoría por oriundos de la capital del país.

Si de verdad el secretario de Gobernación cree que los tabasqueños son los más listos, lo que Adán Augusto López necesita para ganar la nominación presidencial de Morena en el 2024 es que este partido, en lugar de una batería de encuestas, haga una prueba de IQ.

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