Opinión

El jugador de la semana

Adán Augusto López es el jugador de la semana. El secretario de Gobernación se echó al equipo de la 4T sobre los hombros y lo está sacando del pantano.

Tuvo un gesto de histrionismo monumental: cuando se acercó en San Lázaro a la oreja de Alito Moreno, como si fuera Mike Tyson a punto de darle un mordisco a su oponente, pero él, Adán, con un susurro dejó a Alito en la lona, noqueado.

Adán Augusto López, secretario de Gobernación, se despide de Alejandro Moreno

Adán Augusto López, secretario de Gobernación, se despide de Alejandro Moreno

Cuartoscuro

Igual y no le dijo nada importante y se limitó a anunciarle que al rato comían esos tamales de chipilín del Metro Nativitas que tanto le gustan a los tabasqueños, pero como pareció que le transmitía una orden quedó como la mano que mece la cuna a la vista de todos.

El secretario de Gobernación también sumó puntos en su encuentro con los senadores de Morena, sobre todo porque encontró el “tono” idóneo para hablar con Ricardo Monreal al lado, buscando acercarlo, pero sin desconocer la rebeldía del zacatecano.

Total, una corcholata que ayuda al presidente, no una corcholata a la que el presidente tiene que ayudar.

Las tribus del PRI

El efecto Alito convierte al PRI en una versión recargada del PRD, con tribus que se mandan solas.

El ejemplo más claro de la balcanización tricolor son los diputados y senadores que parecen legisladores de partidos diferentes, con visiones distintas, sin reconocer la autoridad de nadie, cada quien con su cacho de partido.

Algo similar ocurre con los priistas del Edomex y Coahuila, que están procesando su cambio de gobierno como si la dirigencia nacional estuviera pintada. Al parecer sí lo está.

El problema principal con la dirigencia nacional actual es que se percibe que hará cualquier cosa por salvar el pellejo del presidente del CEN y las consecuencias que eso tenga en el partido es algo secundario.

Eso parece. Y en política, se sabe, lo que parece es.

Marina no puede responder eso

Tal parece que para conocer el estado de salud que guarda el ahuehuete que se plantó en Reforma, en lugar de la palma, hay que saber ciencias ocultas. No botánica, sino nigromancia y como la secretaria de Medio Ambiente, Marina Gómez, no es maga, no puede responder eso. ¿A quién les recuerda?

Lo cierto es que el árbol se ve muy desmejorado. Como está en un sitio emblemático de la ciudad la gente tiene curiosidad. ¿Qué pasó? Si hubo vandalismo malo, si no saben cómo cuidarlo, peor.

Dice la secretaria que alguna gente se llegó a subir al ahuehuete, acaso para tomarse selfis. Total, ni ciudadanos ni funcionarios lo protegieron y ya está en las últimas.

La crisis de Arganis

Para nadie en la SCT fue una sorpresa que el ingeniero Jorge Arganis Díaz-Leal se separara temporalmente del cargo.

Muchos dicen que ejercía el puesto de manera, digamos, honoraria, por su larguísima y respetada carrera, pero no como una presencia sustantiva en la dependencia.

Se queda al frente Jorge Nuño, uno de los subsecretarios que ha tenido una carga extra de trabajo desde hace meses.

Ojalá Arganis supere rápido esta crisis.

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