Opinión

Ajedrez capitalino

Desde 2012 y después de la llamada reforma laboral, parte de las reformas estructurales del Pacto por México, en la cual Martí Batres —en aquel momento diputado plurinominal del PRD- tuvo un encontronazo con una puerta de cristal a la entrada del edificio en el que se dictaminaría la reforma, decidió no volver a ser parte de la segunda división del ejercicio del poder.

Así, renunció al Sol Azteca terminando el primer periodo legislativo e inició la ruta de construcción de Morena. Fue presidente de ese instituto político, como representante más joven de la “famosa generación del 86” y recorrió la CDMX en búsqueda de la jefatura de gobierno. Visitó empresarios, convocó a actores políticos, designó candidatos —entre los que destaca el cantante ex Garibaldi Sergio Mayer— y finalmente, como compensación, le fue entregada la candidatura en primera posición al Senado de la República por la capital del país.

Después de la derrota profunda sufrida por Morena en 2021, en la que perdieron 9 alcaldías y una cantidad muy importante de distritos locales, en Palacio Nacional designaron al Maestro Batres, Secretario de Gobierno de la ciudad, para calmar al grupo de los puros (encabezado por Bertha Luján, Irma Eréndira Sandoval, el “Fisgón”, Taibo II, y otros), y frenar el reparto de espacios del Comité Ejecutivo Nacional a integrantes del mismo.

Martí Batres, jefe de Gobierno de la CDMX

Martí Batres, jefe de Gobierno de la CDMX

Su paso fue discreto y disciplinado, apostando por la compensación por sus esfuerzos, incluyendo o sobre todo el del 2018, situación que fue ejecutada al ser designado Jefe de Gobierno sustituto. Ese momento tan anhelado fue fortalecido por los puros y utilizado para impulsar la candidatura de Clara Brugada. El audio publicado en el que narra ciertos hechos que afirmó que fue hecho por inteligencia artificial, solo evidencia que esas órdenes fueron cumplidas tal cual como lo dijo y tal cual como lo anticipó la sociedad; Harfuch había ganado, pero Brugada se había impuesto.

En esa lógica, Martí Batres acelera y confía en que esa confianza y compensación alcanza para ganar el 2024 en la ciudad para él y su grupo, y sobra para el talento que tiene.

Con algunas variaciones, el equipo que administra el antiguo palacio del Ayuntamiento se impuso finalmente en las alcaldías Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan, y todavía en negociaciones para no soltar, aunque al final lo hará, en Iztapalapa, Iztacalco, Xochimilco y Milpa Alta. El resto ya con evidentes candidatos, por el control que ejercían los grupos dominantes y donde no existía ni discusión, por ejemplo, Venustiano Carranza o Tláhuac.

En ninguna de las primeras alcaldías mencionadas son los perfiles más competitivos ni los que la ciudad demanda, pero sí los que se aferraron —desde el poder— al favoritismo personal. Al igual que con Clara Brugada, será un muy duro inicio de precampañas, y más aún, cuando desde adentro ya les amargan la fiesta al lugar que pisan. Santiago Taboada ya ha empezado a contactar a los candidatos perdedores porque sabe que ahí es tierra fértil y muy deseada, por la diferencia que pudieran marcar en el rumbo de la ciudad.

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Es decir, la ciudad está en competencia, seria y compleja, lo que hace dudar si no es en realidad una estrategia de Palacio Nacional para ahogar y concentrar a los llamados puros, en la ciudad de México, y que dejen a la candidata recorrer el país y diseñar su gabinete en paz. Si no, revisen el equipo de campaña nombrado por ella y comenten quién de los puros está representado allá.

Es pregunta.

Por cierto:

EVASORES. Los alcaldes de Toluca y Tianguistenco siguen evadiendo la justicia. PRI, PAN y PRD del EDOMEX difieren en sus posturas. ¡Ay manita!

Vivo la noticia, para contarle la historia

@juanmapregunta