Opinión

Las decisiones

Las decisiones o actos que realizamos en el pasado fueron efectuados de acuerdo a las circunstancias existentes entonces, de manera que no podemos juzgar nuestros actos del pasado de forma objetiva porque nuestros pensamientos han cambiado, y las circunstancias también, así que hoy muy probablemente tomaríamos otro tipo de decisiones.

Pero no hay que preocuparnos , las ofensas, desilusiones, injusticias y privaciones, que tuvimos en el pasado ya no pueden dañarnos en el presente. De tal manera que lo mejor es centrarnos en vivir nuestro presente, pues el pasado ya pasó y no vale la pena vivir de recuerdos. El futuro no sabemos si llegará. Entonces mejor vivamos un presente eterno, sin las limitaciones que nos auto imponemos.

En cuanto a las decisiones sobre mi persona, debo confesar que soy difícil de persuadir cuando ya he tomado una decisión, porque prefiero no culpar a nadie de mis errores, faltas o infortunios, como tampoco deseo otorgarle el mérito a nadie de mis triunfos, aciertos y, sobretodo, mi felicidad.

Lo anterior lo digo, porque creo que uno mismo debe ser el juez de sus propios actos. Celebrar nuestros aciertos y virtudes. Reprobar nuestros errores y fallas y tratar de enmendarlos conscientemente para que no se repitan.

Creo firmemente que solo yo soy responsable de mis pensamientos y de mis actos. Por lo tanto, soy mi propio juez y no puedo engañarme a mí misma. Yo me he convertido en lo que soy, no tengo a nadie a quien culpar de mis errores y tampoco a quién agradecer por mis aciertos, sólo a UNO que me ha guiado, pues EL me ha dado el libre albedrío para tomar mis elecciones y mis decisiones.

Cuando me piden una opinión, procuro ser honesta al brindarla porque creo que las opiniones de los demás influyen en la toma de decisiones del individuo y si alguien por mi opinión tomara una decisión errónea aceptaría de buen grado mi equivocación, pero no me sentiría jamás culpable pues considero que al final cada quien es responsable de sus decisiones.

Considero que lo único que realmente nos diferencia a los seres humanos, son las decisiones o elecciones que tomamos en la vida, para bien o para mal, y que eso, va mostrando el grado de moralidad que nos asiste.

A propósito, hay que saber qué la verdadera moral no tiene que ver con las circunstancias sociales de las personas, eso se tiene o no se tiene. Pobres o ricos pueden y deben aplicarla en todas las circunstancias de su vida, en público y en privado.

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La auto contención es lo único que nos puede conducir a poner límites a la inmoralidad que no deberíamos traspasar nunca, y todos sabemos cuales son éstos.

Lo anterior se menciona porque como todos somos humanos, somos capaces de todo. Tanto de la más alta moralidad y espiritualidad como de la más profunda denostación de nuestra especie. La invitación es a no normalizar la degradación en el ser humano, sino tratar de preservar las más altas virtudes que son las que enaltecen al hombre y conducen a las sociedades a convivencias pacíficas y armoniosas.

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