Opinión
Dr. Mario Antonio Ramírez Barajas - "Para entender el deporte" 

Deportistas convertidos en artistas

UN CAMINO DE DOS VÍAS

Así como hay muchos escritores y artistas famosos que han practicado el deporte, como se mencionó en la columna anterior, es frecuente también encontrar quienes han recorrido el mismo camino en sentido contrario.

De alguna manera el deportista profesional tiene una gran carga actoral en su conducta, basta ver el teatro que hacen los futbolistas cuando apenas los rozan para considerar proponerlos al Oscar por mejor actuación fingida en un partido.

En particular los luchadores profesionales “trabajan”, a partir de un personaje, con rasgos de conducta bien definidos y en la caracterización de este estructuran su “actuación”.

No se me malentienda, la lucha libre profesional, al menos en México, es un espectáculo serio, con grandes atletas capaces de desempeñar el rol del personaje asumido por ellos, hasta las últimas consecuencias.

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DE LA CANCHA A LA PANTALLA

Pelé, junto a Alberto Ardiles y Terry Bradyn tienen personajes fundamentales en una película llamada “Victoria”, coprotagonizada por Sylvester Stallone, al final se trata de un partido de futbol en contra de los nazis en un campo de concentración en donde Lance Armstrong, famoso ciclista estadounidense, encarna a un motivador importante en “Dodge Ball”; y no hace mucho, en “The Hangover”, (en español, “la cruda”), actúa Mike Tyson en un papel excéntrico y no lo hace nada mal, por cierto.

El ganador del Super Bowl, Mike Ditka en “Kicking and screaming” ayuda a un entrenador escolar a ganarle un juego crítico a su propio padre.

Bubba Smith dio vida a “Higtower, en la famosa saga de películas de comedia “Police Academy; John Matuzak, ganador de los Super Bowl XI y XV con los Raiders de Oakland, es recordado por ser parte del elenco en “The Goonies”.

Dawyne Johnson, uno de los mejores luchadores de la lucha libre profesional en Estados Unidos, se ha destacado enormemente en infinidad de películas a las cuales ha logrado trasladar su capacidad histriónica famosa en el encordado, a las pantallas de cine; al día de hoy, se le puede considerar una estrella vigente en Hollywood.

EN MÉXICO NO CANTAMOS MAL LAS RANCHERAS

Raúl “Ratón” Macías, Carlos Zárate, Ultiminio Ramos y Rodolfo Casanova, aparecen en 1980 en la película “Buscando un campeón”, tratando de ser mentores de otro boxeador famoso y campeón mundial “El Gato González”; en “Atlético San Pancho”, del multipremiado director Fernando Sariñana, a quién por cierto la banda sonora de sus películas la hace uno de lo más talentosos músicos mexicanos, Enrique Quezadas, quien ha ganado dos Arieles y dos Diosas de Plata por sus obras cinematográficas, cuenta con la participación de los futbolistas Alberto “Figura” Estrada y Alex Aguinaga; Jorge Campos actúa en “Entrenando a mi papá”.

En una película de la época del cine de oro mexicano llamada “Las chivas rayadas”, José Manuel Espino “Clavillazo”, es acompañado por “históricos del futbol mexicano: Salvador “Chava” Reyes, Antonio “la Tota” Carbajal, mítico portero, Guillermo “el Tigre” Sepúlveda y el “Jamaicón Villegas”, en una trama de suspenso detonada a partir de secuestro de uno de ellos.

En “La Hacienda del Terror”, comparten créditos Jesús Corona y Oswaldo Sánchez y, finalmente, sin que sea esta una lista exhaustiva, en “Lo Fenómenos del Futbol”, se incorporan al elenco Ignacio “El Cuate” Calderón, Isidoro “El Chololo” Díaz y Jaime “Tubo” Gómez, entro otros.

La verdad no sabría cómo calificar con claridad y objetividad la participación de deportistas en las bellas artes y en particular en el cine, pero lo que sí me queda muy claro es que los mexicanos somos buenísimos para poner apodos.