Opinión

Hipertensión arterial sistémica

Poco más de dos años escribiendo de COVID amerita una pausa. Qué les parece si aprovechamos que el COVID anda medio escondido para hablar de otras enfermedades. Voy a empezar con la que más me interesa y a la que le he dedicado mi carrera como investigador.

La hipertensión arterial sistémica es la enfermedad más importante que hay en adultos. Van a decir: claro, lo dice porque es la que él trabaja. Primero, es la más frecuente. En mayores de 18 años ocurre en cerca del 20 %. Si nos vamos a mayores de 40 años, ocurre en 30 % y en mayores de 45 años que viven en ciudades industrializadas, ocurre en 40 a 50 % (4 a 5 de cada 10). Si estos grupos los acotamos a quienes tienen sobrepeso u obesidad, los porcentajes aumentan todavía más. Segundo, la hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa: no produce síntomas, pero acelera procesos de ateroesclerosis que terminan en infartos de miocardio, cerebrales o insuficiencia renal. Es decir, el paciente tiene alguno de estos eventos años antes de lo esperado, por haber tenido la presión elevada. También produce insuficiencia cardíaca. Imagínense un ventrículo izquierdo que, en reposo, cada vez que quiere expulsar sangre a la aorta (70 veces por minuto, o sea, al menos 100,800 veces en un día), en vez de tener que vencer una fuerza de 80 mmHg, para abrir la válvula aórtica, deba subyugar una de 100 o 110. Un día, se cansa. Por las razones anteriores, la hipertensión arterial es el factor de riesgo número 1 en el mundo. Produce más muertes que el cáncer, el alcoholismo, el tabaquismo y los accidentes. ¿Ven por qué es tan importante?

La buena noticia es que la hipertensión arterial es una enfermedad muy fácil de diagnosticar y de tratar. Medir la presión arterial es un procedimiento simple. Todos los consultorios médicos y hospitales tienen equipo para hacerlo e incluso se puede adquirir uno para hacerlo en casa. No es costoso. La mala es que hay muchas personas que no saben que la tienen o, ya fueron diagnosticadas, pero no se apegan al tratamiento. Cambios en el estilo de vida son útiles para disminuir la presión. Esto incluye, hacer ejercicio, bajar de peso y procurar una dieta con menos sal y más potasio. Si con esto no se reduce suficiente, contamos con más de diez diferentes medicamentos antihipertensivos y la gran mayoría de los pacientes tienen buen resultado tomando solo un tipo. El problema es que se convierte en un tratamiento que deben tomarlo todos los días pacientes que no tienen ninguna molestia, por lo que con el tiempo es relativamente frecuente que se abandone.

La hipertensión arterial en la mayor parte de los casos se debe a mala comunicación entre la presión arterial y la excreción urinaria de sal, por lo que el individuo va reteniendo poco a poco sal a lo largo de la vida hasta que llega el momento en que termina por subir la presión arterial, para poder eliminar adecuadamente la sal. El humano surgió del desierto del Subsahara. Quienes sobrevivieron fue porque tenían gran capacidad para retener sal. Miles de años después, descubrimos que salar la comida ayuda a conservarla y sabe mejor. Por eso, hace miles de años a la gente le pagaban el trabajo con sal. Por eso se llama salario. Hoy en día consumimos muchas veces más sal de la necesaria y quienes tienen predisposición genética terminan desarrollando hipertensión arterial. Si tienes más de 30 años y en especial, si hay obesidad o hipertensión arterial en tu familia, debes revisar tu presión arterial al menos una vez al año.

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