Opinión

Juan Pablo II no se olvida

Las redes sociales fueron una clara señal de que el papa polaco, amigo de México, no permanece en el olvido, pues este 22 de octubre, cuando la Iglesia lo celebra en términos litúrgicos, hubo un incremento notable de alusiones a su pontificado que fue uno de los más largos de la historia.

La razón por la cual se le recuerda este día, y no en la fecha en la que murió que fue el 2 de abril de 2005, se debe a que el ahora papa emérito Benedicto XVI lo beatificó el 1° de mayo de 2011, cuando se celebró el Domingo de la Divina Misericordia, coincidiendo con la fecha en la que él inició su pontificado.

Esta festividad, la Divina Misericordia, estuvo presente a lo largo de su vida, pues él introdujo el proceso de beatificación de la religiosa polaca Sor Faustina Kowalska, que fue la vidente de la Misericordia Divina y de la cual dejó constancia en su Diario; luego beatificó y canonizó a esta religiosa. Fue tan importante para Juan Pablo II este tema que su segunda Encíclica la dedicó a ella, y como si fuera poco, falleció en vísperas de la fiesta de la Divina Misericordia que es el domingo posterior a la Pascua.

Luego, el papa Francisco canonizó a Juan Pablo II, privilegiando también a Juan XXIII, y no movió la fecha que había establecido Benedicto XVI.

México tiene especiales motivos para recordar a Juan Pablo II, quien visitó nuestro país en cinco ocasiones; fue un gran devoto de la Virgen de Guadalupe a quien encomendó la evangelización en el siglo XXI, y estableció al 12 de diciembre como día de fiesta continental.

Mucho se debe a Juan Pablo II el que México y la Santa Sede reanudaran las relaciones diplomáticas, y esto trajo consigo la modificación de algunos artículos de la Constitución relativos a la libertad de culto y la redefinición de la palabra laico.

La Iglesia Católica, agradeció a los millones de devotos de la Virgen de Guadalupe, su colaboración para visitar a la Morenita en absoluto orden

Descripción de la imagen

Por lo demás, fue un hombre excepcional. Era el Papa viajero que recorrió una distancia equivalente a tres veces la distancia de la tierra a la luna; se quedó con las ganas de hacer algunos viajes, como a Rusia, pero externó mensajes de buena voluntad y paz para todos. Condenó de manera enérgica la Guerra contra Irak diciendo que los responsables de ella tendrían que responder ante Dios y ante la historia. Fue el hombre del año de la revista Time, y conoció y tuvo amistad con varios santos, entre ellos, la madre Teresa de Calculta, el Padre Pío, o la vidente de Fática Lucía dos Santos.

Rompió records de beatificaciones y canonizaciones; reformó el rezo del Rosario, publicó el Código de Derecho Canónico y del número de discursos que pronunció por todas partes, mejor ni hablar.

Influyó en la caída del Muro de Berlín y en cierto modo, en la desintegración de la URSS; condenó con energía a la mafia italiana; fue una voz enérgica en la defensa de la vida humana y de los derechos humanos: visitó mezquitas y sinagogas; convocó al Gran Jubileo del Año 2000, y también pidió perdón por los pecados de la Iglesia en el pasado.