¿Cómo lograr ser feliz?
Muchas de las incomodidades que sentimos estriban, en que a menudo consideramos que estamos siendo subvalorados. Por ejemplo, sentimos que estamos obteniendo menos salario del que merecemos, menos amor del que damos, o que tenemos menos amigos o posesiones de las que ambicionamos. Lo nocivo de esta actitud es que estamos pensando solo en lo que los otros pueden darnos, en lugar de pensar en lo que nosotros podemos aportar para su felicidad. Debemos saber que lo que nosotros brindemos hacia afuera, regresará a nosotros multiplicado, sea material o espiritual. La vida siempre te regresa lo que has sembrado.
Todos hemos experimentado sentimientos intensos de deber, dolor, decepción y rabia en nuestras vidas. Si alguien nos habla de felicidad cuando estamos atravesando esas circunstancias no queremos ni escucharlo, nos parece irreal y distante. Sin embargo, es en esos trances fuertes de la vida en los que más debemos recordar la felicidad. Intentar por todos los medios el tener presente, las bellísimas y exitosas experiencias que hemos vivido en el pasado, solos o en compañía. Aferrarnos a ellas, imaginando un futuro promisorio lleno de esos momentos. Puede parecer difícil, pero no es imposible. En los tiempos de angustia o desasosiego debemos recordarnos, que así como la tormenta pasa y el sol aparece, lo que estamos experimentando en ese momento pasará y nuestro corazón volverá a rebozar de alegría. Aún en esos momentos difíciles debemos de actuar con esa confianza, recordar la alegría y tratar de estar en paz.
Un camino para aprender a ser feliz, estriba en efectuar un cambio en nuestra mentalidad, es decir, sustituir las emociones y los pensamientos negativos que se agolpan en nuestra mente cotidianamente por pensamientos y emociones positivas. ¿Cómo? Pensar en el amor en lugar del odio o el rencor. Ver el lado positivo y la enseñanza en todas las situaciones que experimentamos y, observar las cualidades de la gente que nos rodea en lugar de estar señalando sus defectos.
Pero, este cambio de mentalidad solo tú puedes hacerlo, pues solo tú tienes el poder sobre ti mismo, nadie puede decirte que pensar, que sentir, qué ilusiones albergar o que rencores tener. Sólo tú puedes decidir con qué vivir dentro de ti. Es ahí, dentro de tu ser donde puedes crear tu propio infierno o tu propio cielo, nada ni nadie externo es responsable de ello. Sólo tú.
Todo lo anterior nos lleva a darnos cuenta de la gran responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos, ya que nosotros estamos creando el mundo que habitamos a través de nuestros pensamientos, sensaciones y proyecciones. Reflexionemos: si no nos gusta en dónde estamos o lo que sentimos actualmente, podemos simplemente decidir cambiar nuestra experiencia, si cambiamos nosotros primero, lo de alrededor nuestro también cambiará.
Conclusión: La creación de nuestra felicidad, pasa por asumir la entera responsabilidad de nuestra vida, reconociendo que en nuestro mundo interior podemos modificar lo que deseemos, ya que de hecho, es en lo único en lo que tenemos absoluto control.
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