Opinión

López Obrador y la cumbre de las Américas

Después de su gira por Centroamérica y Cuba, el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que analizaba declinar la invitación del presidente norteamericano, Joe Biden a la Cumbre de las Américas, en caso de que no se incluyera a Cuba, Nicaragua y Venezuela. En su intervención, el mandatario mexicano dijo: “estamos planeando que no se excluya a nadie, porque buscamos la unidad de toda América y sentimos que no debe de haber confrontación, que aún con las diferencias tenemos que dialogar y hermanarnos todos los americanos.” Candil de la calle oscuridad de tu casa: en política exterior el tabasqueño pregona la unidad, la no confrontación, que aun con las diferencias debe haber diálogo y hermandad; en política interior, en contraste, no se cansa de atizar la polarización, la confrontación, las descalificaciones de la disidencia y la negación sistemática del diálogo, la negociación y el compromiso, así como practica cotidianamente el encono y la exclusión.

AMLO en su conferencia mañanera de hoy

AMLO en su conferencia mañanera de hoy

Cuartoscuro

El hombre de Tepetitán, le echó la culpa a los cubanos anticastristas residentes en Estados Unidos de la política que practica este país contra el gobierno encabezado por Miguel Díaz-Canel. Al respecto AMLO declaró: “Hay grupos políticos en Estados Unidos que apuestan a la confrontación, y que quisieran tener de rehenes a los pueblos de América Latina y el Caribe, como es el caso del bloqueo a Cuba, que es muy promovido por políticos cubanos que tienen mucha influencia en Estados Unidos, pero considero indebido el bloqueo, inhumano, y además considero que es una vileza utilizar una estrategia política de esta naturaleza con propósitos político-electorales.”

Hay un romance entre el gobierno de AMLO y el de Díaz-Canel. El tirano cubano fue invitado a los festejos de la Independencia de nuestro país; López Obrador visitó Cuba, donde recibió la condecoración José Martí, la máxima distinción en Cuba; sin justificación alguna el gobierno mexicano contrató a 500 médicos cubanos dizque para suplir la carencia de especialistas en nuestro país. Dicho en otras palabras: un insulto a los médicos mexicanos y, en especial, a los cerca de 52 mil doctores desempleados. Prefiere andar de “queda-bien” con la tiranía cubana que ser justo con los médicos mexicanos.

Es curioso y con carente de significado que López Obrador esté defendiendo a tres tiranías que no tienen legitimidad, Cuba, Venezuela y Nicaragua. Como dijo el senador Marco Rubio: “No creo que los Estados Unidos de América deban, francamente, ser intimidados o presionados sobre a quien invitar a la cumbre que estamos organizando. Si no quieren venir, que no vengan.” Cada cual toma partido por el bando con el cual se identifica. Y López Obrador se alineó con las autocracias.

Daniel Ortega se reeligió por cuarta vez consecutiva en las muy cuestionadas elecciones del 7 de noviembre de 2021. Esos comicios tuvieron lugar tras una ola de detenciones de candidatos de oposición. Realmente, no fue una competencia justa, equitativa, imparcial y transparente, requisitos básicos de una contienda democrática. La dictadura conyugal formada por Daniel Ortega y Rosario Murillo ha hundido a Nicaragua en un régimen de terror. Cualquier persona por cualquier motivo puede ir a la cárcel.

Daniel Ortega traicionó a la revolución sandinista y a los nicaragüenses que dieron su vida en la lucha contra Anastasio Somoza Debayle. Dio la espalda a los ideales de Augusto C. Sandino (1895-1934) y del fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Carlos Fonseca Amador (1936-1976). Esto es, hacer de Nicaragua una democracia constitucional en la que prevalecieran las garantías individuales, los derechos sociales, el Estado de derecho, la división y equilibrio de poderes, un sistema electoral imparcial y un sistema competitivo de partidos.

Es más, hubo tiempo para que los sandinistas reflexionaran sobre la senda que habían tomado estando en el poder, cuando fueron derrotados por la Unión Nacional Opositora (UNO), una coalición de catorce partidos de oposición que postularon para la presidencia de la república a Violeta Barrios viuda de Chamorro, quien ganó las elecciones del 25 de febrero de 1990. Pero no fue así: en vez de optar por la democracia liberal, Daniel Ortega, con un sinfín de marrullerías, se hizo del poder e implantó el neo-somozismo.

Nicolas Maduro tampoco cuenta con legitimidad alguna; no es representante del pueblo venezolano. Sustituyó a Hugo Chávez en 2013, con base en un procedimiento irregular porque, de acuerdo con el artículo 233 la constitución, el cargo de presidente de la república—luego del fallecimiento de Hugo Chávez el 5 de marzo de 2013—lo debía ocupar el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

El 6 de abril de 2015, 33 líderes mundiales emitieron un manifiesto contra el gobierno de Maduro; la llamada “Declaración de Panamá” un comunicado para denunciar en la VII Cumbre de las Américas lo que denominó como “una alteración democrática” en Venezuela.

El 10 de enero de 2019, minutos después de que Nicolás Maduro prestara juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela para el período presidencial 2019-2025, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), aprobó una resolución en la que se declaraba ilegitimo a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.

Algunos analistas han puesto énfasis en el hecho de que no es conveniente confrontarnos con nuestro primer socio comercial, o sea, los Estados Unidos. Eso, sin dejar de ser cierto, es plantear el análisis en términos economicistas. Quisiera añadir al asunto el análisis político: a México le costó mucho trabajo conquistar la democracia, pero además mantener, de larga data, una política exterior diáfana, reconocida a nivel mundial.

Con esta toma de posición a favor de tres tiranías, López Obrador muestra un talante extremadamente peligroso tanto para nuestra la política interior como exterior.