Opinión

Miscelánea de noticias y Ley de Memoria Democrática en España

Con la alegría de tener a mi perrita Turandot en casa, desde el jueves pasado, no pretendo ahora realizar un ejercicio del libre fluir de la conciencia como la semana pasada, sino de comentar una entrevista que me pareció interesante en medio del maremágnum de noticias que recibimos todos los días, en los que ocurren tragedias terribles (choques, asaltos, asesinatos y todo lo demás que nos amenaza, y nos amenaza en serio, como el cambio climático; Vladimir Putin que amaga a Ucrania y encima quiere emprenderla contra una planta nuclear, lo que sería un desastre; la otrora democracia estadounidense, estudiaba por Alexis de Tocqueville, autor de La democracia en América, publicada a mediados del siglo XIX, una democracia consolidada a lo largo del siglo XX y a principios del XXI y que hoy peligra por los republicanos seguidores de Donald Trump y los grupos de supremacistas blancos, que no sé si llamarlos de ultraderecha o grupos de desquiciados sin idea alguna. ¿Y en Gaza, fue Hamás el que armó la trifulca, donde murieron más de 300 personas y 15 niños en tres jornadas, ante la muerte del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, quien salió al balcón en algún lugar de Kabul y lo mataron drones gringos? ¿ O la culpa recae en el ejército israelí? Por fortuna Egipto medió hace unos días y la arremetida entre israelíes y palestinos se terminó por esta vez. Según parece Hamás no quiso que se iniciara una guerra).

Guerra civil española

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Especial.

Después de mi digresión, concluyamos que el mundo es un niño pequeño con una bomba en las manos. México no canta mal las rancheras. Medio país se encuentra bajo la bota del crimen organizado, que despliega a sus sicarios para organizar bloqueos, quemar comercios, disparar a mansalva, amedrentar a la población. El ejército, cuando logra llegar a los sitios en problemas, se enfrenta al CO y no pocas veces pierden elementos. Al final, no resuelven mucho. Mi amiga Deborah y su familia, que entre otros ciudades han vivido en Chicago, ahora difícilmente salen a la calle en Irapuato, donde decidieron residir.

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Siempre existen las desgracias que viene solas, como la de los mineros en Sabinas, Coahuila. El 3 de agosto un grupo de ellos se topó con una mina vieja, llena de agua, que, al desmoronarse, inundó aquella en la que trabajaban. Hay 10 aprisionados, a los que intentan salvar con la ayuda de buzos de Sedena, un pequeño y diligente dron submarino y una jaula especial. ¡Que la buena fortuna asista tanto a los rescatistas como a los mineros atrapados! Todo México está al pendiente de estos hombres. Cabe mencionar que los mineros de Sabinas laboran todos sin prestaciones ni condiciones de seguridad y aún así se introducen en el fondo de la tierra para extraer carbón. Necesitan el empleo y los trabajos no abundan en esa zona.

Pero yo anuncié que trataría de una entrevista interesante. Perdóneme si tiene la paciencia de seguirme. Ahora nos remitiremos al pasado, a finales de los años treinta y principios de los cuarenta en la España plenamente franquista. Resulta que el Congreso de los diputados españoles aprobó el 14 de julio la Ley de Memoria Democrática. Con esta ley el Estado se obliga a procurar la búsqueda de miles de desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista “para devolverle la dignidad a las víctimas”. Valentín García, diputado español del PSOE, en una entrevista para José Luis Medina del diario Milenio (10-08-22) expuso que esta ley se apega a lo recomendado por las Naciones Unidas y de Derecho Humanitario Internacional.

De acuerdo con la nueva ley, se busca “seguir los principios de reparación, justicia y no repetición”. La no repetición me parece fundamental. Es difícil imaginar que los campos de España albergan bajo la tierra a miles de muertos no sólo de la encarnizada Guerra Civil sino de la violencia y la garra criminal franquista.

Muchos, que no sean españoles, creerán que esto, tan alejado en el tiempo, no tiene mucho caso. Pero resulta que todavía hay familias en España, heridas por la desaparición del abuelo, o la abuela, o la tía, o aquella prima miliciana de la que nadie volvió a saber. La nueva película de Almodóvar, Madres paralelas de 2021, con Penélope Cruz y la muy joven Milena Smit, aborda hacia el final de la historia la búsqueda de los desaparecidos de la guerra y de la perversión del franquismo, desde luego todavía sin la Ley de la Memoria Democrática. El filme se refiere a una de las asociaciones de víctimas que desentierra, literalmente, a los que murieron y desaparecieron bajo el horror fascista. Desde 2007 estas asociaciones pugnaban por una ley en forma, en la que el Estado tomara el asunto en sus manos. Lo terrible, opina Valentín García (y yo también) es que la derecha en España se negó a votar por la ley y sigue sin condenar al franquismo, luego de más de cuarenta años de democracia. En otros países europeos, indica el diputado del PSOE, la derecha se ha unido a la condena unánime del fascismo de aquellos años brutales. Ha ocurrido también, agrega, en Latinoamérica. Pero en la península ibérica la derecha es un hueso imposible de roer. Valentín García explica que una de las razones radica en que la derecha española pasó del franquismo a tener que aceptar la democracia. Supongo que en 44 años en que se aprobó la Constitución ha tenido suficiente tiempo para abandonar sus aires franquistas y entender la vida parlamentaria. Yo le recomendaría a los españoles de derecha que, entre otros muchísimos libros que se han escrito a propósito de la Guerra Civil y el dilatado invierno del franquismo, lean una biografía estupenda de Paul Preston, historiador británico, que se titula simplemente Franco, publicada por primera vez en 1993. Preston ha escrito varios libros sobre la España de la Guerra Civil y la larga época franquista. En la biografía de Franco nos lo presenta tal cual, de carne y hueso, de voz meliflua, amante de la caza, del poder y de la violencia.

Lleva toda la razón el diputado Valentín García cuando apunta a la Ley de Memoria Democrática como un recordatorio de los años oscuros del franquismo, en los que cientos de miles de españoles sufrieron represión, persecución, encarcelamiento, tortura, fusilamiento y, los menos desafortunados, exilio.