Opinión

¿Y la productividad apá? El Tren Maya

El pasado 9 de julio el presidente López Obrador estrenó el primer vagón motriz del Tren Maya fabricado en Ciudad Sahagún, Hidalgo y anunció que hará el primer viaje de 129 km de Campeche a Cancún el 1º de septiembre en un convoy con cuatro vagones, con corazón mexicano (74% de integración nacional), con todo de primera calidad y asientos más amplios que los de un avión, según lo informado por Maite Ramos Directora General de Alstom de México, que es una filial de la trasnacional francesa y es una empresa global que construye la infraestructura ferroviaria móvil para la mayoría del transporte de pasajeros en nuestro país.

Los convoyes se integran con cuatro o siete vagones con una capacidad de 230 o 450 pasajeros y recorrerán más de 1 554 km en siete tramos y se entregarán 42 vagones para comenzar la operación del Tren Maya. El costo para los mexicanos será de 50 pesos y para los extranjeros entre 40 y 50 dólares. El tren será de doble vía solo en el tramo de Mérida a Cancún en un proyecto posterior y el resto es de una vía. La poca infraestructura civil y de movilidad sumadas a la baja densidad poblacional de la región arroja un flujo de pasajeros no mayor a 20 mil viajes al día en todo el sistema, siendo hiper optimistas, lo que multiplicado por una tarifa promedio de 20 dólares por viaje en el primer año de funcionamiento daría un ingreso estimado de 30 mil millones de pesos con ocupación total.

Tren Maya se inaugurará en diciembre

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Fonatur

La inversión ya alcanza los 200 mil millones de pesos, que según el presidente se recuperarán en 6 años, pero el seguramente tiene otros datos, más los gastos de operación. Lo anterior muestra que es un proyecto financieramente inviable con grandes subsidios para mantenerlo funcionando cubiertos con el presupuesto federal, que requiere ser mayor en otros rubros como educación y salud. ¿Primero los pobres?

El Tren Maya visto como una estrategia de desarrollo regional tampoco es razonable en el largo plazo. La inversión pública está generando cambios en el empleo y afectando los mercados locales y si ésta no genera mayor productividad, el resultado será mayor inflación y el desplazamiento de la población nativa del lugar fuera de su residencia (gentrificación). La conclusión de la obra será sinónimo de escasez de recursos presupuestales federales que están activando extraordinaria y artificialmente la economía y origen de una rescisión si los visitantes no llegan a disfrutar de los atractivos en forma masiva, lo que es poco probable por la falta de infraestructura urbana y turística.

Los países que han desarrollado redes ferroviarias importantes, como Europa y Japón, utilizan el índice de persona por kilómetro para medir la conveniencia de una inversión pública o privada tanto en su creación como conservar su operación. Por ejemplo, para que un sistema ferroviario como el que pretende que sea el Tren Maya se requiere de concentraciones poblacionales de millones de habitantes que desplacen eficientemente el uso del autobús, el microbús y el automóvil.

En este punto, hay un efecto estructural virtuoso en el que la construcción de rascacielos es factible porque hay la posibilidad de una gran movilidad de personas por trenes y metros y el sistema ferroviario solo así es financieramente viable con alto beneficio social. Por ejemplo, en Japón en 2013-2014 se transportaron en tren 260 mil millones de pasajeros-kilómetros al año y en Alemania 2.2. En el primero, se hace un análisis periódico y, en su caso, se cierran las líneas de baja afluencia y en el segundo hay subsidios a este transporte para aumentar su uso y con ello abatir el déficit operacional.

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En México como en Norteamérica la infraestructura de movilidad de personas más extendida es la carretera y el tren es primordialmente carga. La menos desarrollada es la nuestra con 30 millones de pasajeros y 465 millones de pasajeros-kilómetros que representa el tercio de la cifra registrada el sexenio pasado. El Tren Maya, en este contexto, es una ocurrencia que dejará una derrama económica efímera, es decir, el tiempo que dure su construcción y luego otro elefante blanco más que se suma a los proyectos que se impulsan todos los sexenios sin mayor impacto en la productividad.

Un desarrollo urbano sin tren con la obra inconclusa de la ruta México-Toluca y un Tren Maya sin desarrollo urbano puede ser el legado de este gobierno. ¿Qué festejamos con la entrega de un vagón motorizado fabricado con tecnología importada por una empresa francesa global en un terreno donde hay sólo vías?

¿Y la productividad apá?

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

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