Opinión

La próxima revocación de mandato

En junio del próximo año, México elegirá a quien, a partir del 1 de octubre, encabezará la Presidencia de la República por los próximos seis años. O eso es lo que la gran mayoría de las personas piensa. En cuatro años, cuando quien sea elegida o elegido por la ciudadanía, habrá de enfrentarse a una enorme inestabilidad y al riesgo de ver revocado su mandato. La revocación del mandato, ese instrumento introducido al texto constitucional en 2019 y que apenas el año pasado fue puesta a prueba por López Obrador y Morena, será la navaja que penda sobre la cabeza de la próxima persona que encabece al Poder Ejecutivo. Existe una gran probabilidad de que la próxima presidenta o presidente de México solo lo sea por poco más de tres años y el país entre en una de sus mayores crisis políticas. Veamos los siguientes hechos que hoy conocemos.

Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez resultaron ganadoras en dos procesos realizados por seis partidos que decidieron vulnerar las normas electorales y anticipar los tiempos. Movimiento Ciudadano entrará en los próximos días en un proceso interno para definir el mecanismo a través del cual designarán a la persona que los represente en la elección presidencial. Eduardo Verástegui solicitó al INE ser considerado como aspirante a una candidatura independiente y se encuentre buscando el número y dispersión necesarios de firmas. Si nada extraño sucediera, la próxima elección presidencial se jugaría con cuatro candidatas y candidatos. Si algo extraordinario sucediera, el Frente Amplio por México y Movimiento Ciudadano definirían, en una especie de elección primaria a inicios del próximo año, una única candidatura opositora. En cualquiera de estos casos, la posible candidatura de Verástegui será testimonial y restará votos sobre todo al Frente Amplio por México. A partir de esto, los escenarios son los siguientes.

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Si la oposición participa separada y Morena como una coalición, quien obtenga el triunfo lo hará con entre el 40 y 45 por ciento de la preferencia, lo que provocará que los derrotados sean mayoría. Si la oposición participa unificada y Morena como una coalición, quien obtenga el triunfo lo hará con entre el 50 y 55 por ciento de la preferencia, lo que provocará que los derrotados sean una minoría grande, unificada, organizada y articulada. Ya sea que Morena gane la Presidencia y retenga el poder para el mismo grupo que hoy lo ostenta, o bien que la oposición, con las dos posibilidades señaladas, se haga con el triunfo y se presente una alternancia, el escenario será sumamente complejo. En cualquier caso, la opción que resulte ganadora tendrá frente a sí a una oposición deseosa de arrebatarle el poder y es ahí donde la revocación de mandato jugará un papel preponderante.

En 2022, cuando se estrenó esta figura, nadie se tomó en serio la posible revocación de mandato de López Obrador. Fueron los propios simpatizantes del presidente quienes, en un ejercicio propagandístico y político de ratificación, empujaron al INE y a la SCJN a ser parte de esta charada. En 2027, una vez que quien encabece la Presidencia cumpla el tercer año, iniciará el plazo para solicitar y, en su caso, llevar a cabo la revocación de mandato. Si para esa fecha los partidos que forman parte del FAM y MC siguen siendo oposición, tendrán buenas condiciones para sacar a varios millones a votar a favor de la revocación. Si Morena y sus aliados son derrotados, tendrán suficiente fuerza en muchos gobiernos estatales para, desde ahí, hacer acopio de fuerzas y remover al presidente.

Pase lo que pase en 2024, es altamente probable que a mitad del próximo sexenio volvamos a experimentar un proceso de revocación de mandato que esta vez sea real. En ese contexto, las decisiones que personajes como Marcelo Ebrard tomen en los próximos días sobre cual será su rol con Morena o con la oposición, cobrarán relevancia. De igual forma, personajes que apenas en 2021 se convirtieron en gobernadores estarán concluyendo sus mandatos y serán actores protagónicos de lo que venga. Desde ahora, es posible señalar que lo que hoy se defina impactará, de una u otra manera, en la próxima revocación de mandato.

Revocación de mandato

Revocación de mandato

Cuartoscuro

Profesor de la UNAM y consultor político

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com