Opinión

El Respeto

El verdadero respeto significa no imponer a nadie nuestras creencias u opiniones, debemos respetar la libertad de pensamiento de cada quien, ya que en eso estriba la esencia libertad de todas las libertades.

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Por lo anterior, basados en el respeto, es recomendable dar un consejo sólo si nos lo piden, porque quiere decir que la persona estaría dispuesta a escucharlo, de lo contrario, podría inclusive sentirlo como una agresión.

El respeto también significa aceptar las diferencias entre todos nosotros y evitar comparaciones que pueden resultar ofensivas pues todos y cada uno somos únicos e irrepetibles.

Debemos saber que de cualquier tema puede hablarse a favor o en contra, pero con respeto. Es perfectamente válido y legal hacerlo, pero hay que tener tolerancia con nuestras contrapartes, saber escuchar, pero defender con decencia nuestros puntos de vista. Si alguien es intolerante mejor darnos la vuelta y no perder nuestro valioso tiempo en tratar de convencer a nadie de sus posibles errores.

Es imperativo respetar el derecho que tienen los demás a manejar su vida como mejor les convenga, pero sin permitir jamás que nos dañen, porque ese derecho no le asiste a nadie. Defendamos siempre con la cabeza en alto nuestra dignidad, nuestro lugar en el mundo, ya que éste no nos fue dado por ningún ser humano, sino solo por voluntad divina.

Respetemos el fruto de nuestro trabajo y hagamos lo mismo con el de los demás. Analicemos lo que respetamos en nosotros mismos y eso nos dará la pauta de lo que debemos respetar de los demás.

Respetar a alguien significa no ofenderle. Ojalá fuéramos tan sabios para apartarnos a tiempo antes de ofender a alguien. Si comprendiéramos en nuestro fuero interno las razones que tienen los otros para cometer sus faltas, podríamos simplemente separarnos y dejar que cada quien siguiera su camino. No tenemos potestad para juzgar, pues nosotros somos tan imperfectos como ellos.

Se sabe que las personas que crecen rodeadas de amor y seguridad desarrollan de manera natural el respeto por la vida y por los valores más profundos que de ella emanan. Por ello la importancia de rodear a las nuevas generaciones de estos instrumentos tan valiosos que habrán de verse reflejados en hábitos los que, a su vez, acabarán convirtiéndose en sólidas virtudes.

Así que no nos detengamos a pensar que dirán de nosotros, los demás, sino reflexionemos que es lo que nosotros pensamos y decimos de nosotros mismos. Dejemos que los demás piensen lo que quieran de nosotros, nuestros actos hablarán por sí mismos.

Recordemos que la personalidad que tenemos no es lo que realmente somos. Esa la hemos forjado para enfrentarnos a la vida y ser aceptados por los demás. Pero debemos estar tranquilos porque lo que realmente somos, sólo nosotros lo sabemos y, hay ALGUIEN que es quién ve el alma, los pensamientos y las intenciones, que los demás no alcanzan a percibir.

Así pues, respetemos a los demás, exijamos respeto para nuestra persona y respetémonos a nosotros mismos