Rumbo al 2024: definiciones fundamentales (II)
En nuestra anterior colaboración señalamos que, de cara a las elecciones de 2024, convenía tener en cuenta distintos temas que, conforme avanzaran los meses, se convertirían en asuntos prioritarios por la incidencia que tendrían en los resultados. En aquella ocasión mencionamos la configuración de los grupos políticos a partir de los resultados de 2023; la definición de candidaturas y dinámicas al interior de los partidos y el establecimiento de frentes y coaliciones como los primeros tres aspectos que harán su aparición. En esta oportunidad, haremos referencia a los siguientes cuatro.
Rumbo a las elecciones de 2024
Elaboración de la propuesta de gobierno. Muchos quieren ser candidatas y candidatos presidenciales. Los partidos dirigen sus estrategias para posicionar a los suyos. Las encuestas mencionan nombres y preferencias. ¿Y las propuestas? Pareciera que los políticos siguen sin entender que parte importante del hartazgo ciudadano obedece a la falta de interés de los políticos en las necesidades y aspiraciones de la sociedad. En la oposición, nadie ha manifestado qué proponen para los próximos años. En Morena se limita a señalar que habrán de continuar con la “transformación” y su única preocupación parece ser pasear y exhibir a las “corcholatas”. En este asunto, sería importante recuperar lo que en 1975 señalara Jesús Reyes Heroles en alusión a la necesidad de construir un proyecto para el país antes de la designación del candidato: “primero el programa y después el hombre”.
Diseño de la campaña de contraste. A toda campaña política le acompaña, incluso por adelantado, una campaña de contraste. No basta con que el candidato o su partido den a conocer su propuesta política; se requiere un contraste que le permita al elector comprender de manera clara en qué se diferencia de las otras opciones. Este contraste tan necesario ha sido malentendido muchas veces y ha derivado en campañas negras, lo que distorsiona la información y degrada la democracia. Sin embargo, se trata de una realidad que sucede y que, en un entorno tan polarizado y competido como el que tendremos, hará que la mentira sea una desafortunada protagonista en la contienda. Como electores tendremos que estar atentos a esto y saber filtrar lo real de lo inventado. Es probable que, en esta ocasión, quien haga la mayor cantidad de guerra sucia se convierta en el perdedor del juego.
Ciudadanización de las campañas. La sociedad está cansada de los mismos “políticos profesionales” de siempre”. La imagen negativa que se tiene de quienes nos han gobernado o de quienes han ocupado cargos de poder, ha llevado a que cada vez se escuche con más fuerza la necesidad de “ciudadanizar la política”, en clara referencia a refrescar a la clase política con la incorporación de personajes sin vínculos partidistas ni escándalos por corrupción, deshonestidad o simple ineficiencia. Muy pronto veremos si los partidos entendieron el mensaje. No se trata de que la candidata o candidato presidencial de Morena o de la oposición sean puros e inmaculados, sino de que los ciudadanos sin pasado político-partidista tengan una participación mucho más activa en el proceso y en otras candidaturas. Quien logre “ciudadanizar” las campañas y las candidaturas, no tengo duda, ganará la batalla en 2024.
Estrategia para el Poder Legislativo. La disputa del poder va más allá de la presidencia de la República y en los últimos años el Congreso se ha convertido en epicentro de equilibrios y contrapesos, así como arena de batallas políticas de la mayor relevancia. Si bien todos los partidos conocen la relevancia que tendrán, las designaciones de candidatos a las senadurías y diputaciones federales aun no forma parte de la discusión pública abierta. Incluso, en el caso de las coaliciones que se avizoran, pareciera no ser motivo de discusión. La realidad es que 628 posiciones legislativas se jugarán con igual intensidad que la contienda principal y es necesario consideras este aspecto en los análisis, ponderaciones y decisiones por venir.
Profesor de la UNAM y consultor político
Twitter: @JoaquinNarro
Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com
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