Opinión

El sufrimiento emocional

El dolor proviene de daños en el cuerpo, pero este puede sanar. El sufrimiento daña la mente y a veces es irreversible. El dolor físico procede de la enfermedad, el sufrimiento del malestar emocional.

La actitud de vida es útil cuando se padece emocionalmente. Quienes buscan apoyo en alguna terapia, es que sufren por algo. Su penar no deriva de un trastorno cerebral. Son personas funcionales a nivel físico y mental, que han atravesado circunstancias que causan su estado de malestar. No quieren sufrir y hacen bien en buscar ayuda para descubrir las causas de su tormento, y poder encontrar una salida del mismo. La fe, también es muchas veces la medicina para el alma, porque ayuda a delegar en alguien superior los problemas que uno considera no poder solucionar por propia cuenta.

Cuando la aflicción emocional no es auto inducida no se puede ni se debe luchar contra ella. Ejemplo: la pérdida de un ser querido. Debemos transitar por el periodo de restablecimiento sin disimulos ni cortapisas y cada uno a su manera y a su tiempo. No quedarnos atorados para siempre en el dolor, sino continuar nuestro viaje por la vida con agradecimiento, por haber podido compartir las vivencias hermosas con ese ser de luz, que simplemente ya nos aguarda en el otro lado.

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Una de los orígenes de las penas mentales es el tener deseos frustrados.

Las ideas de la gente son las que mas a menudo causan su propio pesar.

Sufre porque tiene algo que no quiere, y se lamenta también porque no tiene ese algo que sí quiere. En suma, el sufrimiento es por tener y por no tener. Si no controla esto sufrirá inevitablemente. La buena noticia es que podemos controlar por nosotros mismos el sufrimiento surgido del deseo,

Pero sabiendo que, en ocasiones, obtener lo que se quiere provoca tanto sufrimiento como no obtenerlo.

Recuerda una vieja maldición: que tus deseos se hagan realidad.

De aquí lo importante de cuidar que lo que deseamos sea para nuestro bien y el mejoramiento de nuestra persona. Trabajemos con denuedo por lo que deseamos y quizá descubramos que conseguimos lo que necesitamos, pero sin necesidad de sufrir.

Recordemos que la verdadera satisfacción procede del interior de cada quién, que no depende de elementos externos a la persona.

Por lo tanto, si eliges ser feliz en lugar de torturarte con insignificancias cotidianas, lo puedes ser por muchísimos motivos. Puedes ser feliz celebrando tu pasado y esperanzándote por tu futuro, por tu salud de hoy y por la alegría de los demás, por lo que tienes, sin añorar lo que te falta, por tus creencias y por todo lo que aprenderás en el camino, por el amor que tienes hacia ti y por el que te tienen a ti. Por el arte, por la naturaleza, y por la vida misma que hace que hoy tu corazón lata. Puedes ser feliz simplemente porque no quieres sufrir ni hacer sufrir a los demás.

La receta es: Más que huir del sufrimiento, hay que acercarse o procurarse la alegría.

Mail: corzoalma17@yahoo.com