Hay una norma básica para navegar con seguridad en internet y evitar sufrir el robo de nuestras redes sociales (lo que implica el robo de nuestra identidad); por increíble que parezca, la mayor parte de nosotros tenemos nociones de ello, sólo que, a diferencia de nuestra vida fuera del mundo cibernético, llegamos a olvidarlo.

En efecto, serían pocas las personas que entablarían una plática en a calle con alguien que, repentinamente, nos bloquea el paso y nos trata con familiaridad cuando, a todas luces, no lo conocemos. Serían aún menos los que sacaríamos la cartera para mostrarle nuestras identificaciones o una tarjeta de crédito. Entonces, ¿Por qué lo hacemos en internet?

Quizás es porque la virtualidad de la internet nos hace olvidar lo básico: debemos cuidarnos siempre de situaciones de riesgo. Lo importante es que evitemos realizar acciones que constituyen riesgos.

De igual forma, nuestras contraseñas deben ser seguras no sólo porque cumplimos con una combinación de letres y números, sino porque, como cualquier llave, no la compartimos y hacemos factible su copia y su uso sin nuestra autorización.

Las redes sociales son un caso especial, pues paracen inofensivas, pero ha habido ataques de hackers y ciberdelincuentes que buscan robar nuestra información personal e incluso intentan controlar nuestras redes para cometer fraudes a nuestras amistades usando nuestro nombre.

Fue muy conocido el caso de personalidades y políticos mexicanos a quienes les robaron el control de su WatsApp y se pedía dinero a su nombre.

Una referencia para conocer los riesgos del haskeo está en https://securityhack.net, en donde puede valorarse los riesgos de mantener una actitud poco cuidadosa en nuestras redes.

Recordemos siempre, en resumen, que utilizar contraseñas seguras debe ser un hábito constante, en el trabajo y en el hogar. Que siempre que sea factible, debe activarse la autenticación de dos factores, es decir, que el acceso desde puntos o equipos nuevos a nuestras redes nos será notificado al celular u otro equipo portátil para que verifiquemos o neguemos el acceso.

La actualización de las computadoras y de los sistemas del celular es igualmente importante, debemos ser cuidadosos con las solicitudes de amistad y mensajes de desconocidos, configurar correctamente la privacidad de todas y cada una de las redes sociales, llámese WhatsApp, Instagram, Tiktok o cualquier otra.

De igual forma, evitemos hacer clic en enlaces sospechosos en páginas que no conocemos a fondo.

Recordemos que la seguridad es un aspecto de nuestra vida que, hoy por hoy, no podemos dejar a un lado en ninguna actividad. Es un aspecto que, como mencionábamos en un principio, podemos equiparar a nuestra seguridad diaria en las calles de una gran ciudad.

Recordemos que la seguridad en línea es un proceso constante y en evolución, así que bien vale la pena asesorarnos y es importante estar siempre pendiente de casos de nuevos ataques cibernéticos y de las recomendaciones que hacen los expertos.

Con una combinación de prudencia, conocimiento y prácticas de seguridad sólidas en todos nuestros equipos donde usamos las redes sociales, podremos seguir disfrutando de internet sin sorpresas desagradables.