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Un estudio señala cómo estos reptiles ancestrales, conocidos como arcosauromorfos, se dispersaron tras uno de los fenómenos climáticos más impactantes que la Tierra haya presenciado: la extinción masiva del final del Pérmico

Los reptiles del Triásico viajaron miles de kilómetros por un infierno

Reptil Malerisaurus robinsonae, un protorosaurio del Triásico tardío de la India. (- WIKIMEDIA COMMONS)

 Los precursores de los dinosaurios y cocodrilos del Triásico migraron a través de zonas del mundo consideradas completamente inhóspitas para la vida, según sugiere una nueva investigación.

 En un artículo publicado en Nature Ecology and Evolution, investigadores de la Universidad de Birmingham y la Universidad de Bristol han utilizado un nuevo método de análisis geográfico para inferir cómo estos reptiles ancestrales, conocidos como arcosauromorfos, se dispersaron tras uno de los fenómenos climáticos más impactantes que la Tierra haya presenciado: la extinción masiva del final del Pérmico.

 Anteriormente, se creía que los primeros arcosauromorfos, algunos de ellos similares a los reptiles modernos y mucho más pequeños que los dinosaurios conocidos, solo sobrevivían en ciertas partes del planeta debido al calor extremo en los trópicos, considerados por muchos paleontólogos como una zona muerta, durante el Triásico temprano.

 Mediante el desarrollo de una nueva técnica de modelado basada en reconstrucciones de paisajes y árboles evolutivos, el equipo de investigadores ha podido descubrir pistas sobre cómo estos reptiles se desplazaron por el mundo durante el Triásico, tras la extinción masiva que provocó la muerte de más de la mitad de los animales terrestres y el 81 % de la vida marina.

ZONA MUERTA TROPICAL

 Los arcosauromorfos que sobrevivieron a la extinción cobraron relevancia en los ecosistemas terrestres durante el Triásico, lo que condujo a la evolución de los dinosaurios. El equipo ahora sugiere que su éxito posterior se debió en parte a su capacidad para migrar hasta 16.000 kilómetros a través de la zona muerta tropical para acceder a nuevos ecosistemas.

 El Dr. Joseph Flannery-Sutherland, de la Universidad de Birmingham y autor correspondiente del estudio, afirmó: “A pesar del peor evento climático en la historia de la Tierra, donde murieron más especies que en cualquier otro período posterior, la vida sobrevivió. Sabemos que los arcosauromorfos, como grupo, lograron emerger de este evento y, durante el Triásico, se convirtieron en uno de los principales actores en la configuración de la vida posterior.

 Gracias a nuestro sistema de modelado, hemos podido comprender mejor qué les sucedía a los arcosauromorfos en estas lagunas y cómo se dispersaron por el mundo antiguo. Esto nos llevó a denominar a nuestro método TARDIS, ya que buscábamos terrenos y rutas dirigidas en el espacio-tiempo.

 Nuestros resultados sugieren que estos reptiles eran mucho más resistentes al clima extremo de la zona tropical muerta del Pangea, capaces de soportar estas condiciones infernales para llegar al otro lado del mundo. Es probable que esta capacidad para sobrevivir en los inhóspitos trópicos les haya otorgado una ventaja que les permitió prosperar en el mundo Triásico".

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