La implementación de la Clave Única de Registro de Población (CURP) biométrica en México representa un avance en materia de identificación. Surgió como un esfuerzo nacional para modernizar los sistemas y reducir los casos de suplantación, a la vez que agiliza procesos de manera más efectiva, evita fraudes y facilita los trámites ante instituciones públicas y privadas.
Esta versión avanzada del documento de identificación incluirá, además del nombre y la clave alfanumérica, datos biométricos como la fotografía del rostro y las huellas digitales, por lo que busca fortalecer la identidad legal de las personas.
En distintos países del mundo, la implementación de tecnologías biométricas ha sido clave para mejorar ciertos servicios públicos, aunque no están exentas de retos y desafíos relacionados con la protección de la privacidad. Estas experiencias subrayan la necesidad de transparencia, normativas estrictas y vigilancia ciudadana.
Eduardo Cornejo Velázquez, profesor investigador del Área Académica de Computación y Electrónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), señaló que las instancias técnicas y legales encargadas de implementar los datos biométricos deben adoptar estándares internacionales de seguridad digital, permitiendo proteger los datos de todas y todos.
Riesgos asociados al manejo de datos biométricos
Tras la aprobación de las modificaciones a la Ley General de Población que ahora incorpora la huella dactilar y fotografías, el almacenamiento y manejo de datos biométricos conlleva una serie de riesgos que deben ser atendidos con rigurosidad para evitar daños sociales y personales.
Las posibles amenazas pueden surgir de distintas maneras, como ataques a la red mediante hackeo o software malicioso —como el malware—, acciones internas por parte de empleados desleales o con poca preparación técnica para detectar o evitar fallas en el servicio de la nube, donde se almacenan y gestionan los datos.
Estándares internacionales para la protección biométrica
Para enfrentar estos posibles riesgos, existen estándares globales que sirven de guía para el diseño, implementación y operación de sistemas seguros. “La Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés) es el organismo encargado de establecer regulaciones; cuenta con al menos cuatro rubros relacionados con datos biométricos para brindar tanto certeza técnica como formalización de los procesos”, mencionó Eduardo Cornejo.
Destacó la ISO 19794, responsable de regular la codificación de datos biométricos para asegurar su compatibilidad, seguridad y uso responsable. Por su parte, la ISO 30107 establece medidas para identificar intentos de fraude, como el uso de huellas digitales o fotografías falsas, además de proponer buenas prácticas para reducir el riesgo de ataques digitales.
La ISO 24725 se enfoca en lineamientos sobre cómo almacenar, proteger y eliminar información biométrica de manera confiable. Igualmente, la ISO 27001 se orienta a la seguridad de la información de forma general, asegurando la disponibilidad e integridad de los datos.
Estos estándares no solo establecen lineamientos técnicos, también generan confianza en la ciudadanía respecto al manejo responsable de la tecnología. Esto crea un entorno normativo más sólido y transparente, necesario cuando se trata del manejo de datos biométricos.
“Es indispensable que utilicemos los estándares internacionales para que toda la tecnología que empleemos esté bien integrada”, reiteró el académico del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI).
Desafíos y necesidad de apego estricto a las normas
El académico Garza reiteró que la correcta implementación de esta tecnología no solo debe considerar la incorporación de los datos, sino también la protección integral contra riesgos internos y externos. La falta de apego a estos estándares podría exponer a la población a vulnerabilidades en su seguridad y privacidad.
La implementación exitosa de la CURP biométrica requiere un enfoque multidisciplinario, que incluya no solo la tecnología adecuada, sino también políticas de seguridad, capacitación al personal y supervisión constante para prevenir posibles ataques a las instancias tecnológicas responsables de gestionar los datos biométricos.
De igual manera, este tipo de nuevas tecnologías exige una planeación gradual y supervisada, en la que se evalúen continuamente los posibles impactos y se ajusten los mecanismos conforme evolucione el entorno, tanto tecnológico como social.
El especialista mencionó que la incorporación de datos biométricos conlleva grandes beneficios y que, ante un panorama general, presenta mayores ventajas para la sociedad. “Es un proceso de transformación digital para cambiar la forma en la que antes se hacía, y ahora, más apoyado con la tecnología”, mencionó.
Por ello, es importante que las personas se mantengan informadas y atentas a los cambios de incidencia en la sociedad. Se requieren campañas educativas que expliquen qué datos se están recolectando, cómo serán utilizados y qué derechos tienen las personas sobre su información.
Compromiso académico con la transformación digital
Para conocer más a fondo sobre este tema, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo ofrece las licenciaturas en Ciencias Computacionales, Tecnologías de la Información e Ingeniería en Electrónica. Además, cuenta con programas de posgrado a nivel maestría y doctorado en el área de computación y electrónica.
La máxima casa de estudios de Hidalgo, a través de su comunidad académica, se mantiene a la vanguardia ante los cambios mundiales que implican la transformación digital del país. Asimismo, el cuerpo científico analiza de manera técnica y ética lo que sucede en la sociedad, para ofrecer propuestas que permitan el desarrollo e implementación de tecnologías como la biométrica.