
La sede sur del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) cumplió 25 años, tiempo en el cual ha generado cerca de 3 mil publicaciones en revistas indexadas, con alrededor de 45 mil citas, sus miembros (estudiantes y cuerpo académico) han obtenido 150 premios nacionales e internacionales y han desarrollado alrededor de 120 proyectos financiados por la Secihti, antes Cona(h)cyt, y otras instancias nacionales o agencias internacionales, entre otros logros.
Además, quienes han pasado por sus aulas y laboratorios han tenido la oportunidad de contar con infraestructura de vanguardia y un par de acervos bibliográficos importantes: la biblioteca de farmacobiología, con cerca 12 mil materiales documentales, junto con el archivo histórico de la Sociedad Mexicana de Ciencias fisiológicas, y la biblioteca del DIE, con más de 42 mil materiales documentales, de historia de la educación en México y Latinoamérica, también de políticas educativas y una excelente colección de los libros de texto gratuitos de la educación en el país. Durante el evento conmemorativo, Alberto Sánchez Hernández, Director General de Cinvestav, manifestó su orgullo por la relevancia científica adquirida por la Sede Sur, con sus departamentos fundadores, Farmacobiología e Investigaciones Educativas (DIE), así como del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento (CIE) que, aun cuando es de reciente incorporación, mantiene la tradición de excelencia científica.
El directivo recordó que la fundación de la Sede respondió a la política de descentralización del Cinvestav para llevar la investigación más allá Zacatenco, eligiendo un lugar estratégico y establecer sinergia con otras entidades académicas como la UNAM, UAM o los Institutos Nacionales de Salud.
Sánchez Hernández sostuvo que la idea inicial de los fundadores de la Sede Sur de crear un departamento de farmacobiología evolucionó hasta incorporar otras líneas de investigación que han conseguido reconocimiento nacional e internacional por su trabajo científico; además, trabaja en centralizar el trabajo administrativo de sus tres áreas académicas.
En su oportunidad Claudia González Espinosa, encargada de la jefatura de la Sede, expuso que su ubicación, en los límites de Tlalpan y Coyoacán, a menos de 10 kilómetros de distancia de universidades, centros de investigación e institutos nacionales de salud, responde a la necesidad de establecer diversas colaboraciones para contribuir al desarrollo científico en el país.
COMUNIDAD ACADÉMICA.
Actualmente, Cinvestav Sede Sur tiene una superficie de 40 mil 480 metros cuadrados, de ellos 18 mil son edificaciones que albergan bibliotecas, salones de clase, auditorios, laboratorios y lo necesario para realizar investigación, además, cuenta con 20 mil metros de áreas verdes.
Su comunidad académica se conforma por 56 grupos científicos, divididos en las tres entidades académicas, ya mencionadas, además de 10 investigadoras e investigadores, adscritos a otras instituciones y comisionados al CIE, los cuales trabajan en múltiples líneas de estudio.
En el DIE destacan: historia del libro y la cultura impresa, la educación ofrecida por el estado, estudios etnográficos y análisis del discurso de la interacción social en las clases de ciencias o la evaluación de la investigación científica.
El Departamento de Farmacobiología estudia la neurobiología de las adicciones; la relación del calcio y cardiomiopatías; las barreras endoteliales en el sistema nervioso central; la electrofisiología del hipocampo; los canales iónicos, epilepsia; neuromodulación y drogas epilépticas o antiepilépticas.
El CIE analiza las interacciones de metales con proteínas relevantes en enfermedad de Alzheimer y otras neuropatías; el control neuronal de la del apetito; las células troncales de la retina; la bioquímica estructural de diversas proteínas; y la estructura del mantenimiento a la integridad genética. Durante estos 25 años surgieron esta diversidad de estudios, que ha permitido a las y los estudiantes de posgrado enriquecer su formación académica.
Alonso Fernández Guasti, primer encargado de la jefatura de la Sede Sur, recordó que a principios de la década de los 80 del siglo pasado, Julián Villarreal, junto con Enrique Hong Chog, Manuel Ortega y Héctor Nava Jaimes, decidieron crear un laboratorio dedicado al estudio de la farmacología. En 1984 se consigue el terreno, para iniciar la construcción de los primeros edificios cinco años después, con financiamiento del Conacyt y la Lotería Nacional.
En 1992 se consiguen más recursos, pero es hasta 1998 cuando Adolfo Martínez Palomo, entonces Director General del Cinvestav, concluyó la construcción del edificio, para tiempo después alojar los departamentos de Farmacobiología e Investigaciones Educativas, el primero en la parte alta y el segundo en la baja, con lo que inician los 25 años de historia de la Sede Sur del Cinvestav, que durante este tiempo sigue creciendo en infraestructura, innovación y trabajo científico.