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Cinvestav crea tratamiento alternativo con jitomate y selenio para cuidado de la próstata

Se tomaría durante 30 días para frenar crecimiento acelerado de la glándula, en sus variantes no cancerosas, señalan los investigadores

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David Julián Arias Chávez y Guadalupe Bravo prueban el compuesto para atender HPB en el Departamento de Farmacobiología de Cinvestav.

David Julián Arias Chávez y Guadalupe Bravo prueban el compuesto para atender HPB en el Departamento de Farmacobiología de Cinvestav. 

FOTO: CINVESTAV.

Científicos que trabajan en el Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) desarrollaron una alternativa terapéutica para atender el crecimiento de próstata no canceroso, conocido como Hiperplasia Prostática Benigna (HPB).

La propuesta de los mexicanos, que se encuentra en fase de estudio y experimentación con modelos animales, consiste en la administración oral de un tratamiento que tiene como base grasas vegetales o extractos lipídicos del jitomate. Esto se combina con selenio, que es un mineral presente en la naturaleza en forma de cristales, pero que también está presente en alimentos como huevo, atún, coco, coles de Bruselas, judías blancas y nueces de Brasil.

El tratamiento que desarrolla e investiga Cinvestav se tomaría durante 30 días consecutivos para frenar el crecimiento acelerado de la próstata, en sus variantes no cancerosas. La Hiperplasia Prostática Benigna es un cambio fisiológico masculino asociado con el avance de la edad. Afecta al 50 por ciento de todos los varones mayores de 45 años, de acuerdo con la Sociedad Mexicana de Urología.

Inflamación persistente

La HPB genera inflamación de próstata con síntomas del tracto urinario inferior que pueden ser obstructivos o irritativos molestos al incrementar la frecuencia urinaria, sensación de vaciado incompleto de la vejiga y, en ocasiones, la micción ocurre por goteo o se presenta sensación de dolor constante a nivel pélvico, provocando una disminución de la calidad de vida del paciente.

La terapia farmacológica más usada para atender el padecimiento tiene como mecanismo de acción inhibir la conversión de testosterona a dihidrotestosterona y reducir la proliferación celular para disminuir las alteraciones urinarias, pero presenta efectos adversos, como disfunción eréctil, ginecomastia o desarrollo de glándulas mamarias, disminución de la libido, reducción de la calidad espermática como la baja del volumen de semen, relacionado con la infertilidad, entre otros; al aparecer estas alteraciones, los pacientes abandonan el tratamiento.

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“Nuestra propuesta terapéutica administra vía oral el extracto lipídico de jitomate entero con selenio durante 30 días, que logra disminuir y revertir el crecimiento e inflamación prostática observados en un modelo animal, la cual podría ser una alternativa segura y eficaz para el tratamiento de la HPB”, explicó David Julián Arias Chávez, quien estudia el compuesto en el grupo de investigación encabezado por Guadalupe Bravo.

“El jitomate o tomate rojo contiene compuestos bioactivos que contribuyen a mejorar la función de la próstata; en estudios previos se demostró que el extracto de este fruto presenta propiedades benéficas y sus principales componentes: licopeno, carotenoides, compuestos fenólicos, vitaminas y minerales tienen una actividad antioxidante, antinflamatoria y antiproliferativa, e indirectamente antiapoptótica, es decir, previene la muerte celular, explicó Arias Chávez.

Los investigadores observaron cómo el extracto de jitomate entero y el selenio combinados presentan un efecto terapeutico superior que el tratamiento farmacológico (finasterida) utilizado para atender la HPB, al disminuir las principales citocinas proinflamatorias (del factor de necrosis tumoral alfa), así como las interleucinas uno y seis, que participan en esas alteraciones; por ello se logra una disminución considerable de la inflamación prostática.

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El estudio probó el fármaco finasterida, como control, el extracto de lipídico de jitomate completo y selenio, todos por separado, notando un efecto positivo en cada uno, pero al combinar el extracto con selenio se presentó un mayor beneficio cuando se midieron las acciones antioxidantes, antiproliferativas y antinflamatorias; además, se produjo un efecto hormonal al disminuir la testosterona, la dihidrotestosterona y el antígeno prostático específico.

Los compuestos del jitomate, presentes en su piel, pulpa y semillas, que contienen el extracto lipídico como el licopeno y otros carotenoides se almacenan en la próstata, donde presentan un efecto antioxidante que secuestran los radicales libres; tiene la capacidad de actuar en el ADN, activando factores de transcripción como el Nrf2 cuyo papel es clave en el funcionamiento del sistema antioxidante; y disminuye los factores de crecimiento relacionados con la proliferación celular, así como con la producción de citocinas proinflamatorias, motivando una reducción de la inflamación.

Los resultados del estudio se publicaron en el World Journal of Urology y en Journal of Cellular and Molecular Medicine.

Su crecimiento puede ser benigno o maligno

La próstata es una glándula masculina ubicada debajo de la vejiga que en su estado sano tiene el tamaño de una nuez, sin embargo, a partir de los 45 años, inicia un crecimiento progresivo que puede ser benigno o maligno; el primero es el más común, se asocia principalmente a hormonas sexuales como la testosterona y se localiza en la zona prostática que rodea por completo la uretra; el segundo, produce cáncer de próstata y su ubicación, en la zona exterior de la glándula, ocasiona síntomas que aparecen cuando el tumor ya está avanzado.