Una estrella errante no se dirige al choque con el Sistema Solar
En 2022, los astrónomos Vadim Bobylev y Anisa Bajkova descubrieron que la enana blanca WD 0810-353, se acercaría nuestro Sol
astronomía
Observaciones con el Very Large Telescope (VLT) descartan que una enana blanca -el cadáver caliente y denso de una estrella similar al Sol- se acerque al Sistema Solar en 29.000 años.
En 2022, los astrónomos Vadim Bobylev y Anisa Bajkova analizaron el vasto conjunto de datos del observatorio Gaia de la ESA y descubrieron que la enana blanca WD 0810-353, debería llegar a unas 31.000 AU (Unidades Astronómicas) de nuestro Sol dentro de aproximadamente 29.000 años, peligrosamente dentro de la nube de Oort.
La velocidad con la que WD 0810-353 se movía hacia nosotros (su velocidad radial) se determinó originalmente utilizando un espectro de su luz a partir de observaciones de Gaia.
Pero la presencia de un fuerte campo magnético puede tener un efecto profundo en el espectro de una estrella, dividiendo sus líneas espectrales en varias y desplazándolas a otras longitudes de onda. Este aspecto no fue tenido en cuenta en el primer estudio.
En la nueva investigación se usó el instrumento FORS2 (FOcal Reducer and low dispersion Spectrograph 2), instalado en el VLT en el Observatorio Paranal en el desierto de Atacama en Chile, para capturar espectros de alta precisión de la enana blanca, para ver si su intenso campo magnético podría estar sesgando la interpretación de los datos de Gaia.
Las ondas de luz normalmente oscilan en todas direcciones, pero en determinadas circunstancias, como en presencia de un campo magnético, oscilan en una dirección preferida y se polarizan. El equipo utilizó el espectro polarizado de WD 0810-353 para modelar el campo magnético en esta enana blanca y descubrió que la velocidad de la estrella previamente informada podría explicarse por el campo magnético.
"Descubrimos que la velocidad de aproximación medida por el proyecto Gaia es incorrecta y que el encuentro cercano previsto entre WD0810-353 y el Sol en realidad no va a ocurrir", dice Stefano Bagnulo, astrónomo del Observatorio Armagh y coautor del estudio, publicado en The Astrophysical Journal. "De hecho, es posible que WD0810-353 ni siquiera se esté moviendo hacia el Sol".
ENCUENTROS CON VECINOS ESTELARES
Los encuentros cercanos con nuestros vecinos estelares no son infrecuentes en nuestro valiente Sistema Solar, aunque el resultado de tal encuentro puede variar significativamente.
Según algunas estimaciones, más de 40.000 estrellas pueden haber atravesado la nube de Oort (una capa gigante de restos helados en el extremo distante del Sistema Solar) a lo largo de la vida del Sol. Nuestro intruso más reciente, conocido como la estrella de Scholz, visitó esta región hace unos 70.000 años, justo cuando nuestros antepasados daban sus primeros pasos fuera de África, informa el ESO.
La nube de Oort habita en una región entre 2.000 y 100.000 UA, siendo la UA una unidad astronómica, la distancia aproximada entre la Tierra y el Sol. Los cometas de período largo (aquellos que tardan más de 200 años en orbitar alrededor del Sol) probablemente emergen de esta misteriosa región del espacio, y aquí reside el peligro de que otras estrellas la atraviesen: dado que los objetos de la nube de Oort sólo están ligeramente unidos a la Sistema Solar, sólo se necesita un ligero empujón gravitacional para alterar sus órbitas. A medida que otras estrellas pasan a través de la nube de Oort, es posible que envíen algunos de los objetos allí en curso de colisión con la Tierra.