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La eutanasia y los fines de la medicina

Suele creerse que el fin de la medicina es “para salvar vidas”; esta expresión no existe en ningún libro de texto en medicina

voces de la uam

La semana del 20 al 24 de junio se llevó a cabo la Semana de la Eutanasia, actividad organizada por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y el Programa Universitario de Bioética de la UNAM

La semana del 20 al 24 de junio se llevó a cabo la Semana de la Eutanasia, actividad organizada por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y el Programa Universitario de Bioética de la UNAM

La semana del 20 al 24 de junio se llevó a cabo la Semana de la Eutanasia, actividad organizada por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y el Programa Universitario de Bioética de la UNAM, en la que se discutió si la eutanasia entraba dentro de los fines de la medicina, entre otros temas.

Primero hay que aclarar qué es eutanasia. Etimológicamente significa “buena muerte”, pero hay palabras que han entorpecido su significado. Para ser tal, debe cumplir tres características: activa (positiva u occisiva; acciones encaminadas a producir deliberadamente la muerte de un paciente que sufre); directa (intervenciones que producen la muerte de un paciente de forma inmediata), y voluntaria (autónoma o a petición propia; actuaciones realizadas tras la solicitud expresa del paciente capaz). Si es pasiva, indirecta o involuntaria, no es eutanasia. Se recomienda no utilizar neologismos que más que aclarar, confunden (distanasia, adistanasia, antidistanasia, ortotanasia, cacotanasia, criptotanasia, etcétera) (1).

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En segundo lugar, debe recordarse que la medicina tiene, como toda actividad social, lo que Alasdair MacIntyre llama “bienes internos”; son los fines o los objetivos de esa disciplina en tanto que actividad profesional en una sociedad. Suele creerse que el fin de la medicina es “para salvar vidas”; esta expresión no existe en ningún libro de texto en medicina, y se sigue por mera tradición y creencias populares. No puede ser un fin porque todos los pacientes eventualmente van a morir, al igual que la totalidad de profesionales de la salud y que el resto de la humanidad. Al menos hasta ahora, los seres humanos son mortales. Estar en contra de esta realidad ha llevado a problemas en bioética como el “encarnizamiento terapéutico”, que la Ley General de Salud prohíbe bajo el nombre de “obstinación terapéutica”. Esto solamente es prolongar la agonía y con ello alargar el sufrimiento.

Jorge Alberto Álvarez Díaz

Jorge Alberto Álvarez Díaz

Alejandro Juarez Gallardo.

Entendiendo la definición de eutanasia y la realidad de la muerte como fenómeno universal, ¿cuáles serían los fines de la medicina? En 1996 se publicó una propuesta para la época actual, resultado del trabajo de un grupo de personas expertas de todo el mundo. Publicada originalmente en inglés (2) y traducida al español (3), la propuesta considera que los fines de la medicina son cuatro: prevención de enfermedades y lesiones y promoción y conservación de la salud; alivio del dolor y sufrimiento causados por males; atención y curación de enfermos y cuidados a incurables; y evitación de la muerte prematura y búsqueda de una muerte en paz.

Estos fines son suficientemente realistas y adecuados al desarrollo médico actual. Esa búsqueda de una muerte en paz puede ser de muchas formas. Habrá personas que deseen que nadie se entere de su padecer y busquen morir en soledad. Otras preferirán compartir los sucesos con familiares y/o personas allegadas para despedirse, aclarar malentendido, etcétera. Otras tienen ya la posibilidad legal de firmar una voluntad anticipada solicitando que no se intervengan sus cuerpos con algunos procedimientos que no desean, tales como intubación o reanimación cardiopulmonar (posible en: Ciudad de México, Coahuila, Aguascalientes, San Luis Potosí, Michoacán, Tabasco, Hidalgo, Guanajuato, Guerrero, Nayarit, Estado de México, Colima, Oaxaca, Yucatán, Tlaxcala, Zacatecas, Veracruz, Jalisco y Sonora). Otras personas no tienen la posibilidad legal (todavía) de solicitar la eutanasia, prohibida en la Ley General de Salud. Algunas personas padecen dolor y/o sufrimiento a pesar de haber recibido ya cuidados paliativos; no todas desean continuar viviendo bajo esas circunstancias. Sin embargo, estas personas están obligadas a esperar el fin de su vida en medio de lo que no desean vivir o que ya no pueden soportar. No hay que olvidar que otras personas tienen los medios económicos para saltar estas limitaciones legales. Por ejemplo, hay quienes pueden viajar a alguno de los países donde es legal alguna forma de muerte asistida (eutanasia, suicidio médicamente asistido o suicidio asistido). Las personas prefieren la atención cerca de casa, de modo que otras personas conseguirán a una persona entrenada médicamente, de absoluta confianza, que les proporcionará la ayuda para esa muerte sin dolor y en paz, en medio de absoluta discreción. Detalles que son posibles para quienes pueden pagarlos; quienes no, no les queda mas remedio que terminar su último aliento en medio del sufrimiento y el dolor. La eutanasia es un problema bioético en estrecha relación con la justicia.

La aprobación hacia la legalización de la eutanasia no ha hecho sino crecer en los últimos años. En 2006 la aprobaba 39% de la población (4), en 2008 subió a 59% (5); en 2016 71.3% consideraba que deben cambiar las leyes para permitir que los enfermos puedan recibir ayuda para terminar con su vida si así lo deciden (6), incrementándose ligeramente en 2020 a 72% que considera que la eutanasia debería legalizarse en el país (7). Ante este avance en la aceptación de la eutanasia por parte de la población sería relevante que la legislatura actual tome los materiales de las discusiones realizadas para una propuesta seria que regule su práctica. No hacerlo seguirá llevando a que ante la prohibición legal, la práctica se desregule y acedan a ella solamente unas pocas personas privilegiadas; otras, no podrán comprar su posibilidad de morir en paz.

(1) Simón Lorda P, Barrio Cantalejo IM, Alarcos Martínez FJ, Barbero Gutiérrez J, Couceiro A, Hernando Robles P. Ética y muerte digna: propuesta de consenso sobre un uso correcto de las palabras. Rev Calid Asist. 2008;23(6):271-285.

(2)The goals of medicine. Setting new priorities. Hastings Cent Rep. 1996;26(6):S1-27.

(3) Los fines de la medicina. Barcelona: Fundació Víctor Grífols i Lucas; 2004.

(4) Eutanasia: mexicanos ante la muerte asistida. 13 septiembre, 2006. http://www.parametria.com.mx/estudios/eutanasia-mexicanos-ante-la-muerte-asistida/

(5) Mexicanos en favor de la eutanasia. 18 febrero, 2008. http://www.parametria.com.mx/estudios/mexicanos-en-favor-de-la-eutanasia/

(6) Encuesta nacional sobre muerte digna, México 2016. https://dmd.org.mx/wp-content/uploads/2017/09/dmd-encuesta3.pdf

(7) Hacia una muerte digna. ¿Mexicanos a favor o en contra de la eutanasia? 5 octubre, 2020. https://opinionpublica.uvm.mx/estudios/hacia-una-muerte-digna-mexicanos-favor-o-en-contra-de-la-eutanasia/

*Profesor del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco y Consejero del consejo Consultivo de la Comisión Nacional de Bioética