En México, cada año se registran 170 mil infartos isquémicos: 3 de 4 quedarán con discapacidad

Tener un centro equipado y con especialistas disminuye mortalidad de pacientes con infarto cerebral agudo hasta en 25%, señalan especialistas en el marco de la presentación de un Posicionamiento Nacional para reforzar la prevención y atención de la EVC

Día Mundial del Ictus

En sólo tres instituciones públicas tienen certificación por la WSO: El Instituto Nacional de Neurología, el 20 de Noviembre y Centro Médico Nacional la Raza.

Laura Vargas-Parada

12/11/2023 19:53

(Segunda parte)

El pasado 29 de octubre se conmemoró el Día Mundial del Ictus o Enfermedad Vascular Cerebral (EVC). Instituciones de salud, académicas y de investigación presentaron un Posicionamiento Nacional para reforzar la prevención y atención de esta enfermedad.

El tema le puede parecer muy ajeno pero la EVC es un problema de salud en aumento que afecta a una gran parte de la población. El 8 de noviembre se anunció que Steve Wozniak, cofundador de Apple, había sido hospitalizado en la Ciudad de México por un evento cerebrovascular de tipo isquémico. Wozniak, de 73 años, daría una conferencia dentro del World Business Forum. En lugar de la conferencia, fue trasladado al hospital ABC Santa Fe.

“La EVC afecta los vasos del cuello y del cerebro”, explica a “Crónica” Enrique Castellanos, neurólogo vascular y endovascular adscrito al Centro Médico Nacional 20 de noviembre. “Un vaso puede romperse y ocasionar una hemorragia que afecta al cerebro o puede bloquearse reduciendo u obstruyendo la circulación de la sangre a diferentes partes del sistema nervioso, lo que se conoce como isquemia. Al disminuir el flujo sanguíneo falta oxígeno y nutrientes por lo que las células comienzan a sufrir y pueden morir ocasionando un infarto cerebral”.

Dependiendo del área donde se encuentren las células dañadas en el cerebro se verá afectado el movimiento, el lenguaje, la memoria, explica Castellanos y agrega, el infarto isquémico es el evento vascular cerebral más común, ocurre en alrededor del 57% de los casos. “La población general suele referirse al infarto isquémico como ‘embolia’ y a la hemorragia como ‘derrame’”, refiere el neurólogo, pero no es la forma más correcta de denominarlos porque no todos los infartos son causados por un embolismo. Más aún, la isquemia no siempre causará un infarto. Existen mecanismos naturales en el cuerpo que permiten que una persona a la que le disminuyó el flujo sanguíneo cerebral y tuvo síntomas, pueda recuperarse. A eso se le llama isquemia transitoria.

El infarto isquémico y la hemorragia cerebral son la segunda causa de muerte a nivel mundial sólo detrás de las enfermedades cardiovasculares. Son además causa importante de discapacidad lo que resulta en un gran impacto económico, explican Samuel B. Brusca, cardiólogo y especialista en cuidados intensivos y Michelle A. Albert, especialista en enfermedad cardiovascular y ex presidenta de la American Heart Association, en un comentario publicado en la revista científica Lancet Neurology el 9 de octubre.

Estudios recientes estiman, según Brusca y Albert, que en los próximos años habrá un aumento del 50% en las muertes por EVC y 30% en discapacitados. El envejecimiento de la población es una de las causas detrás de este aumento y las regiones geográficas con problemas en su estructura médica –como México— serán de los más afectados. Estos datos ponen en perspectiva la importancia del Posicionamiento Nacional.

En México, cada año se registran 170 mil infartos isquémicos y tres de cada cuatro quedarán con discapacidad total, grave o moderada, explicó Antonio Araúz Góngora, neurólogo y director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNNMVS) durante un simposio dedicado al tema en la Academia Nacional de Medicina de México.

Fue en dicho simposio donde se dio lectura al Posicionamiento, documento donde los expertos recomiendan acciones de capacitación, prevención de factores de riesgo, creación de centros de rehabilitación, la implementación de un plan coordinado nacional que incluya sistemas de emergencia telefónica y centros médicos integrales.

No fue azar el que llevaran a Steve Wozniak al Hospital ABC de Santa Fe.

TIEMPO.

Existen tratamientos que cambian la evolución de los pacientes con infarto cerebral isquémico, pero el beneficio que pueda tener el paciente dependerá de la velocidad con la que reciba atención médica. “Cuando llega a urgencias un paciente con infarto cerebral nos gustaría que todo fuera en línea recta. Llegar en buen tiempo, que lo ingresen rápidamente, y que pueda ser evaluado y recibir atención inmediata”, explicó Vanessa Cano, neuróloga vascular y coordinadora de la Clínica de Enfermedad Vascular Cerebral del INNNMVS, en el evento de la Academia de Medicina. “Lamentablemente, no sucede así. Probablemente llegó en buen tiempo, pero tal vez no llegó al hospital adecuado, o tal vez si se pudo valorar de forma pronta, pero no teníamos acceso a un estudio en ese momento por alguna limitación de personal o de infraestructura. El punto es que no pudimos seguir una línea recta para otorgarle el tratamiento adecuado”.

CÓDIGO ICTUS.

Para Cano, la única estrategia probada en el mundo para que un paciente con infarto isquémico pueda tener una mayor posibilidad de recuperase adecuadamente es con una atención especializada.

El código ictus es un programa que ha sido adoptado por varios países en todo el mundo. Se trata de una herramienta organizada que coordina las estructuras hospitalarias y permite la rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes con EVCs a los servicios de urgencias capacitados para su tratamiento.

En un centro ictus, explicó Cano, la atención depende de un equipo multidisciplinario que permite el seguimiento continuo del paciente donde no solamente hay expertos en el manejo agudo del infarto cerebral, sino también especialistas para identificar la causa, prevenir complicaciones e iniciar la prevención secundaria y la rehabilitación temprana.

Un artículo publicado en 1993 en la revista científica Lancet señala que tener un centro que cuente con esta estructura y organización disminuye la mortalidad de los pacientes con infarto cerebral agudo hasta en un 25%. Otro estudio publicado en 2020 en la Cochrane Database for Systemic Reviews in Health Care concluye que el beneficio trasciende grupos de edad, género, la gravedad del infarto e incluso el tipo de enfermedad vascular cerebral.

Existen instancias como la World Stroke Organization (WSO), la Organización Mundial del Ictus, la Joint Comission International (JCI), y la American Heart Association (AHA) que otorgan certificaciones a los hospitales de acuerdo con su capacidad para dar tratamiento. Además, les ayudan a mejorar sus procesos e implementar mejoras. De esta forma los hospitales se pueden clasificar en aquellos que pueden dar tratamiento inmediato para luego transferir a centros primarios donde haya neurólogos y tratamiento 24x7. Los centros avanzados también realizan investigación y proponen políticas de salud.

De acuerdo con Cano, en México en 2022 había 5,019 hospitales. De éstos, sólo tres instituciones públicas tienen certificación por la WSO: el INNNMSC y el ISSSTE 20 de Noviembre, como centros avanzados de ictus, y el IMSS Centro Médico Nacional la Raza, como un centro primario. El Hospital ABC cuenta con la certificación de centro avanzado por la JCI.

Alrededor de 16 hospitales más ya están inscritos en el proceso de certificación de la AHA o la WSO, aunque ninguno ha concluido el proceso. De ahí el Pronunciamiento por la necesidad de aumentar el número de centros especializados. Una barrera, explica Cano, es que la certificación “es una iniciativa de los hospitales. Esto tendría que ser forzoso. Todo hospital que atiende a un paciente con infarto cerebral tendría que estar certificado”.

Durante el evento en la Academia Nacional de Medicina los hospitales que presentaron los avances para la implementación del código ictus fueron Nuevo León, IMSS Centro Médico, Hospital General de México, Hospital Juárez de México.

Wozniak parece estar fuera de peligro. Recibió atención inmediata y llegó a un centro con la experiencia para darle el mejor tratamiento.