La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) cumplió 30 años y sus logros, que son muchos, no son producto sólo de la institución, sino de toda la comunidad académica de México que ha participado y colaborado con la generación de información sobre la biodiversidad nacional, señaló José Sarukhán, coordinador fundador de la comisión.

Durante el evento conmemorativo “30 aniversario de Conabio”, realizado en el Aula Magna de El Colegio Nacional la noche del jueves, el ecólogo más importante de México y Premio Crónica dijo que el reto más importante de la institución es hacer llegar el conocimiento a la sociedad.

“Además de seguir produciendo información de primera clase, uno de los grandes retos es saber cómo transmitir este conocimiento a toda la sociedad, de tal manera que la asuma y la incorpore a su entendimiento del entorno natural en el que vive y que sirva para darle un elemento de sensibilización acerca de la importancia del capital natural y de los ecosistemas del país”.

El ex rector de la UNAM reiteró uno de sus mantras respecto a la conservación del medio ambiente y biodiversidad: no se puede cuidar lo que no se conoce, por lo que si los mexicanos permanecen ajenos a esta riqueza no será posible protegerla de manera efectiva.

“En el momento en que la sociedad se apropie de este conocimiento comenzará a exigir que se hagan las cosas de buena manera, como algunas ONGs ya lo están haciendo. Sólo así tendremos un cambio importante”. En las infancias y nuevas generaciones también es vital esa sensibilización, añadió, por lo que no es fútil dar a conocer que en la página de Conabio el segundo grupo más importante de usuarios de sus contenidos son niños y niñas.

Otro reto para la comunicación de la ciencia del medio ambiente, pero este más allá de la Conabio, refirió, es la educación y conciencia ambiental que deben proveer las universidades a todos sus profesionistas, no sólo a los relacionados con las ciencias naturales, enfatizó.

“Ingenieros, abogados, contadores, artistas plásticos…, porque todos tenemos un impacto sobre el medio ambiente, la biodiversidad y el clima. No se trata de que se formen puros ecólogos, pero sí deben tener un curso adecuado para sensibilizarlos de la responsabilidad profesional que tienen, pero también su responsabilidad como seres humanos y ciudadanos, de su impacto en el medio ambiente”.

Las universidades de México y el mundo deben cambiar notablemente en este tema, enfatizó, porque no se ha hecho en ninguna parte. “Esta sensibilización es algo en lo que tenemos que trabajar muy fuertemente en el futuro”.

Durante una de las tres horas en las que transcurrió la celebración, José Sarukhán relató historias, desde la creación de la Conabio y antecedentes, hasta muchos de los impactos que ha tenido el trabajo de esta institución, que en 2019 enfrentó el cisma de cambiar su estructura como organismo descentralizado, perdió su fideicomiso y que, a lo largo del sexenio, ha carecido de recursos por lo que ha tenido que despedir personal. Estos temas no fueron parte del recordatorio ni celebración del aniversario.

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Lo que sí formó parte de este anecdotario fueron las historias de cómo la información de Conabio previno la entrada la palomilla Cactoblastis cactorum y, con ello, una plaga que habría devastado el cultivo de nopal; la creación del robusto sistema de monitoreo de incendios forestales; el estudio de las 60 variedades de maíz existentes en todo el territorio nacional; el sistema nacional de monitoreo de manglares (que ONGs han empleado para denunciar construcciones ilegales); el estudio de especies silvestres relacionadas con plantas cultivadas que son de importancia para la salud de éstas; la denominación de origen del tequila y la creación de la base de datos Naturalista, alimentada por información de ciudadanos que ha alcanzado los 4 millones de observaciones. Estos entre muchos casos más.

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RECONOCIMIENTO MUNDIAL.

En la primera parte de la celebración, en el Aula Magna se presentaron videos de funcionarios cuyas dependencias están relacionadas con la Conabio: Semarnat, Sader y SRE. También se proyectó uno del rector de la UNAM, Enrique Graue, quien dijo que su existencia y persistencia como entidad pública debe ser motivo de orgullo para las y los mexicanos “que creemos en la preservación de la biodiversidad como parte esencial del presente y el futuro ambiental del planeta”.

Se proyectó también un video de Sir. Robert T. Watson, investigador de la University of East Anglia in England,quien también coordinó el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) y es el autor principal del informe “Hacer las paces con la naturaleza” de la organización internacional.

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"Ninguna otra organización en el mundo tiene una relación tan cercana y productiva tanto con la comunidad científica como con el gobierno, un modelo que, en mi opinión, debería replicarse tanto en países en desarrollo como en desarrollados”.

Añadió que un tema importante del trabajo de esta comisión es el Corredor Biológico Mesoamericano, el cual ha permitido la participación de comunidades indígenas y locales, asegurando el involucramiento en los proyectos de conservación a este nivel. “El trabajo de Conabio ha apoyado en gran parte el diseño y el manejo de una red diversa de áreas protegidas que atraen a ecoturistas de todo el mundo”.

También participó Cristián Samper, presidente y CEO de Wildlife Conservation Society, quien dijo que la institución mexicana es “el mejor centro de investigación de biodiversidad a nivel mundial y realmente es un ejemplo de cómo podemos construir modelos en nuestros países para apoyar los procesos locales”.

A DISTANCIA.

De manera presencial, también participaron Alejandra Rabasa, directora del Programa sobre Jueces y Medio Ambiente en el Environmental Law Institute, y Enrique Provencio, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo UNAM. En tanto que, a distancia, Jorge Soberón, ex secretario de Conabio y Alicia Bárcenas, ex secretaria ejecutiva de la CEPAL, compartieron su mensaje.

La ex titular de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, dijo que José Sarukhán logró consolidar una institución de Estado que ha trascendido administraciones políticas. “Lo que tiene hoy la Conabio es el mayor acervo de información estructurada sobre la biodiversidad mexicana y la convicción de brindarle al país y a la sociedad inteligencia sobre el capital natural, por eso creo que es un ejemplo mundial”.

La institución, agregó, tiene cinco características principales: La primera, además del conocimiento científico, logró incorporar los saberes tradicionales y las experiencias de la gente y generar soluciones propias e innovadoras utilizando datos; la segunda, maneja grandes volúmenes de información que provienen de instituciones públicas; la tercera, la creación de capacidades y el trabajo colectivo; la cuarta, el desarrollo de herramientas digitales y cartográficas; y la quinta, se ha convertido en una fuente pública, sólida, confiable y accesible para la sociedad.

Por otra parte, refirió que es imprescindible que cada vez más el conocimiento generado por instituciones como ésta sea del uso y manejo de los economistas y en organizaciones como la CEPAL. “El crecimiento de las naciones y del desarrollo no se puede medir en cuánto aumentó su PIB”, dijo más adelante Sarukhán.

Finalmente, la honoris causa por la UNAM enfatizó que la apropiación de la naturaleza y su conocimiento es un tema político que lleva la impronta del poder y de quien lo ejerce. “Por eso la Conabio es una institución indispensable para construir una sociedad que cuide el patrimonio con transparencia, gobernanza, innovación como condición necesaria para avanzar en la democracia ambiental, para sobrevivir como especie”.