
Como en una cantina del viejo oeste, con su texana y chamarra tamaulipeca el diputado Andrés Bermúdez, del Partido Acción Nacional (PAN), llegó al salón de plenos de la Cámara de Diputados para azuzar a legisladores del PRD.
El legislador, quien no estuvo presente la víspera en la toma de la tribuna por parte de panistas y perredistas, cruzó las puertas de cristal de San Lázaro e irrumpió en el recinto.
Con su característico vozarrón grito: "Tiempo", como si se tratara de un juego de fútbol americano.
Las botas de piel de víbora resonaron en el Salón de Plenos, cruzó de lado a lado con paso firme y enfrentó a los perredistas que mantienen una barricada en el lado derecho de la tribuna legislativa.
"Ustedes me la deben", expresó el legislador e inmediatamente se despojó de su chamarra y la aventó donde una decena de perredistas acampan desde hace más de 24 horas.
"Cálmate porque vamos a subir", le reviraron los perredistas. El griterio comenzó después de una velada musical, romántica y con algunos sombrerazos, pero de inmediato Gerardo Priego, del PAN, jaló a Bermúdez a una esquina neutral y todo volvió a la relativa tranquilidad.
"Es el diputado de San Garabato", gritaron algunos fotógrafos que adormilados por una larga jornada despertaron con el breve alboroto y con el paseo que por varios minutos realizó el "Rey del Tomate" por la máxima tribuna de la nación.
La semana pasada Bermúdez había advertido que "defenderé hasta con la vida la toma posesión de Calderón el 1 de diciembre", sin embargo no asistió a la sesión del martes cuando panistas y perredistas se enfrentaron a golpes por la tribuna de San Lázaro.
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