
Vamos a ocupar prácticamente todo el museo, incluso el patio. Va a haber una pieza de 10x4 metros”, vislumbra en el futuro próximo el artista Fernando Leal Audirac.
Un día antes de que lleguen todas las piezas para la instalación de “La monumentalidad de lo íntimo”, que abrirá al público el viernes 20 de junio, en el Museo José Luis Cuevas, el artista realiza una serie de entrevistas con medios de comunicación en el recinto.
En el patio estará la Giganta de 3 mts x 2.50 mts, creada en este 2025. “Me pidieron para celebrar los 33 años que cumple el museo, que realizara yo esta exposición, un homenaje a mi amigo Cuevas”, relata Fernando Leal Audirac.
“Hay especialmente un cuadro de gran formato que hice para conmemorar su memoria y su obra, que se llama como la escultura que está aquí en el patio (Giganta) y que va a estar en una de las salas adentro”, detalla en conversación con Crónica.
De acuerdo con el artista, en esta exposición los espectadores se van a encontrar en medio de algo que “está planificado, no en un sentido evolutivo, sino como se dice en inglés ‘the big picture’”.
Desde su perspectiva, al hacer una investigación de su obra, se pueden apreciar las exploraciones que comenzó en su adolescencia. Las piezas que continúa desarrollando, “muchas de ellas las planifiqué hace 40 años”.
“No hay una evolución, sino una compenetración. Muchas de estas imágenes son totalmente de hoy y sus primeros estudios los hice hace 40 años”, comenta
Las piezas que presentará están hechas con técnicas de temple de huevo y grafito, temple a la cera, y temple de huevo con barras de óleo y temple a la cera-caseína con barra de óleo.
“Todas técnicas antiguas que no utilizan eh ningún pintor contemporáneo, usadas para técnicas contemporáneas. Si usted lo ve desde un ángulo, por ejemplo, en algún cuadro que tenga una forma blanca, la ve blanca desde el lado derecho. Entonces, la ve desde el izquierdo y se vuelve negra. Son irreproducibles, se activan con la participación del espectador”, adelanta el artista.
El título es el mismo de un libro de ensayos que escribió hace unos años, sobre todo de literatura más que de pintura “un leit motiv de mi obra justamente al contrastar así como oriente y occidente, lo heroíco y lo íntimo, lo trascendental y lo inmanente, eternidad e instante, todas estas cosas que se van fundiendo, me llevan a este discurso en donde las superficies son grafito y el elemento fundamental del dibujo, el más básico, es el grafito, solo que aquí están tratadas de otra manera”.
Según explica, la técnica de sus cuadros revaloran el dibujo como técnica que hasta el siglo XX alcanzó en Europa el “reconocimiento o la autonomía que tenía como arte independiente de la pintura”. Asimismo, a través del dibujo que recuerda un lazo con José Luis Cuevas.
AMIGOS INTERGENERACIONALES
“La primera parte del siglo XX, el dibujo adquiere un peso específico. De ahí que Cuevas sea un dibujante opuesto al discurso presentado, es decir, Cuevas se opone a la propuesta del muralismo iniciado por mi padre y por Revueltas, Alva, Rivera, Siqueiros y este Jean Charlot, José Clemente Orozco”, expresa Fernando Leal Audirac.
Él y José Luis Cuevas coincidieron en el interés por las literaturas clásicas, modernas y contemporáneas. Ambos hicieron ilustraciones para proyectos literarios-editoriales y frecuentemente establecieron asociaciones entre artes visuales y poesía.
“Yo vengo de una familia de pintores, mi padre, mi madre, mi abuelo y sus 14 hermanos ... ya desde el siglo XIX había pintores en mi familia. Traté a muchos pintores de la época de mi papá, a escritores de esa época que todavía estaban vivos, y luego a los pintores de la generación de mi entrañable amigo Cuevas”, comparte Fernando.
“En aquella época los jóvenes eran los que acudían a mi casa, eran señores que tenían la edad de mi mamá, que era 32 años más joven que mi padre, ¿me entiendes? O sea, Cuevas, en el mundo de mi papá, era un joven, como lo era Vicente Rojo, como lo eran otros artistas, porque pues había nacido 40 años después”, agrega.
Gracias a ello, considera que tuvo la fortuna de empezar a generar las ideas de su trayectoria artística desde la adolescencia. “Digamos que no tuve la originalidad de dedicarme a otra cosa, un oficio diferente”, bromea.
LA MUESTRA
La exposición homenaje a La monumentalidad de lo íntimo de Fernando Leal Audirac permanecerá abierta hasta el mes de septiembre de 2025. En paralelo se desarrollarán conversatorios con artistas, escritores y estudiosos de la Historia del Arte.
Asimismo, se editará un catálogo el cual contendrá textos originales de Fernando Savater, Carmen Nozal, Esteban Garcia Brosseau, Martina Corgnati, Lilia Cárdelas Trevino, Rafael Escalante Ruiz, Edmund Elías Merhige, entre otros autores.
El Museo José Luis Cuevas (Academia 13, Centro Histórico de la CDMX) se puede visitar de martes a domingo en un horario de 10 am a 6pm.
¿QUIÉN ES EL ARTISTA?
Fernando Leal Audirac nació el 16 de noviembre de 1958 en Ciudad de México, hijo de Fernando Leal (1896-1964), uno de los primeros del movimiento muralista mexicano y de la también artista, Francine Audirac, pintora y escultora.
Es pintor, dibujante, grabador, fresquista, escultor y diseñador. Ha participado dos veces en la Bienal de Venecia, la primera ocasión del Centenario en 1995. Su obra ha sido expuesta en galerías y museos en Europa, EU, América Latina y el extremo Oriente.
También ha participado como autor en diversas publicaciones sobre arte y literatura; frecuentemente participa como conferencista en simposios internacionales sobre nuevas convergencias entre arte, ciencia y ambiente.
De 1974 a 1978, Fernando Leal Audirac estudió técnicas pictóricas medievales y renacentistas con el maestro Guillermo Sánchez Lemus. Junto con el profesor Manuel Serrano, fundó en 1978 el taller “Restauro” en la Ciudad de México, especializado en la investigación de la reinterpretación contemporánea de técnicas artísticas clásicas como el fresco , la encáustica , el temple al huevo y la pintura al óleo .
De 1980 a 1985 practicó litografía y grabado en el " Taller de Gráfica Popular " con el maestro grabador José Sánchez. De 1989 a 1993 fue miembro fundador y tutor académico de la Comisión Curatorial del Consejo Nacional de las Artes de México ( Comisión Consultiva del FONCA ).
En 1980 fundó el Salón intelectual (el Grupo de los Viernes), al que asistieron Juan Acha , Arturo González Cosío, Ernesto de la Peña , Michael Tracy , José Luis Cuevas , Miguel Peraza , Phil Kelly, Mahia Biblos, Jens Jesen, Pierre Restany , Shifra Goldman , Arnold Belkin , Francis Alÿs y Jan William.
Para 1993, fue el primer artista de su generación en exponer individualmente en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y en 1995 representó a México en el Centenario de la Bienal de Venecia , donde volvió a exponer en 2001. En 1996, fue nombrado profesor invitado de la Escuela Nacional Superior de Arte de Nancy, Francia .
Su obras estuvo en galerías y museos de Estados Unidos, Alemania, Italia, España, Francia, Hungría , Rumanía , Corea y Latinoamérica. Desde 1993 combina su residencia entre Milán , Italia y Ciudad de Méxic .