
Con una asistencia de 52,604 personas a las funciones que se presentaron en el Centro Cultural Helénico a lo largo del 2025, el director general Antonio Zúñiga Chaparro observa optimista que se trata de “un ascenso consecutivo” en los espectadores.
“A raíz de la pandemia, como todo el sector teatral, se vio impactado y vulnerado. Poco a poco hemos recuperado el camino de las asistencias, en relación al año inmediato anterior tuvimos una alza de asistentes a los 3 espacios de exhibición teatral que tenemos”, dice en entrevista por el cierre de año.
De manera general, Antonio Zúñiga recuerda que la actividad del Centro Cultural Helénico (CCH) va más allá de los visitantes a las funciones y le parece fundamental la apertura a los estados.
Además de 662 funciones -de las cuales 287 fueron en el Teatro Helénico, 295 en el Foro La Gruta y 76 en el Foro Alternativo- en términos formativos, el programa Helénico en línea, en colaboración con el Centro Nacional de las Artes, ofreció cuatro talleres tutorados, diez cursos MOOC y dos en línea que en suma congregaron a 2,884 estudiantes, que se suman a 44 talleres presenciales con 701 asistentes.
“Desde hace 6 años, el Helénico se caracterizó en abrirse a los estados y poder vincularse en una política pública que busca descentralizar los bienes culturales de la Secretaría de Cultura y me parece que hay logros muy importantes hasta de estructura”, comenta Antonio Zúñiga Chaparro, en referencia a que este año la Secretaría de Cultura se reestructuró, según lo publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Ahora el CCH es responsabilidad de la Dirección General de Circuitos y Festivales, reordenamiento que “da facultades al Centro Cultural para tener vinculación interinstitucional en toda la República y este año que acaba de culminar tuvimos 15 colaboraciones con estados distintos”, según señala el director general.
A través de “Proyectos de Producción Escénica”, “Rutas Escénicas Estatales” y “Saberes sobre la escena”, así como del programa “Fomento a las Artes Escénicas”, en total se realizaron 108 funciones, con un total de 7,405 asistentes, así como 20 talleres con la participación de 281 personas, en los estados: Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Guanajuato, Aguascalientes, Nuevo León, Tamaulipas, Chiapas, Ciudad de México y Tlaxcala.
“Realizamos eventos y actividades específicas de acuerdo a las necesidades que cada estado nos planteó, de acuerdo a las necesidades, ya sea viendo algún aspecto de producción escénica o de saberes sobre la escena o de movilidad y circulación”, detalla Antonio Zúñiga.
“Nos da mucho gusto porque finalmente el reglamento interior nos da las facultades y por eso, en el 2026, después de la Reunión Nacional de Cultura, el Centro Cultural Helénico tendrá esta misma vinculación con 18 estados de la República”.
PERSPECTIVA 2026
Este año el Centro Cultural Helénico contó con un presupuesto aproximado de 17 millones 300 mil pesos y, aunque faltan publicarse algunos reajustes que no salieron a tiempo con el Presupuesto de Egresos de la Nación (PEF) 2026, el director asegura que el año entrante contarán por lo menos con la misma cantidad de base para operar.
“Después de que se publicó el reglamento han habido meses de trabajo y afinamiento de las estructuras jerárquicas del organigrama (...) En ese sentido, los presupuestos están por adecuarse a la funcionalidad y a las necesidades de este organigrama. Hay que decir que no se está dejando ninguna de las funciones que se tenían antes sin viabilidad ni sin presupuesto, las mismas funciones se estarán cubriendo”, explica.
Para Antonio Zúñiga, la reestructura significa un avance en los criterios de colaboración y descentralización, así como “un enfoque más cuidado de la programación”.
“Ya no somos los centros culturales aislados, sino que estamos alineados a un sentido, a una curaduría cuidada y ordenada que, por supuesto, atiende los temas de las efemérides de todo el año, pero también los temas de vinculación, los temas de inclusión, de diversidad que son tan apremiantes y necesarios”, opina.
Le parece que el nuevo acomodo permitirá al Helénico seguir siendo un puente entre instituciones estatales, comunidades, espacios independientes y particularmente con las compañías independientes de clientes, gestores y artistas.
Respecto de la manera en que la reestructura afecta a los mecanismos internos de programación, aclara que cada institución de manera particular tiene sus propios mecanismos de convocatoria.
“Es decir, el CCB, la Fonoteca, Los Pinos, las otras instancias de las instituciones del INBAL, cada uno tiene sus propias convocatorias. Sin embargo, todos los que quedamos bajo la Dirección de Circuitos y Festivales estamos conformados ya, primero, en una red junto con las instituciones estatales del país y, segundo, estamos haciendo una planeación específica para atender de manera coordinada las curadurías específicas”.
“Todos estamos todavía con libertad de seguir proponiendo y manteniendo nuestro perfil y línea que eso también es importante”, añade.