
Partiendo del embarcadero Francisco Celada de Xochimilco se llega a La Laguna del Toro, donde año tras año se representa la obra teatral “La Leyenda de la Llorona” del maestro Alejandro Linares, quien además del escribir el libreto, es también el director de esa propuesta teatral; se representa sobre una chinampa.
El maestro Alejandro Linares, actor, dramaturgo, director de escena, nos platica: “En el 2007 me invitaron a escribir una versión de “La Lorona”. Yo soy de Milpa Alta y escuché de niño, el grito de la llorona, ella no grita “¡Ay mis hijos”! no, es un grito desgarrador. Algunos asuntos de esta índole todavía persisten en esas comunidades. Conozco también la historia de Tecuichpo una nativa que mata por despecho a los hijos que tuvo con un español. Luis González Obregón tambiénse refiere en sus libros a la Llorona que sale del agua en uno de los canales cercanos al zócalo capitalino.
Fray Bernardino de Sahagún se refirió en su obra “Historia de las cosas de Nueva España” a los ocho presagios (previos a la conquista) de los aztecas, el sexto de ellos dice: “se oyeron voces muchas veces, como de una mujer que angustiaba y con lloro decía: "oh hijos míos, va llegado vuestra destrucción". También decía: "hijos míos, ¿dónde os llevaré, porque no os acabéis de perder?” Esta mujer se asocia a la diosa Cihuacóatl, mitad mujer mitad serpiente, quien según la leyenda castigaba con pobreza, agotamiento, trabajos, “Se aparecía como una señora compuesta con unos atavíos como se usan en palacio. Decían que por la noche voceaba y brameaba en el aire". (Tomo 1, cap. VI)
Continúa Alejandro Linares “Yo me propuse hacer mi versión, eliminé el asunto del filicidio. En esta versión Tlanextli, una princesa xochimilca se enamora de Don Fernando, un español que, aunque viene a estas tierras buscando fama y fortuna, sí tiene una conciencia social. El amor que surge entre ellos despierta envidias y bajas pasiones tanto entre mexicas como entre españoles, y ahí se empieza a elaborar la trama de la obra. Esta obra se representó por primera vez en el embarcadero de Cuemanco en 2008 y ha permanecido casi sin cambios hasta nuestros días, en que se representa por noveno año.
Dos de los personajes son Quetalcoatl y Tezcatipocatl quienes tienen un encuentro y se recriminan haber tergiversado la religión y filosofía Toltecayotl, que permeaba en los pueblos mesoamericanos, que buscaba hacer florecer el corazón, ser buenos seres humanos, positivos, vivir en armonía con la tierra y el universo.
En Santana Tlacotenco, Milpa Alta, todavía se habla mucho Nahuatl e incluso hay viejos sabios traductores e historiadores dentro de la academia de la lengua náhuatl, quienes colaboraron con Miguel León Portilla. Al final de la obra la propia Llorona canta la canción que lleva su nombre, pero en náhuatl, acompañada por el grupo musical “Madera” de los hermanos Hernandez Alfaro y Jesús Martínez Linares, y se produce un momento mágico inolvidable; la noche, la laguna, el humo, el idioma ancestral, los instrumentos musicales prehispánicos…
Muy recomendable espectáculo; danza, batallas escénicas y acuáticas, actuación, canto, música en vivo, vestuario especializado, fuegos artificiales, y más…
Asista Ud. bañado en repelente de insectos y bien abrigado; hace frío.
Participan además el Ballet Tiempo Nuevo, tiempo de folclore de Jaime Ángeles, y los actores Clara Delia Flores, Uriel Ochoa, Miguel Corrales, Noel Urbina, Armando Chávez, Susana Pacheco y Jorge Chávez entre otros.
Últimas funciones 11, 12 y 13 de este mes. No se la pierda.
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