Cultura

Yan Lianke: "En China, una realidad oculta otros tipos de realidad"

Señala que nada en sus novelas es particularmente surrealista o trágico: "Es la vida misma"

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El escritor chino Yan Lianke.

El escritor chino Yan Lianke.

EFE

El escritor chino Yan Lianke (Henan, 1958) considera que nada en sus novelas es particularmente surrealista o trágico: "Es la vida misma", sostiene.

"Si ves lo que pasa en mi pueblo... visto desde el resto del mundo, es surrealista. Pero para mí son historias de mis paisanos, de mi tierra", explica Yan en una entrevista con Efe con motivo de la llegada este miércoles a las librerías de la traducción al español de "Canción celestial de Balou" (Automática Editorial).

Se trata de una conversación por videoconferencia desde Hong Kong -donde el escritor se encuentra ahora dando clase- a través de una aplicación de mensajería fiscalizada por la censura china y en la que deja mucho que leer entre líneas.

PREGUNTA: Hoy sale a la venta "Canción celestial de Balou", un desgarrador relato del sacrificio de una madre por sus hijos. El drama y la tragedia están muy presentes en su obra, ¿a qué se debe?

RESPUESTA: Los pueblos chinos son así, llenos de dramas y tragedias. Para mí, es la vida misma. No es un drama: es la vida.

P: Usted recurre a lo que denomina "realismo espiritual" en algunos de sus libros. ¿Qué novela de "realismo espiritual" se le ocurriría con la resurrección de Mao Zedong en 2021 como inicio?

R: Hoy no se puede pensar en algo así (la resurrección de Mao). No está permitido escribir sobre esto. ¡Si se hubiera podido, ya habría escrito una novela!

P: Usted ha topado con la censura y también ha practicado la autocensura, ¿qué sintió en esas ocasiones?

R: Ha habido momentos en los que la censura hacia mis obras ha sido muy fuerte, y también la autocensura. Después de 2004 y 2005, y en los siete años siguientes. Yo entonces quería publicar todos mis libros.

Era el periodo de "El sueño de la aldea Ding" (Automática, 2013, sobre la venta de sangre en la provincia natal de Yan y la consecuente epidemia de sida) y "Fengya song", y en esa época estaba muy centrado en corregir las ideas de mis libros para que pudieran publicarse.

Aunque me autocensuré con "El sueño de la aldea Ding", también tuve problemas para publicarlo. Desde entonces, decidí seguir a mi ritmo, porque es un libro lleno de belleza y de ética, y aun así no me dejaron publicarlo. Porque para mí la literatura y el arte son lo más importante. Poder escribir es lo más importante. Es lo único que me da la felicidad.

Publicar o no ya no es tan importante para mí.

P: ¿Se arrepiente de haberse autocensurado, visto el resultado?

R: En 2003 (mientras trabajaba en el proyecto que desembocó en "El sueño de la aldea Ding"), iba a escribir un libro muy loco, como un trabajo de campo, porque fui siete veces al pueblo y me gasté mucho dinero. Y mi idea era escribir una novela de no ficción, muy real.

Terminé escribiendo un libro muy suave. Me arrepiento de no haber escrito el libro loco. Si hubiera sabido que me lo iban a censurar de todas formas, habría escrito el libro loco.

El otro libro fue "Fengya song", que corregí seis veces y aun así prohibieron. Me sentí muy herido.

P: ¿Cómo cree que se le percibe como autor en China?

R: No soy un autor especialmente querido, porque si no todos mis libros estarían disponibles. Ahora lo único que me importa es cómo escribir un buen libro. Nunca he prestado atención a lo que los demás piensan de mí.

Me alegra mucho que mi familia, en mi pueblo, no hayan leído mis libros, porque pensarían que estoy loco por escribir cosas tan malas sobre su pueblo. Y mis familiares más cercanos, mi esposa, por ejemplo, no leen mis libros.

Mucha gente dice que escribo para los extranjeros, pero creo que es un malentendido, porque no hablo ni una palabra de inglés. Sólo hablo dialecto de Henan. ¿Cómo voy a escribir para los extranjeros?

P: A veces sus novelas presentan situaciones surrealistas, pero algunas están inspiradas en la realidad. ¿Cómo ve la relación entre lo real y lo surreal en China?

R: No creo que mis historias sean surrealistas. Cuando todo el mundo tiene una herida, ya no lo llamas herida: es la vida misma. Si ves lo que pasa en mi pueblo... visto desde el resto del mundo, es surrealista. Pero para mí son historias de mis paisanos, de mi tierra.

P: ¿Y cuál cree que es la relación entre la verdad oficial y la realidad en China?

R: China es un país complicado, de 1.400 millones de personas y 9,6 millones de kilómetros cuadrados. Y en China no existe solo una realidad. Lo que pasa es que una realidad oculta otros tipos de realidad. Un tipo niega otros tipos de realidad.

La riqueza, el patriotismo... es un tipo de realidad, es real. Pero eso oculta otras realidades.

P: ¿Cómo explicaría a un extranjero la China de hoy? ¿En qué se diferencia la China de antes de los Juegos Olímpicos de Pekín 2022, de la China previa a Pekín 2008?

R: Es muy complicado. No sé cómo describir la China de hoy, es un misterio. Yo antes decía que China es una mezcla de capitalismo europeo y comunismo norcoreano, pero ya no es tan simple.

Quizá no lo puedo expresar de manera precisa, pero para mí, la gente en 2008 tenía una mentalidad "más abierta", y ahora tal vez está "más unida". Pero para mí quizá "más abierto" sea mejor.

Puede que ahora la gente esté más unida en torno a "un pensamiento", y en 2008 la gente tenía un pensamiento "más variado". "Abierto" y "unido" no son antónimos, pero tampoco son sinónimos.

Por ejemplo: el patriotismo. En 2008 teníamos muchas formas de expresarlo, pero ahora se expresa de manera más simple.

P: A ojos de un extranjero, da la sensación de que la política es omnipresente en China, ¿qué opina usted?

R: En China no se puede diferenciar la política de la vida. No es como en el mundo occidental, donde vida es vida y la política, política. En China, la política es parte de la vida cotidiana. La política es la vida y la vida es la política: no se puede separar.

P: En el peor momento de la pandemia en China, usted hizo un alegato por la memoria. Invitó al público a no olvidar lo que estaba sucediendo, ¿por qué?

R: El olvido es nuestra enfermedad colectiva. Después de lo que pasó en 2013 con el SARS... Si mantenemos fresco esto en la mente, evitaremos muchos problemas.

P: Le tengo que preguntar por sus próximos trabajos: ¿habrá alguna obra inspirada en lo sucedido en Wuhan o en la pandemia?

R: Claro que escribiré algo, pero después de la pandemia. Todos los escritores del mundo tienen la misma idea, pero para mí el problema clave es cómo escribirlo mejor que cualquier otro.

Ha habido muchas enfermedades a lo largo de la historia, pero esta vez es algo que todo el mundo está experimentando. Para un escritor, no es bueno que todo el mundo lo haya sufrido, así que hay que escribirlo con cautela.