
Es uno de los jugadores más interesantes de la historia, con una trayectoria muy similar a la del mexicano Carlos Torre. Ambos brillaron con una luz intensa en el firmamento para luego desaparecer del horizonte ajedrecístico.
Sultan Khan (1905–1966) creció en una familia musulmana pobre en un pueblo que hoy en día está en Pakistán, y aprendió el ajedrez con reglas completamente diferentes. Su genio fue descubierto por el Coronel Nawab Sir Umar Hayet Khan, quien lo introdujo en un grupo de ajedrecistas que le enseñaron el ajedrez occidental.
En 1929, Sir Umar, durante un viaje a Inglaterra, sacó a la luz a Khan, quien rápidamente se convirtió en una sensación. Para comenzar, asombró al mundo al ganar el Campeonato Británico en su primer torneo, hazaña que repetiría en 1933. Además, ganó un match a Tartakower por 6.5 – 5.5 en 1931.
Su estilo se parecía mucho al de las computadoras actuales. Al no estar familiarizado con el enroque, a menudo iniciaba ataques mortales con el rey en el centro del tablero.
Era completamente iletrado y no hablaba inglés.
Su anécdota más divertida, relatada por el maestro inglés William Winter, ocurrió en un juego con Hans Kmoch en un torneo por equipos en Hamburgo 1930, donde ocupaba el primer tablero.
Su aparente ausencia de cualquier lenguaje inteligible irritaba a algunos rivales. “¿Qué idioma habla su campeón?”, gritó el austriaco Kmoch, después de que su tercera oferta de tablas fuera recibida sólo con una gentil sonrisa.
“Ajedrez”, contestó Winter, y así lo probó, porque en pocos movimientos el campeón austriaco tuvo que abandonar.
Muy divertido, excepto que todo es falso, porque en cierto periodismo la tendencia es a exagerar las cosas: el resultado, la sonrisa, los tres ofrecimientos, el grito. Nada de eso ocurrió en la vida real. Sultan Khan aceptó el ofrecimiento de inmediato y el resultado es fácilmente comprobable.
En 1933, tras concluir el servicio de Sir Umar, Sultan Khan regresó a su pueblo natal. Pese a haberse ubicado entre los 10 mejores ajedrecistas del mundo durante cuatro años, la FIDE no lo incluyó en la lista inicial de Grandes Maestros en 1948. En 2024, esta injusticia fue enmendada al concederle el título de manera póstuma.
Khan (INI) – Barda (NOR), Olimpiada 1930
1.e4 e6 2.d4 d5 3.exd5 exd5 4.Ad3 Ad6 5.Ce2 Cf6 6.Af4 0–0 7.0–0 Te8 8.Cbc3 c6 9.Axd6 Dxd6 10.Cg3 Rh8 11.Dd2 Ae6 12.Cce2 Cbd7 13.Tae1 Cf8 14.Cf4 Ad7 15.Cfh5 Ag4 16.Dg5
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16….Axh5?? (Esos son los errores incomprensibles para el nivel de juego que puede tener un jugador como el primer tablero de Noruega. Con la simple 16….Cxh5 se cambian 4 piezas menores y desaparece el peligro del ataque al rey)
17.Cf5 (Barda debió horrorizarse ante su ceguera temporal. Ahora se percata de la amenaza de mate y a su dama)
17….Ce6 18.Txe6 Df8 19.Txf6 Ag6 20.Td6 h6 21.Dg3 Axf5 22.Axf5 Te7 23.Ad3 Tae8 24.h4 Te6 25.Txe6 Txe6 26.c3 De8 27.h5 1–0