En un mundo donde las prisas, el ruido y las exigencias externas parecen dictar el ritmo de la vida, hay quienes se atreven a mirar hacia adentro. Vero Marcos es una de esas personas. Psicóloga, neuropsicóloga y PhD en Liderazgo y Desarrollo Humano, ha dedicado más de 25 años a ayudar a otros a encontrar lo que ella llama “la brújula interior”: esa voz sabía que, desde el corazón, guía hacia una vida plena.
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Pero su historia no comenzó en un laboratorio ni en un aula universitaria. Comenzó con una experiencia profundamente humana: el desafío de sentirse sola, con dos hijas a su cargo y la necesidad urgente de reconstruirse desde cero. “El momento clave fue cuando me cayó el veinte que estaba sola en este mundo con dos hijas que sacar adelante y descubrí que nadie más que yo tenía que independizarme, emocional y económicamente”, cuenta con la claridad de quien ha caminado por el fuego y ha salido fortalecida.
Esa chispa vital dio origen a la Terapia Insight®️, un método integral que Vero desarrolló tras años de experiencia, estudio y reflexión. Su enfoque trasciende lo tradicional: no se limita a la mente, ni se refugia exclusivamente en lo espiritual. En cambio, invita a una integración total del ser, tocando el corazón, la mente y el cuerpo. “Todos somos todo y no solo mente”, explica. “Por eso mi metodología integra los pensamientos intrusivos e involuntarios (mente), las heridas de la niñez (corazón) y las adicciones emocionales que se encapsulan en nuestras células (cuerpo)”.
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Este enfoque profundo y humanista ha transformado vidas. Vero ha acompañado a miles de personas en sus procesos emocionales, y aunque cada historia tiene su peso, hay una que la marcó especialmente: la de una joven que, en un momento límite, le escribió en plena madrugada confesando que no podía más. Vero no dudó. Le pidió su número, la llamó y la contuvo. Años después, aquella joven es madre, esposa y empresaria. “Feliz y llena de amor”, dice con orgullo.
Esa es la esencia de su labor: acompañar sin invadir, guiar sin imponer. En redes sociales, donde cuenta con una comunidad fiel y creciente, sus publicaciones diarias se sienten como bálsamos. No hay fórmulas vacías ni frases de moda. Cada mensaje nace de su experiencia y vulnerabilidad, con la convicción de que “al sanarme yo, nos sanamos todos”.
En su diagnóstico de la sociedad actual, Vero es directa. “El mayor reto emocional que enfrentamos es el vacío existencial, que se intenta llenar con cosas materiales y arreglos físicos artificiales”. Su voz, lejos de juzgar, invita a reflexionar. Y a recordar que la felicidad no se encuentra afuera, sino en la conexión honesta con uno mismo.
Quizá por eso el Camino de Santiago ha sido una experiencia tan significativa para ella. Lo ha recorrido ocho años consecutivos desde 2017, y lo define como “el único viaje en el que viajas hacia el interior de tu ser”. Cada paso en ese sendero es un acto de introspección, una metáfora de vida que la ha llevado a deconstruirse y reconstruirse una y otra vez. Es su manera de recordar que la evolución no tiene fin.
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Ante el auge de discursos motivacionales vacíos y promesas de éxito rápido, Vero se mantiene fiel a su esencia gracias a su preparación académica, ética y profesionalismo. Su crecimiento ha sido orgánico, cimentado en la coherencia entre lo que enseña y lo que vive. “La única manera de vivir tu verdadero propósito de vida es siendo tú”, asegura. Para ella, el éxito real es una consecuencia natural de vivir con autenticidad.
Su motor diario es simple, pero poderoso: ver cómo las personas que llegan a ella con tristeza, ansiedad o desesperanza, se van con luz, paz y propósito. “Me mueve la filosofía de la Madre Teresa de Calcuta: ‘El que no vive para servir, no sirve para vivir’”.
En sus palabras, “vibrar en alto” no es solo una consigna bonita para las redes sociales. Es una práctica que se construye desde dos pilares: dejar de tener expectativas y dejar de compararse. “Una expectativa es un resentimiento premeditado”, sentencia. Y agrega: “El compararnos siempre hará que dejemos de ver nuestra luz por estar fugando nuestra atención en el otro”.
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Para lograr una vida verdaderamente libre, propone también alcanzar la doble independencia: emocional y económica. “De nada sirve una sin la otra”, afirma. La libertad, en su definición, es poder sostenerte por dentro y por fuera, sin depender de nadie, para regular tu estado emocional ni para financiar tus sueños.
Sobre el futuro, no hace grandes planes. Prefiere dejar que la vida le muestre el camino. “Vienen los caminos que Dios me vaya abriendo”, dice. Lo único seguro es que seguirá diciendo que sí a todo lo que resuene con el propósito de su alma.
Vero Marcos no solo ha creado un método terapéutico. Ha construido un puente entre la vulnerabilidad y el poder interior, entre el dolor y la transformación. Su historia no es la de una experta alejada de la realidad: es la de una mujer que ha aprendido a sanar desde dentro y hoy se dedica a recordarle a los demás que también pueden hacerlo.
