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La semana pasada, la IV Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal marcó pauta: aprobó por consenso el paquete financiero-presupuestal para esta ciudad. Este hecho no es menor pues estamos hablando que con dos semanas de trabajo y discusión se lograron los acuerdos para aprobar el Código Financiero, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para el 2008.
La ALDF ha puesto un ejemplo sin precedente en lo que se refiere a la cultura democrática, pues en el proceso y en el resultado de la aprobación de este paquete se privilegió el diálogo y el respeto, lo que permitió alcanzar los consensos. Por primera vez no se hizo uso del mayoriteo en las votaciones para imponer una decisión; por el contrario, se escucharon todos los puntos de vista y se pudo privilegiar el consenso porque se puso como objetivo primordial el bienestar de los habitantes de esta gran ciudad.
Gracias a esta actitud y voluntad de los diputados locales se pudo respetar el principal pilar de todo régimen democrático, la independencia y autonomía de los órganos de gobierno, en este caso del Ejecutivo y Legislativo. Cabe destacar que una vez que el Jefe de Gobierno presentó su proyecto, el pasado 30 de noviembre, la ALDF comenzó un intenso trabajo de revisión y modificación que pudo ser posible gracias al diálogo y colaboración que mostró el Ejecutivo local.
Dentro de este paquete financiero-presupuestal cabe destacar que las modificaciones elaboradas al Código Financiero se plantearon con el fin de fortalecer los mecanismos de recaudación y de ejercicio del presupuesto para el gobierno local; sin embargo, cabe destacar que este ordenamiento también dispone reducciones para los contribuyentes cumplidos y estímulos fiscales para los empresarios que apoyen medidas de salud pública.
Uno de los aspectos más sobresalientes del citado paquete y que es muy importante que todos los capitalinos tengan presente es el hecho de que la mayor parte del gasto del gobierno de la ciudad estará sustentado en sus propios ingresos; es decir, el 51 por ciento de dicho gasto será producto de los impuestos de los capitalinos, mientras que el 48 por ciento provendrá de las participaciones federales y sólo 1 por ciento procederá de la deuda pública.
Cabe destacar también el hecho de que para el 2008 el gobierno de la ciudad erogará un presupuesto de 110 mil 266 millones de pesos, lo cual significa un incremento de 12.6 por ciento con respecto al de 2007, pero lo más destacable es que este presupuesto es históricamente el más alto otorgado para el Distrito Federal.
Otro de los aspectos del trabajo de los diputados locales, que deben llenar de orgullo a todos los capitalinos, es el hecho de que en el presupuesto del DF para el año entrante cuenta con un criterio de género, esto quiere decir que el gasto de entes públicos, ejes y programas, será aplicable con visión de género con el fin de apoyar y reivindicar a todas las mujeres.
Como ha sido la constante de los gobiernos perredistas de esta capital, los recursos al desarrollo social se incrementan año con año. En esta ocasión lo destinado para los programas sociales abarca más de la cuarta parte del presupuesto total, gracias a lo cual habrá fuertes inversiones en infraestructura educativa y médica, se mejorará la atención hospitalaria y la atención nutricional, se podrán incrementar las pensiones y jubilaciones, así como becas y apoyos económicos a madres solteras, estudiantes de todos los niveles educativos, personas con capacidades diferentes, niños en situación de calle y personas desempleadas.
Las delegaciones fueron fortalecidas en su presupuesto bajo la premisa que son los órganos de primer contacto con los ciudadanos; por esta razón, la ALDF les otorgó un incremento de 9.5 por ciento a su presupuesto.
En lo que respecta a seguridad pública, se aprobó un incremento en su gasto de 30 por ciento, el cual se destinará para UPC, patrullas, cámaras de vigilancia, armamento, mejoramiento del Ministerio Público y los centros de readaptación social.
Con la aprobación de este presupuesto la ALDF da ejemplaridad no sólo de su conducción al interior sino de su relación con los otros órdenes de gobierno; pero sobre todo, de su responsabilidad con la ciudad de México y con todos sus habitantes.
rene.arce@congreso.gob
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