
Aunque no pudimos coincidir en persona, Pablo Infante se tomó un momento entre llamadas y compromisos para conversar, vía telefónica, sobre uno de los lanzamientos más significativos en su carrera: “Léeme la Mente”, su nuevo sencillo junto a Mía Rubín. Con la voz animada y el entusiasmo de quien está viendo materializar sus esfuerzos, Pablo saluda con energía. “Muy bien, gracias a Dios. Aquí ya sabes, trabajando, dando vueltas. No queda de otra más que la de chambear”, dice entre risas.
La canción no solo es un paso más en su discografía, sino también un parteaguas creativo: “Creo que ‘Léeme la Mente’ en este momento de mi carrera sí significó muchísimo. Sobre todo por el hecho de trabajar con íconos del pop como Erik Rubín y el Dr. Alfaro, y con el inigualable talento de Mía, que le aportó muchísimo carisma a la canción”, confiesa.
Pocas veces las grandes colaboraciones nacen de forma tan orgánica. Pablo nos relata que todo comenzó tras abrir un concierto de Erik Rubín y Benny Ibarra en Monterrey. “Canté unos 30 minutos y al bajar del escenario, Mía y Erik se acercaron a saludarme. Me dijeron que estaría increíble trabajar juntos y, dos días después, ya me estaban enviando la canción. Fue todo muy espontáneo”, recuerda.
La química artística entre Pablo y Mía fluyó desde el primer momento. “Mía es una persona muy carismática, muy transparente. Desde que empezamos a hablar, conectamos de inmediato. Me compartió cosas de su vida y yo también. En el estudio todo fue muy natural. Y eso se nota en la canción”.
“Léeme la Mente”: rupturas emocionales convertidas en pop
“Léeme la Mente” no es simplemente una canción pop. Tiene una carga emocional profunda. “Habla de una relación rota, de ese punto donde ya estás cansado de hablar porque la otra persona no quiere escuchar. Pero en el fondo deseas que te lea la mente, que entienda que aún no te quieres ir”, explica.
Curiosamente, tanto Pablo como Mía atraviesan momentos personales estables. “Nos reíamos porque estamos muy felices con nuestras parejas, pero tuvimos que interpretar este dolor. Fue un reto actoral y vocal al mismo tiempo”, comenta entre líneas.
Trabajar con Erik Rubín fue otro de los grandes aprendizajes de este proceso. “Erik tiene una visión muy precisa. Nos enseñó que, como artistas, a veces cuesta modificar nuestras propias canciones porque son como nuestros bebés. Pero él sabe exactamente dónde ajustar: una frase, una palabra, una respiración. Esos pequeños detalles marcan una gran diferencia”, asegura Pablo.
Con “Léeme la Mente”, Pablo confirma un cambio de rumbo sonoro. “Antes hacía de todo dentro del urbano: trap, reggaetón, afrobeat. Pero desde mis últimos tres sencillos —‘Dormido’, ‘Por Muerto’ y ahora este— decidí centrarme en el pop urbano. Estoy construyendo un sonido mucho más sólido, más definido”.

El videoclip, dirigido por Alejandro Higareda y producido por Still Dreaming, complementa esta nueva identidad visual. “Tiene una estética muy íntima. Hay tomas increíbles como una donde Mía está encerrada en una caja de cristal. Todo el simbolismo visual le dio muchísimo poder a la narrativa de la canción”, señala.
Más allá del resultado musical, Pablo se lleva algo más valioso de esta colaboración: una amistad. “Sí me llevo una cercanía muy valiosa con Mía. Los dos estamos muy ocupados, pero estoy seguro de que vamos a compartir más cosas juntos. Ojalá pronto también en el escenario”.
Y sí, ya se habla de una posible presentación conjunta. “100% está en pláticas. Mía está muy dispuesta, con una energía increíble. Esperamos que en el próximo show en Ciudad de México podamos cantar esta canción a todo pulmón”.
Lo que sigue: más música y conexión con el público
¿Y qué sigue para Pablo Infante? “Vienen más shows, especialmente en Ciudad de México y Monterrey, que son las ciudades donde más me escuchan en Spotify. Y claro, mucha más música, más pop urbano con propuesta. Estoy emocionado por todo lo que viene”, dice, ya visualizando lo que sigue.
Antes de despedirse, Pablo deja un mensaje para quienes ya han escuchado “Léeme la Mente” —y para quienes están por hacerlo—: “Espero que la canción llegue a los oídos que la necesiten. Y que quien no esté pasando por una ruptura, igual la disfrute y se quede tarareando el coro. Está hecha con mucho corazón”.